26. El día del terror

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Nada es perfecto y después de meses y meses de alegría y felicidad, llegaba el día más espeluznante, aterrorizante y cruel de todos: el día de exámenes.

Pasar un examen en el Coralli no era cosa de niños, se evaluaban tantos aspectos que se comprendía por qué era solamente un día de exámenes en todo el año escolar. Pruebas perfectamente diseñadas, con periodos de tiempo exactos, vigilados estrictamente y muy difíciles de resolver.

Cada materia aplicaba exámenes completamente diferentes y la primera en hacer su prueba era la profesora O'Kris. La semana siempre comenzaba con una hora de su clase, la cual esta vez sería ocupada para su examen en el que deberían arreglar dos maniquíes cada una. 

Uno como una Lirastra de Kánoa que asistirá a un baile y el otro como una Lirastra en un día normal. Al examen debían llegar perfectamente aliñadas, si no se habían cepillado bien o su uniforme estaba mal colocado, serían expulsadas del examen y su calificación sería reprobatoria.

La profesora llegó muy temprano, acomodó los maniquíes en los lugares de cada alumna para que cuando las jóvenes llegaran ya estuviese todo en su lugar y el examen comenzara de inmediato.

Fue una hora mucho más que estresante; la educadora se paseaba entre los lugares deteniéndose de vez en cuando a observar a una alumna en particular. El silencio era total, no se escuchaba ni un susurro, sólo el sonido que hacían los pinceles o los pequeños frasquitos. La hora no fue suficiente para algunas, pero debían mantener la compostura ante todo, o si no también serían expulsadas de los exámenes.

La presión aumentó aún más, pues cuando terminaron el primer examen era hora de la prueba más temida por todas: la del profesor Blodin.

El examen exigía desarrollar diez preguntas, las respuestas eran tan extensas que cada una ocupaba una página o a veces un poco más, se trataban de problemas que se podían presentar durante su vida como damas de compañía dentro de una situación real. Desafortunadamente sólo era una hora, como en la clase de la profesora O'Kris, y fue muy difícil terminar, inmediatamente continuaban con el examen del profesor Dahen. 

Desde que el profesor habló con Esmeralda la chica se aplicó, superó el mínimo de libros que exigía la materia y el examen se le hizo sumamente fácil. Sólo un par de preguntas teóricas y el resto era desarrollar resúmenes de las lecturas realizadas en clase y escribir un final alternativo a cada uno de los libros que leyeron. Pero todo tiene que terminar y cuando acabó aquel examen tuvieron que comenzar con la prueba de la profesora Clovery.

Esmeralda no entendía nada de lo que venía escrito en el examen, apenas prestaba atención en clases y de los trabajos tampoco podía extraer mucho, ya que siempre los hacía tan noche que ni siquiera entendía lo que escribía. Entregó el examen casi totalmente en blanco. Terminó el primer periodo de clases y las cuatro amigas se reunieron en el kiosco blanco para desahogarse un poco.

—¡Ese tonto Dahen! ¿Un final alternativo? ¡Qué bobería! Y además el torpe resumen. Creo que sólo tendré aciertos en la parte teórica —dijo enojada Nereida.

—Pero era muy fácil —contestó Esmeralda.

—Será para ti, pero la verdad yo nunca leí ninguno de sus tontos libros.

—El que sí me dolió hacer fue el de Historia. Clovery me odia. ¡Estoy segura! —prosiguió Esmeralda.

—Pues el examen que se me hizo difícil fue el de Estrategia, por más que trataba, las respuestas no me daban más de cinco renglones —confesó Kimiosea soltando un suspiro.

—Casi me desmayo durante el examen de la profesora O'Kris —dijo Shinzo—. Sentía que en cualquier momento se acabaría el tiempo.

—Aún nos falta Geografía, Etiqueta, Contabilidad y Ciencias Sociales —concluyó Esmeralda cruzándose de brazos.

La señora Nerzo les informó que tendrían una hora de Ciencias Sociales al final del día para terminar con todos los exámenes. Las pruebas de Geografía y Etiqueta fueron muy fáciles, las ayudó, en cierta manera, a despejarse un poco, pero el examen de Contabilidad fue muy largo, ocupó las dos horas completas, obviamente éste no fue en equipo, lo que dobló la dificultad del ejercicio. 

Fueron minutos tan estresantes, el cuello les dolía tan duro que apenas podían continuar leyendo y de vez en cuando se mareaban un poco.

Al final del día llegó el profesor Aristela con una sonrisa de oreja a oreja, su examen era sumamente largo, de aproximadamente cinco hojas, pero muy fácil. Las muchachas sólo se presionaron por el tiempo, ya que sólo se les daría una hora para resolverlo.

Las clases de Bitzú, al igual que el resto de las clases se terminaron a partir de ese momento, dentro de dos días les entregarían sus calificaciones totales y al día siguiente saldrían a disfrutar de sus vacaciones de verano.

Llegaron a las habitaciones casi sin hablar, apenas se pudieron arreglar para dormir, aunque el sol no se hubiera ocultado por completo se tendieron en sus camas y se quedaron totalmente dormidas. No fueron las únicas, casi todo el Coralli dormía, pues después del llamado «Día del terror» nadie quedaba con el ánimo bien puesto.

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-Sweethazelnut.

Imperia: Corazón de Esmeralda  | Primer libro ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora