-¿George? ¿Fred? ¿Ron? ¿Ginny? ¿Hermione?- pregunté, sorprendida- ¿Qué hacen acá?
La mirada de Ginny bajó a la camiseta de Draco que llevaba puesta, sabía que no era mía.
-Pensamos en venir a visitarte porque estaba sola- dijo Ron- Pero tenemos que volver a las seis ¿Vas a dejarnos pasar?
Me hice a un lado para que pudieran entrar, temiendo su reacción al ver a un Draco sin remera en mi cocina, pero el ya no estaba ahí.
-¿Porqué hay dos tazas?- preguntó Hermione, señalando el lugar donde habíamos estado desayunando.
Iba a responder, pero justo apareció Draco, bajando las escaleras y, para mi suerte, con remera. Frunció el ceño al ver al puñado de Gryffindors que estaban mirándolo desde La Cocina. Todos se miraron, inseguros sobre que hacer o decir. Rogaba porque mi novio no dijera nada fuera de lugar. En vez de decir algo, dio media vuelta y volvió a entrar al cuarto de invitados.
Hermione me miró, frunciendo el ceño.
-¿No vas a ir a buscarlo?- preguntó Ron.
-Prefiero que se quede arriba a que diga alguna estupidez. -respondí. No era mi culpa que mi novio tuviera la mala costumbre de insultar a mis amigos.
-Queríamos disculparnos con lo que pasó con Harry- dijo Hermione.
-Sin ofender, pero lo voy a seguir aborreciendo hasta que venga y me pida perdón en la cara, como alguien maduro.
Veía de reojo como Draco espiaba desde la puerta.
-Un segundo- dije, mientras subía las escaleras y entraba en la habitación de Draco. El pretendió estar dormido.-Draco- dije, sacudiendo su brazo- se que estás despierto.
-No quiero bajar. Vas a molestarte conmigo.-dijo, comportándose como un niño con miedo a que lo regañen.
-Baja.-ordené.- O me voy a enojar más que de lo que me enojaría si dijeras alguna estupidez.
El, de mala gana, se levantó y bajó las escaleras sin soltar mi mano. De nuevo ese silencio incómodo.
-¿Ya desayunaron?- pregunté, intentando cortar el silencio.
-No- respondió Ron.
-Si- dijo Hermione al mismo tiempo.
Kii, nuestra elfina domestica, le trajo a Ron galletas.
-Gracias, Kii -ella sonrió y se fue. Odiaba como mis padres trataban a los elfos, era horrible. Cuando era niña, me había prometido nunca tratar a nadie así.
Nos sentamos alrededor de la chimenea en los sillones. Después de un rato, los chicos se fueron al salón de juegos. Esperaba que Draco se comportara.
A penas se fueron, Ginny y Hermione voltearon a mirarme, probablemente esperando una explicación de que hacía el rubio ahí. Les expliqué que su madre le había dicho que venga, pensando que estaría sola. No dejaron de mirarme cuando terminé de hablar, y en ese momento entendí lo que querían saber.
-No pasó nada- dije. Ginny señaló la remera que todavía llevaba puesta.- Creo que debería cambiarme.
Subí a mi habitación y me puse un vestido negro y unas medias del mismo color con unas botas bordó.
-¿Qué estarán haciendo los chicos?- preguntó Hermione.
Ginny se encogió de hombros.
-Hace rato que no escucho voces. -dije, empezando a preocuparme.
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Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-
FanfictionSoy Astrid Wolff y tengo quince años. Soy una bruja y estudio en Hogwarts, mi casa es Slytherin. Este año, decidí que iba a conquistar a mi mejor amigo, Draco Malfoy, o dejaría de hablarle. ADVERTENCIA: Spoiler de Harry Potter y la Orden del Fenix...