Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-

Capítulo 26

         Hablar. Eso era lo único que Pansy hacía, y yo tenía ganas de golpearla. Lo único que me lo impedía era el ver que Blaise la rodeaba con sus brazos y el saber que ya no andaba detrás de Draco. Me había enterado de que se habían vuelto pareja durante el verano. 

   Romina y Elizabeth, mis compañeras de habitación, estaban más molestas que nunca. No les gustaba la idea de perder a su aliada, Pancrasia. Decían que les había "robado a su amiga" a lo que yo les respondía "Te la regalo". Seguía sin caerme bien. No me gustaba la forma en la que mi grupo de amigos se expandía. 

      En clase de pociones, Harry hizo una poción perfecta y le regalaron un frasco de Felix felicis. Seguía sin entender como lo había logrado y yo no, si había seguido las instrucciones al pie de la letra. Seguro estaba haciendo trampa. 

-Princesa- me llamó Draco, mientras salíamos de la última clase del día.- ¿Podrías ayudarme con algo?

   Asentí y lo seguí hasta la sala de menesteres. Entramos y el me mostró el armario evanescente. Ya sabía todo sobre su misión, pero seguía sin poder creerlo. No quería creerlo. 

  Comenzamos a intentar arreglarlo. Yo trabajaba en silencio, intentando no llorar. No quería que ellos entraran, no quería que Draco matara a Dumbledore, sabía lo mucho que le costaría cargar eso en su conciencia. El podría ser algo cruel, pero no era un asesino. Me sentía mal por el. Había vivido toda su vida en la burbuja de la familia perfecta y le arrebataron todo eso en un verano, sin mencionar que yo no estaba ahí para el. Yo siempre había sabido como era mi familia, sin mencionar que no siento ningún apego hacia ellos, a diferencia del albino. Yo siempre había sido del tipo que hacía lo que tenía que hacer, el nunca había hecho nada emocionalmente difícil para el y me preguntaba cuanto tardaría en corromperlo toda la oscuridad que lo rodeaba. Esa barrera protectora de ser un niño lo había abandonado, y ahora estaba expuesto. 

-Ya es hora de cenar- le dije.

-Tengo que terminar esto- dijo, mientras trabajaba frenéticamente. 

-Voy a traer comida- dije, antes de darle un corto beso en los labios y salir. 

   Mientras caminaba por el pasillo, me crucé con Hunter. El comenzó a caminar a la par mío, en completo silencio. Sabía que tenía algo que decirme, así que simplemente escuché a que hablara.

-Peleé con Daphne- dijo al fin.- Ella... está rara. Dice que no va a hablarme hasta que entienda lo que hice ¡Pero no le hice nada!

-Piensa de nuevo. Seguro algo hiciste- dije.

   El siempre hacía algo para enojar a alguien, y después simplemente lo olvidaba y se sorprendía cuando se molestaban con el. Esa era una de las razones por las cuales no le agradaba a casi nadie. 

   Volví a la sala de menesteres y convencí a Draco de parar de trabajar para cenar. El terminó cediendo cuando dije que no comería hasta que el lo hiciera. No importaba que tan importante fuera esto, el no quería que me descuidara y lo amé por eso. 

-Vayamos a dormir- dije, después de una hora- Mañana prometo venir y ayudarte con esto, pero ahora mejor vayamos a la cama, o nos van a venir a buscar.

-¿Vas a dormir conmigo? 

   Asentí. El tomó mi mano y fuimos a su habitación. Cuando le dije que iría a mi habitación, el dijo que usara una de sus remeras, que había visto a Elizabeth y Romina tramando algo y que tenía miedo de que me hicieran algo.

-Princesa ¿Estás despierta?- preguntó, después de un rato. 

   El me abrazaba y yo le daba la espalda, encajando perfectamente con su pecho. Asentí, preguntándome porque no se había dormido todavía.

-Tengo miedo de lo que puedan hacernos si fallo.-admitió.

  Giré en sus brazos y comencé a dejar pequeños besos en toda su cara, mientras le prometía que no nos pasaría nada, que no importaba lo que nos hicieran, seguiríamos juntos y vivos, que sobreviviríamos a todo.

   Unos minutos después, se durmió, con su cara enterrada en mi cuello y mis manos jugando con su cabello. Luego de un rato, caí en un sueño profundo.

  Los días siguientes se resumieron en las clases y ayudar a Draco con el armario. Tanta monotonía me molestaba un poco, pero no podía hacer nada al respecto. Faltar a clases no era una opción y no había forma de que dejara a Draco solo ahí, olvidaría comer o dormir. El mejor momento del día era definitivamente cuando iba a dormir con el, cuando me abrazaba y caíamos en un sueño profundo, donde no nos preocupábamos por lo que tendríamos que hacer al día siguiente. 

  Las cosas entre Hunter y Daphne no mejoraban, y el estaba cada vez más pesado. Draco no paraba de decirme que lo ignorara, pero no podía, era mi amigo. Por suerte, no estaba sola, Astoria también quería que se reconciliaran "No puedo ver a mi hermana tan triste" había dicho.

   Por desgracia, un hecho rompió con esa monotonía y confirmó mi mal presentimiento. Estaba con Draco, intentando arreglar el armario mientras hablábamos de cosas sin importancia para pasar el rato. No recuerdo bien porqué, salió el tema de mi amistad con Hunter.

-...sabes que no me agrada.- decía.

-Reitero, es mi amigo, no el tuyo, no tiene porqué agradarte. 

-Pero es obvio que le gustas...

-No digas idioteces- lo interrumpí- el está perdidamente enamorado de Daphne y se nota a kilómetros, no me vengas con tus celos.

-¿No te dijo que pelearon? Conociéndolo, seguro que está buscando una nueva novia.

-¿"Conociéndolo"? No lo conoces, nunca le hablas y si lo haces es para decirle que se aleje de mi. El no quiere estar conmigo, somos como hermanos. En serio, podes ser muy idiota cuando estás celoso.

-¿Idiota? ¿Si soy idiota porqué estás conmigo?- preguntó, ahora molesto. Intenté responder, pero no me lo permitió. -¿Sabes que? Mejor ve a dormir.

    Me encogí de hombros, fingiendo desinterés, aunque sus palabras me dolieron.

-Bien. Nos vemos, Malfoy- dije, antes de irme.

   El no hizo ademan de besarme o abrazarme, así que me fui a mi habitación, donde Romina y Elizabeth dormían plácidamente.

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Woah, dos capítulos en un día. Estoy intentando actualizar más seguido y quiero saber si les gusta la historia.