Astrid
Las cosas en la casa de mi tía no estaban tan mal. Estados Unidos era un lugar lindo. Amaba mi habitación. Ya me había inscrito en Ilvermony. Era libre de hacer lo que quisiera.
A pesar de todo eso, aún me sentía vacía. Extrañaba Hogwarts. Extrañaba a Draco y mucho. También a Blaise y Theo, pero no tanto como al albino. Sabía que estaba molesto conmigo, ya que no había enviado ninguna lechuza ni había escrito algo en su cuaderno. Todos los días tomaba el mío y lo releía. Ya lo sabía de memoria, pero era una de las pocas cosas que me quedaban de el, a parte de el anillo que nunca me sacaba.
Extrañaba todo. El Londres muggle, los Weasley, Hermione, el Quidditch, hasta discutir con Pansy ¿Que tan tenía que estar como para extrañar algo que tuviera que ver con Pancrasia?
Siempre me preguntaba si había hecho lo correcto al irme. Tal vez debí haberme quedado, en vez de huir como una cobarde. Espanté la idea, irme no había sido cobarde, quedarme hubiera sido suicida. No era una Gryffindor, solo quería vivir, ser una heroína no estaba en mi lista de cosas por hacer, para eso estaba Harry. El era el "Elegido" yo no tenía porque quedarme ahí. Entonces... ¿Porqué me sentía tan mal?
Ya me había acostumbrado a mi forma de loba. Me ayudaba a conciliar el sueño, ya que el nuevo lugar y los pensamientos no me dejaban dormir.
Aquel día, el cuarto de las vacaciones de verano, mientras revisaba mi cuaderno, apareció un nuevo mensaje.
"Guarda tus cosas, vamos a buscarte, princesa."
"¿Que?"
El no respondió. No entendía lo que había querido decir, así que decidí no hacer nada. Dejé mis cosas tal como estaban, no planeaba irme. Menos sin decirle a mi tía antes.
Releí el mensaje varias veces, pero seguía sin saber a que se refería. No podía venir a buscarme, sus padres no se lo permitirían. Además, el estaba enojado conmigo ¿No? Entonces ¿Porqué decía que vendría?
"Draco, no hagas ninguna estupidez."
El no escribió nada. Me ponía nerviosa. Tenía miedo de que hiciera algo estúpido y terminara en prisión.
Guardé mi cuaderno en mi armario, en un hueco detrás de los libros que nunca leía, ya sea porque eran de la escuela o porque simplemente no me gustaron. Mi tía no sabía que lo tenía, y tampoco tenía que saberlo. La única condición que había puesto al aceptarme en su casa era cortar cualquier contacto con cualquier persona que haya conocido en Hogwarts, o que fuera de mi familia (a excepción de ella, obviamente). En ese momento, acepté sin dudarlo, sabía que era un gran esfuerzo para ella hacerse cargo de mi sin que mi madre se diera cuenta. Pero, no importaba cuantas veces había pensado en quemar o destrozar el cuaderno, porque sentía que estaba traicionando su confianza, no podía. Al final, me convencí de que no era "mantener contacto" si no le escribía. De esa forma, sería como una especie de diario que compartía con mi hurón. De todas formas no me arriesgaría a que ella supiera de su existencia.
Justo después de guardarlo, mi tía tocó la puerta. Acomodé mis libros rápidamente antes de tomar un álbum de fotos que había comenzado en mi primer año de Hogwarts. Le dije que pasara.
-Solo venía a recordarte que mañana vamos a ir a la casa de una vieja amiga a cenar, su hija va a Ilvermony y sería bueno que ya tengas una amiga antes de comenzar.
Asentí, fingiendo emoción para no preocuparla. La verdad era que no quería nuevos amigos, ninguno de ellos me levantaría el ánimo como Blaise o me entendería como Theo. No quería una nueva enemiga, ninguna de ellas sería capaz de odiarme tanto como Pancrasia. No quería otro par de chismosas, ninguna sería tan manipulable como las Greengrass. No quería otra segunda opción, nadie entendería la complicada relación que mantenía con Hunter. No quería a otros que quisieran ser como mis hermanos, nadie podría reemplazar la calidez de los Weasley. No quería otra casi-cuñada, ninguna estaría tan estúpidamente enamorada de alguno de esos amigos que consideraba hermanos. No quería otro chico irritante, ninguno podría ser tan inútil y presumido como Harry. Pero, más que nada, no quería otro novio. No había nadie en el mundo que pudiera reemplazar a Draco. Ese albino fue mi mejor amigo desde los once años y mi primer novio, nadie podría tomar su lugar. Me negaba a pensar en que alguien podría ser como el, celoso y presumido, pero al mismo tiempo, dulce y protector. Definitivamente iba a morir sola si no estaba con el.
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Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-
FanficSoy Astrid Wolff y tengo quince años. Soy una bruja y estudio en Hogwarts, mi casa es Slytherin. Este año, decidí que iba a conquistar a mi mejor amigo, Draco Malfoy, o dejaría de hablarle. ADVERTENCIA: Spoiler de Harry Potter y la Orden del Fenix...