Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-

Capitulo 18

Después de la cena, Draco y yo nos dirigimos hacia la sala común. Cuando todos se fueron, pude preguntarle algo que había estado rondando mi mente desde la excursión a Hogsmade.

-¿Que es tu boggart?- pregunté.

-Sos vos. Con Hunter. El te abraza y cuando se dan vuelta, te clava un puñal en la espalda.

Oh. No me esperaba eso.

-¿Y cuando viste un boggart? -pregunté. Debió haber visto alguno para saber en que se convertiría.

-En el verano.-respondió, con la mirada perdida en el fuego.

-No me lo dijiste.-murmuré.

-Si te lo decía, habrías preguntado que había visto.

Parecía estar prestando atención a algo más. Su mente parecía estar pensando en otra cosa.

-¿Draco?

-Mmhmm

-¿En que piensas?

Tardó en reponder, como si fuera una pregunta demasiado complicada. Estaba por repetir la pregunta, cuando al fin contestó.

-En como sería el mundo si El lo gobernara ¿Que pasaría con nosotros?

-Probablemente seamos personas importantes y con dinero, teniendo en cuenta que nuestros padres y yo somos mortifagos.

-¿Crees que yo seré mortifago? - no quería responder a eso- Yo no soy como mis padres, o como vos. Yo no disfruto hacer sufrir a la gente como ellos, ni tengo el valor para hacer lo que sea necesario, como vos.

-Créeme, es más miedo que valor- respondí- Cuando llegue el momento de hacer lago terrible, ahí vamos a saber si se actúa por miedo o por valor.

-No quiero ser mortifago.

-¿Crees que tienes opción? Es eso, o morir. -respondí.

El tragó grueso.

-¿Porque mientes?-pregunté- Eso no era en lo que estabas pensando.

Aún tenía la mirada perdida en el fuego y tardaba en responder. Odiaba que hiciera eso.

-No me preguntes porqué, pero Elizabeth revisó tus cosas. -comenzó a decir.- Escuché como le decía a Pansy que había encontrado un libro extraño debajo de tu cama. Yo le saqué el libro e iba a devolvértelo, hasta que vi el título ¿Cuando entraste en la sección prohibida? ¿Como planeas hacer esto? ¿Porqué?

-No se de de estás hablando. -mentí.

-Si lo sabes- dijo, sacando el libro de su mochila. Era negro y estaba algo gastado. Las páginas estaban llenas de polvo, ya que probablemente nadie lo había leído en años. En la tapa, se podían leer claramente en letras doradas "Como Convertirse en Animago Paso por Paso".

-Los gemelos Weasley y Ron me ayudaron. Ron le quitó su capa a Harry y los gemelos se aseguraron de distraer a Filch y a la señora Norris. Yo me puse la capa y entré en mitad de la noche, usé un hechizo para poder ver en la oscuridad. Robé el libro y volví. No fue tan complicado. El como planeo hacerlo, eso lo explica bastante específicamente el libro. Y el porqué, bueno, eso es más complicado de explicar, pero la razón principal es que, si mis padres no se enteran, podré escapar. Si ven a un lobo, no van a pensar que soy yo y van a seguir buscando.

-¿Y no ibas a decírmelo?-preguntó, sonaba algo dolido, pero más que nada enojado.

-¿Que hubieras dicho? "Hola, Draco ¿Sabes que? Me voy a convertir en mortifaga para huir a Estados Unidos y comenzar de cero ahí" ¿Como hubieras reaccionado?

-Tal vez habría querido ir contigo. Yo también quiero escapar de todo esto. En especial de mi padre. -No había pensado en eso. Sinceramente, no veía a Draco Malfoy escondiéndose en callejones e intentando encontrar trabajo. -Podemos irnos juntos. Si hubiera sido mi idea, te lo hubiera dicho.

-Tu vida no está arruinada todavía. No hace falta que te vayas tan lejos. Solo tenés que esperar a que se calme todo y, cuando tus padres estén en Azkaban, vas a quedarte con toda su fortuna. Te vas a casar y vas a tener una linda vida acá, sin tener que dejar todo. Y, si el gana, tu familia va a ser importante y poderosa. Yo no puedo, ya estoy marcada. Si el no triunfa, voy a ir a Azkaban, y si triunfa, tampoco va a ser bueno para mi. No me conviene ninguna, solo escapar. No necesitas irte, yo si.

   El dejó el libro y se fue a su habitación.

-¡Draco!- lo llamé, pero el ni se inmutó.

Abrí el libro en la última página y leí lo que decía. Solo me faltaba un paso y lo lograría. Lo haría al día siguiente, era muy peligroso intentarlo en la Sala Común. Subí a mi habitación e intenté dormirme, en parte triste por la reacción de Draco y en parte emocionada por al fin terminar con la transformación. Desde segundo año lo estaba intentando. Tres años, y por fin lo lograba. Tenía la esperanza de que nadie lo supiera, pero Elizabeth había arruinado eso.

-¿Discutiste con tu novio, animal?- preguntó la maldita buchona.

Yo tomé mi varita.

-Obliviate.

Una menos, solo tenía que hacer lo mismo con Pansy. Confiaba en que Draco no me delataría.

Con Elizabeth atontada, me fui a dormir.

Al día siguiente, Draco seguía enojado.

-¿Enserio estás molesto por lo de anoche?- le pregunté, mientras esperábamos a Theo y Blaise.

-¿Que esperabas? Podrías habérmelo dicho. Yo te lo hubiera dicho. Seguramente se lo dijiste a Hunter.- bajé la mirada.- No puede ser ¿El sabe?

No respondí.

-¡¿El sabe?!- yo asentí levemente- ¡¿Se lo dijiste a el y no a mi?!

-Eso es diferente- dije.

-No, no lo es.

-El me vio saliendo de la biblioteca con el libro. -expliqué. - No me quedó otra opción. El tine el otro ejemplar.

Draco negó con la cabeza.

-¿Porqué no me lo dijiste?

-Porque tenía miedo. -admití- Tenía miedo de tu reacción. Comencé con esto a los doce, el día en el que comencé a intentarlo te escuché hablando mal de los animagos y me dio miedo que lo supieras y me odiaras por eso.

-No vuelvas a ocultarme algo así ¿Bien?

Yo asentí y el me abrazó.

Estaba saliendo de pociones, cuando Pansy se me acerca.

-No tengo tiempo para tus tonterías, Pancrasia- le dije, mientras aceleraba el paso.

-Para esta si tendrás tiempo, animal.-dijo, caminando a mi lado- ¿Sabes que convertirte en animaga es ilegal, si no te registras? ¿Que pensará Umbridge cuando se lo diga? Mantente alejada de Draco, y yo voy a guardar tu pequeño secreto.

-No voy a alejarme de Draco, y no le vas a decir a nadie. Te mataría por saber demasiado, pero es ilegal y no quiero ir a azkaban- revisé que no hubiera nadie cerca- Obliviate.

-¿Que hacen acá? ¡Vayan a clase ahora mismo!- nos ordenó Minerva McGonagall.

-Disculpe, profesora, es que Pansy no se siente muy bien. Voy a llevarla a la enfermería, con permiso.

Se notaba que Pansy estaba algo mareada, así que hice que se sentara en un pasillo y me fui a mi siguiente clase. Probablemente la castigarían por saltarse una clase. Todo había resultado mejor de lo que esperaba. Esa tarde, después del entrenamiento de Quidditch, me dirigí hacia la Sala de Menesteres. Cuando entré, vi que Hunter ya estaba ahí. La sala se había convertido en un lugar completamente vacío, con piso de madera y paredes cubiertas de espejos.

-¿Crees que lo logremos?- preguntó.