-¿Que pasa?- preguntó, seguramente mi expresión había cambiado. - Volvieron ¿Verdad?
Yo asentí. No había escuchado esas voces desde el verano, cuando me volví mortifaga. Había comenzado a escucharlas cuando era una niña. No sabía porqué las escuchaba, ni como hacer para callarlas permanentemente, así que me limitaba a beber una poción. "¡DEJA DE IGNORARNOS!" Gritaron las dos al mismo tiempo. Comencé a sentirme mal, sentía como ambas voces buscaban en mi cerebro, buscando debilidades para volverme loca lentamente. Mis piernas me fallaron y se doblaron, casi caí, pero Draco me sostuvo, tomándome de la cintura.
-Siéntante -dijo.
Yo obedecí y me senté, el me imitó. Mi cabeza comenzó a dolerme mucho. El me rodeó con sus brazos y yo apoyé mi cabeza en su hombro. Después de unos minutos, el dolor paró. En parte estaba aliviada porque mi cabeza ya no dolía, pero sabía que eso significaba que ellas habían encontrado lo que buscaban. Era solo cuestión de tiempo que me conviertan en alguien como mi madrina.
-¿Ya estás mejor?- preguntó. Yo asentí.- Deberíamos entrar, van a castigarnos si nos ven afuera.
Volví a decir que si con la cabeza. El me ayudó a levantarme, aunque no lo necesitaba, y tomó mi mano. El nunca me había juzgado por las voces, y me gustaba eso. Sabía que si otra persona se enterara, probablemente me llamarían loca o me internarían en San Mungo por el resto de mi vida. Eso sería insoportable.
Los demás aún estaban cenando, así que la Sala Común estaba completamente desierta.
-¿Aún tienes la poción?- preguntó.
-Si, está en mi habitación. - Esa poción callaba a las voces por un mes. Era por eso que no las escuchaba hacía tiempo, este mes había olvidado tomarla. -Voy a ir a buscarla.
Me dirigí hacia mi habitación y abrí la caja rosada que estaba escondida debajo de mi cama. Cuando encontré la poción morada, la bebí y volví a bajar.
-¿Ya la tomaste?
Asentí y me senté a su lado en el sofá. El pasó un brazo por sobre mis hombros. "BESALO" dijo una de las voces. La poción tardaba una noche en hacer efecto. "GOLPEALO" dijo la otra.
-¿Quieres quedarte conmigo hasta que haga efecto?- preguntó.
-Por favor, no quiero que Elizabeth y Romina me escuchen hablando con las voces mientras duermo.
-No hay problema, vamos.
Me guió hasta su habitación, el no la compartía con nadie. Vi que tomaba su varita.
-¿Que haces?- pregunté.
-Voy a hacer aparecer un colchón- explicó.
-¿Y si duermes conmigo?- pregunté, sin mirarlo a los ojos y tragando mi orgullo.
-Pensé que me querías lejos- dijo, sonriendo con satisfacción.
-No sonrías así, simplemente creo que... -piensa, Astrid ¡Piensa!- me voy a sentir mejor si se que no te estoy robando tu cama.
-Mentirosa- dijo, sin dejar de sonreír.
Fui a mi habitación para ponerme mi pijama. Cuando volví, el no tenía la remera puesta ¿Iba a dormir así? Y después yo era la desabrigada. Me metí debajo de las pesadas mantas y el me imitó. Sentí como me abrazaba por detrás. "Dile que se aleje" dijo una voz, "¡NO! No dejes que se mueva" dijo la otra. Las voces siguieron discutiendo, no me dejaban dormir.
-Te amo, princesa- murmuró Draco.
Me giré lentamente y vi que tenía los ojos cerrados. No recordaba que el hablara dormido.
-Yo también te amo, hurón- susurré, casi inconscientemente.
El abrió los ojos y sonrió. Sabía que el no hablaba dormido. "La cagaste. Se suponía que estábamos enojadas" dijo la voz número uno, "¡Cállate! Ya lo dijo, y ahora se van a reconciliar ¡Yeyyy!" Dijo la voz número dos.
-Lo sabía- dijo el rubio.
-Estoy medio dormida, ya ni se lo que digo- mentí.
-No intentes engañarme, no vas a poder. Ya lo dijiste- ¿Porque abrí la boca? "Porque lo amas" dijo Dos, "Porque eres idiota" respondió Uno.- Entonces ¿Volverás a ser MI princesa? -preguntó, haciendo énfasis en el "MI". Tenía una enorme sonrisa.
-Eres un idiota.
-¿Eso es un si?
Si. "NOOOOOOOOOOO" gritó uno, "¡SIIIIIIII!" Chilló dos.
-Responde antes de que las voces te hagan cambiar de opinión- bromeó.
-Yo no te tiro de la torre de astronomía porque te quiero-dije. - Voy a volver a ser tu princesa, pero intenta confiar en mi. No te digo que dejes de ser celoso, porque se que sería querer cambiarte, solo que confíes en mi.
El asintió y me besó.
-Deberíamos dormir-dije.
El asintió, besó mi frente y cerró los ojos.
Cuando desperté la mañana siguiente, el seguía dormido. Intenté irme sin despertarlo, pero no lo logré.
-¿A donde vas?- preguntó.
-A mi habitación para ponerme mi uniforme- dije.
El asintió y yo salí. Cuando bajé, vi a Pansy en la Sala Común. La ignoré y seguí caminando hasta mi habitación y me puse mi uniforme. Cuando bajé, vi que Draco y los chicos ya estaban ahí.
-Olvidaste el anillo- dijo Draco, entregándomelo.
Yo sonreí y me lo puse.
Sentí una mirada clavada en mi nuca y me giré para ver de quién se trataba. Pansy. Yo le dediqué una sonrisa triunfal, antes de salir.
-Se acercan los TIMO - comentó Theo, preocupado.
-No seas tan aguafiestas, falta para eso- le reclamó Blaise.
-Y por eso después estás rogando por nuestros apuntes- le recordó Draco.
-No se como voy a hacer para sobrevivir a esos exámenes. Son demasiados en la misma semana y no puedo darme el lujo de reprobar alguno- dije, preocupada- Ni aunque empezara a estudiar ahora tendría suficiente tiempo.
Todos los años veía a los alumnos de quinto año con ojeras y muy delgados. Muy pocos iban a cenar, y los que iban, repasaban mientras comían. No quería que me pasara lo mismo, pero tendría que elegir entre mi salud y mis calificaciones. Podría comer y dormir más tarde, los TIMO no se atrasaban.
-No exageres- dijo Pansy.
-¿Y a vos quién te habló, Pancrasia?
Pansy abrió la boca para decir algo, pero Astoria la detuvo.
-Pansy, basta.
Astoria había estado extraña desde que Daphne comenzó a salir con Hunter. Ultimamente estaba más... amable. A juzgar por las caras de los chicos, ellos tampoco se lo esperaban.
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Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-
FanfictionSoy Astrid Wolff y tengo quince años. Soy una bruja y estudio en Hogwarts, mi casa es Slytherin. Este año, decidí que iba a conquistar a mi mejor amigo, Draco Malfoy, o dejaría de hablarle. ADVERTENCIA: Spoiler de Harry Potter y la Orden del Fenix...