Capítulo 1

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Este momento de la tarde es perfecto para mi, descalzarme y correr con la brisa tibia rozando mi piel, el piso húmedo y frío bajo mis pies y saltar, caer de golpe en el agua fría del lago ese impacto que me hace sentir viva y nadar, la paz al fin invade mi mente ya no pienso en nada solo en nadar. Coordinar cada extremo de mi cuerpo en el siguiente movimiento, acompasar mi respiración; y disfrutar de mi entorno, minutos, horas, no lo sé. Es ese instante preciado en donde permaneces latente en el tiempo, y todo fluye y continua sin que lo percibas ni te afecte. Quedó exhausta mirando el cielo, flotando; veo en el atardecer una gama de colores hermosos que cruzan el cielo, me quedaría a apreciarlo pero se que debo volver. Por primera vez desde que caí al agua presto atención a mi ubicación, me aleje demasiado, debo nadar rápido para volver a tiempo o preocupare a mamá.

Mi mente comienza a funcionar nuevamente, veo a mamá delgada, cabello corto oscuro y a pesar de la expresión severa de su rostro es la persona mas dulce que conozco, está mirando por la ventana a un punto fijo o a nada tal vez, absorta en sus pensamientos. Al acercarme algo en ella me extraña creo que se ve algo preocupada, tal vez algo en el jardín donde trabaja. Me envuelvo en la toalla que siempre dejo en el fondo de casa cuando salgo a nadar y me apresuro a entrar a casa. Mamá no dice nada, creo que ni ha notado mi presencia, no me miraba a mi solo miraba por la ventana hacia afuera, no me vio pasar siquiera. Tal vez debería preguntarle como se encuentra pero confió en que si algo sucede me lo comentará, me presionan tanto para que me abra y cuente todo lo que siento luego de lo ocurrido en la cabaña que he aprendido a respetar mucho el espacio de los demás, si ella quiere me lo contará, mejor voy a bañarme así puedo ayudarla con la cena.

Una ducha caliente, un pantalón deportivo, zapatillas cómodas una remera gigante y hogar dulce hogar, cepillo mi pelo lo más rápido que puedo es un montón de rizos rojos que creo tienen vida propia y necesitan de paciencia para ser domados, como no la tengo siempre ando despeinada.

Mientras bajo las escaleras escucho Queen sonar con la canción "Somebody to Love" y mama cantando, bajo las escaleras corriendo y cantando los coros, creo que estropeo la armonía de mamá y Freddy pero es divertido.

_¿cocinamos juntas má?

_Ya puse pollo al horno y estoy haciendo puré, si quieres siéntate y me cuentas que tal fue tu día.

_No hay mucho para contar, el liceo bien, luego estuve con Sofia y cuando llegue prepare todo para mañana y nade un rato.

_Mi niña grande, estoy muy orgullosa de ti. ¿Lo sabes verdad?

_Tengo un buen ejemplo

_No amor, tu y tu hermano van a ser mejores que yo.

_No digas eso!- y la miro algo espantada por su comentario, no es normal escuchar esas cosas de mi madre, siempre intenta ser positiva y tiene una fuerza interna que anima a todos. 

Pero ella se ríe y yo también, la miro y solo puedo pensar en como hacer esos instantes eternos, son estos los detalles que nos llenan el alma, como cada pequeño eslabón de una cadena infinita.

Llega Diego sucio, embarrado por completo, nose si jugó fútbol como dijo o si fue una lucha en barro, se ve que mamá y yo pusimos la misma cara de asco porque se ríe.

_ ¡Que rico olor en esta casa! - grita haciendo gestos que nos hacen reír a mamá y a mi. 

_A comparación tuya hermano cualquier olor es agradable- mi madre me hace un gesto para que calle y le dice a Diego que no pise la alfombra con los pies embarrados.

-Me baño rapido y bajo.

-No tan rápido- le grito en broma

- Ayúdame a poner la mesa hija

Perdida en mi (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora