Capítulo 15

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No lo llegue a lastimar, al menos no tanto como quería. 

Empuje con todas mis fuerzas la punta de la escoba hacia su cuello, pero sentí dos manos fuertes que me tomaban la cintura por detrás y me levantaban del suelo como si no pesara nada; no sabia quien era ni que pretendía pero sinceramente no me importaba en ese momento de rabia. De lo único que estaba pendiente y segura era de que la escoba se desvió, en vez de impactar de lleno en la garganta de ese hombre asqueroso que representaba en este momento una mezcla de todo lo que repudiaba en mi vida, rasgo un costado haciendo una herida que como mucho implicaría 5 o 7 puntos de sutura; una herida mucho menor que la que pretendía hacerle. 

En su rostro podía ver un intento de mueca burlona, pero sus ojos, los ojos que nunca mienten, mostraban sorpresa y destellaron terror ante mi ataque. Ahora estaba tan confundido como yo, con la diferencia de que a mi ya nada me asusta y el si esta preocupado revisando nuestro alrededor. Mis ojos destellan rabia, puedo saberlo sin verlos, siento como fuego que me corre por las venas y se me desbordaba en la mirada, nunca me había sentido así pero claro que nunca estuve tan viva como ahora; convirtiéndome en una mujer que lleva las riendas de su vida y que no deja que un canalla la acobarde. 

No me desprendí de mi arma sin importar que mis pies aun no tocaban el suelo, la tome con mas fuerzas sin atisbo de duda, dispuesta a usarla ante el primero que se mostrara frente a mi; pero nadie lo hizo solo escuche murmullos de la multitud que parecía aumentar en torno a nosotros. 

El tiempo que nunca espera continuo pasando, y a aunque no fueron mas que minutos yo pude sentir a la noche cayendo entre nosotros, abrazándonos, pero no sentí miedo, me sentí inmensa, invencible. Sabiéndome por encima de todos ellos, temerosos de perderse en esta oscuridad, quedando resegados en la vida, pensando que con un solo movimiento en falso podían perder todo, lo sé porque a mi también me pasó. no los veo, pero los siento, siento sus respiraciones, sus murmullos nerviosos, el calor que emanan de su cuerpo, su sudor que huele a miedo; así estuve yo en esa maldita cabaña por personas tan viles como el pescador que tengo en frente intentando inútilmente tapar su herida con la mano. Los papeles se voltearon, yo los voltee porque no pienso ser victima ni un minuto mas, creo que la mayor ventaja de estar perdida y saberlo es que ya no tienes miedo a perderte.

Estuve inmóvil estos minutos, observando y calculando como el animal que asecha su presa, la tensión aumento pero no era algo que me molestara ya, pero podía ver en los ojos de aquel pescador lo nervios que aumentaban y comencé a reír. Nadie lo esperaba porque el murmullo aumentó, y el pescador me vio a los ojos desconcertado.

_ ¿Necesitas de tanta compañía para una travesura?

_ No, yo... - lo interrumpí, no tenia derecho de hablar aún. 

_ Casi parecías un hombre valiente, ¿te acobardas ya? ¿O es que de a grupo se sienten mejor? De a uno me los cargo y no me importa cuantos sean

_ No estamos acá para intervenir y en el barco no están permitidos los pleitos- dijo con voz gruesa el hombre que aún me tenia sujeta por la cintura a unos centímetros del suelo, no esperaba otra voz si me tenía sujeta como a un saco de plumas, no se le escuchaba ni cansado. Pero estaba muy alterada como para asustarme

_ Estas interviniendo, no te escuche preguntar ni pedir por favor para sujetarme 

_ Solo intentamos que se lastimen o empeoren las cosas

_ Así que hablar por todos aquí

_ Si

_ Entonces diles que se vallan a la mierda con su pescador degenerado y todo

_No estamos a favor de nadie

_ No lo parece, no veo que nadie lo este agarrando a él- y volví a mirar al pescador que me agredió con todo el asco del mundo, como quien se dirige a la peor basura

Perdida en mi (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora