Capítulo 20

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_ Yo no lo sabía

_ Lo sé pero eso no hace la diferencia

_ Lo lamento tanto

_ No por la razones correctas, no lo lamentas en verdad

_ Claro que si

_ No Carina, lo que lamentas es haber golpeado a mi hermano, haber echo algo que me lastima, haber echo que me enfadara contigo; no lamentas haber golpeado a Manuel.

_ Tengo mis razones

_ ¿Y acaso eso te justifica? Por favor Carina no me insultes, sabes muy bien que eso no te justifica

_ ¿Y que si no lo se? ¿Y qué si creo que volviendo el tiempo atrás haría lo mismo? 

_ Entonces no sos la persona que creí que eras.

_ Tal vez no

_ Creo que lo mejor sera tomar distancia un tiempo e intentar ir aclarando todo, con el tiempo ya veremos lo que va pasando 

_ ¿Estás terminando conmigo?

_ Si Carina, va a ser lo mejor por el momento al menos.

_ Eres demasiado severo e injusto conmigo

_ ¿No lo estas siendo tu también con todos a tu alrededor?

No pude responder a su pregunta, solo me di la vuelta y me fui, con mis ilusiones destrozadas, el corazón roto y el animo por el suelo. Me sentía fatal, jamás me había sentido así.

No volví a mi casa, no es que lo decidiera solo sucedió así, salí de la casa de Enzo casi que corriendo con la cabeza dando vueltas y las lagrimas agolpándose en mis ojos hasta escurrir por mis mejillas. Así camine sin rumbo por las desoladas calles de Roldo, pensando en como pude arruinarlo todo en tan poco tiempo, en como aunque intente ser fuerte y tener el control todo se me va de las manos y la vida caprichosa pega vuelcos sin oírme rogarle por un poco de paz y estabilidad, poniendo todo de cabeza y destrozandome sin piedad. 

Llegué al muelle y caminé por él, sentándome en el borde a contemplar el agua, recién en este instante soy consciente de que voy descalza y con el pijama que me coloque luego de bañarme; la brisa fresca del mar por la noche me envuelve y siento frío.

Comienzo a llorar, no por el frío que siento, no por que Enzo me dejara, no por discutir con Diego, no por golpear a mi hermano que ahora sé que se llama Manuel, no por descubrir el engaño de mi padre, no por desesperación, no por ansiedad. Lloro porque si no es llorar no se que hacer en este momento, no se como liberar la presión que este vacío esta generando en mi pecho sino es llorando, el sentimiento de abandono inundó mi cuerpo; subí mis rodillas y las abrace. No se cuanto tiempo pasé así, solo sé que la noche callo sobre mi con toda su plenitud y que apenas podía ver mi sombra meciéndose sobre el agua. 

Sentí unos pasos en el muelle que hacían crujir la madera, no di importancia a esos lejanos pasos, estaba muy perdida en mi mente como para atender mi entorno. Pude ver los pies que se detenían a mi lado pero no llegue a distinguir nada mas que sus siluetas, se adelantaron un poco mas y se sentó a mi lado.

_ ¿Que te pasa?- tenia la voz distorsionada, como cuando uno lleva mucho rato llorando y no reconoce su propia voz al intentar decir algo, carraspeó un poco y dijo para tranquilizarme_ Juro que no te voy a hacer nada.

_ No me importa Javi, ¿que mas mal me puedes hacer? ¿que mas mal me pueden hacer? ¡púdrete! ¡pudranse todos en esta mierda de vida!

_ No puedo decir que no me lo merezco

_Claro que no, claro que no puedes, vergüenza debería dirijirme la palabra, me da asco escuchar tu voz, me da asco tenerte cerca, me da asco respirar el aire que contaminas. 

_ Perdón

_ ¿Me pides perdón? No quiero tu perdón, no acepto tu perdón, ¿como te atreves? me arruinaste la vida.

_ Lo sé, soy un maldito, un desgraciado, se que no merezco siquiera vivir, yo me alejé del camino y cuando fui consiente ya era demasiado tarde. No fue mi intención lo de aquella cabaña, no sabia lo que los demás te hicieron y estaba muy drogado como para que me importara.- Lloro con tanta angustia y desesperación que pude creer en su dolor_ Yo me perdí, me dejé llevar y me convertí en esta mierda, miro hacia atrás y no se ni cuando fue que comencé a ser esto. Luego de la cabaña no quise volver a la realidad, me drogue mucho mas y cuando las drogas no alcanzaban buscaba alguna paliza o algo por el estilo que me dejara inconsciente; pase todo este tiempo así. He robado a todo el mundo que he podido por conseguir esta maldita droga.

_ Creo en tu dolor pero lamento decirte que no me trae mas que felicidad, no es ni una pizca de lo que yo he  tenido que pasar y el mal que uno hace tarde o temprano le cae encima. Te lo mereces, una y mil veces te lo mereces; pero aunque sea así se que tu madre y hermana te ayudaran si se lo pides. - No sé porque dije esto, no se porque a cada palabra mía salían borbollonees de odio, en realidad yo no soy así, su llanto me conmovía sinceramente pues a nadie se le niega el perdón si el arrepentimiento es verdadero; no importa lo que me aya echo si esta arrepentido como veo y creo que lo está su consciencia es suficiente castigo.

Pero lo dicho dicho está y el daño que causas no puede enmendarse, Javi lloraba y gritaba desconsoladamente y golpeando la madera del muelle, haciendo que las palabras que de mi boca salieron me duelan mas a mi que a él. 

_ ¿Qué sucede? - me animé a preguntar consiente de que no quería oír la respuesta 

_ Mamá me llamó ayer por la tarde, me dijo que tenia una nueva oportunidad, un trabajo que le había salido bien y que podía enviarme a una clínica de rehabilitación, que me lo pensara bien que todos merecemos el perdón y una buena vida. Le dije que si, por muy canalla que soy le dije que si, para que no me diera lata y me dejara que estaba en medio de un negocio; me dijo que valla a la noche que haríamos una cena rica así me bañaba, descansaba bien y a la mañana íbamos a la clínica. Corté con ella y el viejo se nos había ido, me enoje y pensé que si me hizo perder esa plata me la haría ganar y vine por eso. Llegue a casa sin decir nada, Tamara- su llanto aumentó_ Tamy me tiene miedo por todo lo que ha oído y se ha enterado de mi, cumplió nueve la semana pasada y mamá ya le ha dicho que no se ande sola y se cuide de tipos malos, tipos como yo maldita sea. Como mamá vio que Tamy estaba nerviosa y me vio enojado a mi, se pensó que me enojaba que Tamy me tuviera miedo de mi y la mando a hacer las compras para la cena. Le dije a mamá que iba a pasar a ducharme, abrí el grifo y salí por la ventana, esperé escondido a que Tamy saliera de la casa que se había ido a calzar y a abrigar. Cuando salió de la casa y me vio sabia que la robaría, tan chiquita Cari y sabia la mierda que soy, se asustó mucho porque escucho mil cosas de mi, que soy un degenerado y todo; corrió sin mirar para alejarse mio y un auto la atropelló, murió en el acto y mamá lo vio todo. Tamy de los nervios se había dejado la plata en la cocina y yo la maté la maté por nada, por la basura que soy. 

No supe que decir, quise abrazarlo pero no me atreví, quise decirle que no tuvo la culpa que fue un accidente y que ni el ni su madre merecían tal dolor, que ahora su madre lo necesitaba mas que nunca, pero supongo que en ese momento estábamos mas conectados que nunca

_ Te perdono

_ Gracias- me dijo volteando hacia mi sorprendido, tenia la cara desfigurada de tanto llorar y se le veía el dolor y el peso que cargaba.

Sus ojos me capturaron, me perdí descifrando tantos sentimientos que enredaban, hacia mucho que no los veía pero los seguía leyendo con la misma facilidad; pude verlo y reconocer a ese Javier del cual un día me enamore. No pude ver el arma y cuando disparó solo escuché el sonido replicado mil veces en el eco de la noche y la soledad que nos rodeaba. 

Perdida en mi (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora