¿Qué hubiera pasado si Jaime Lannister no se hubiera convertido en un miembro de la guardia real en su juventud?
La historia se remonta un poco antes de la rebelión de Roberth y desde ahí, en adelante.
Todos los personajes pertenecen a George R. R...
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El mentón de Leonor descansaba sobre sus brazos cruzados que se apoyaban en el marco de la ventana, su mirada estaba fija en el bosque, en los arboles que movían sus ramas a través del viento, libres y en su interior se agolpaban tantos sentimientos a los que ella no estaba acostumbrada y de los que nadie le advirtió.
Leonor siempre estuvo acostumbrada al amor que le había dado su padre y Cat, se sentía agradecida al saber que su padre la amaba pese a haber perdido a su esposa por su causa, Lysa era la única que no dejaba de culparla diariamente por la muerte de su madre, pero desde un punto hasta esa parte, los comentarios de su hermana le resbalaban por inercia, la ignoraba automáticamente, ella no le podía hacer daño "ella era fuerte" Arthur no dejaba de decírselo a través de sus cartas.
Pero Leonor, no estaba acostumbrada a esos nuevos sentimientos dentro de ella, que la hacían sentir débil y llorona, por las noches soñaba con sus ojos violetas y su mirada, no sabía que significaban esos nuevos sentimientos hasta que su hermana Cat se lo dijo "estás enamorada" y le advirtió que no había vuelta atrás "Por favor, aléjate de él, terminarás sufriendo" le continuó advirtiendo, pero ¿Por qué tenía que ser así? Decidió entonces no ignorar ese sentimiento y admitir el profundo amor que sentía por el caballero de Campo Estrella, decidió tomarlo como un impulso, como su motivación para vivir una vida feliz.
La ultima carta que había recibido de Arthur había sido hace tres meses, desde entonces no había sabido nada de la espada del alba y había comenzado a sentirse preocupada, pero también Leonor Tully tenía otras preocupaciones; su amiga Lyanna Stark.
Hace unos días había recibido una carta de parte de la Stark suplicándole ayuda, pues aparentemente, Lyanna se vería en secreto con el príncipe Rhaegar en una cabaña no muy lejos de un pueblo cercano al camino Real y Leonor se encontraba en la disyuntiva de como proceder.
Su lado Tully, le daba dos opciones, tomar un caballo en medio de la noche a su espada "guerrera" y huir a toda prisa hacia la posada donde se encontraba Lyanna desesperada por su ayuda o enfrentar a su padre, omitiendo algunos echos y acudir en la ayuda de su amiga con el evidente permiso de su progenitor, pero ambas eran totalmente arriesgadas. Si su padre se negaba, se vería en la obligación de huir a escondidas y tras la negación rotunda que obtuvo horas más tarde, Leonor se vio en la mera obligación de huir de Riverrun a media noche.
Para huir no necesitaba vestidos, sus botas, pantalones y chamarra de cuero eran todo lo que Leonor necesitaba para huir por la noche, llevó una capa oscura sobre sus hombros, su espada Guerrera en el cinturón de su pantalón, su daga favorita y agua y su rotundo coraje. Cuando llegó al establo y montó su caballo alejándose de Riverrun, miró hacia atrás, pensando en las consecuencias que iba a tener que enfrentar cuando volviera a casa.
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《 Lo lamento, padre, Cat. Pero mi deber con los amigos es mucho más grande que mis ganas de obedecer órdenes, aceptaré las consecuencias y castigos de mi desobediencia, pero es lo correcto ayudar a los que lo necesitan 》
Catelyn Tully golpeó la mesa con rabia luego de leerla como por enésima vez.
—¡Debiste saber que lo haría, padre! — exclamó fijando sus ojos en su padre, que estaba sentado en su silla de cuero y madera con una mano en el mentón — Leonor no es la clase de chica que acepta un no por respuesta, ¡Puede pasarle cualquier cosa!
Lord Hoster elevó la mirada hacia su hija mayor.
—Claro que sabía que lo haría, no es la primera vez que me desobedece
—Eres demasiado permisivo con ella — gruñó otra vez — ambos.
Lord Hoster sonrió.
—Ella estará bien, Cat — la trató de calmar
—Padre — repuso la mayor de las Tully apoyando las manos sobe el escritorio de su padre — el bosque es peligroso, hay forajidos, asesinos, violadores, no es lugar para que una chica de casa noble ande sola ¡Al menos debiste darle uno de nuestros guardias!
—No quería — murmuró el anciano — dijo que necesitaba ir sola, que nadie más podía saber sobre el paradero de su amigo.
—¿Amigo? — espetó — ¿Ni si quiera te dijo su nombre?
El Lord negó con la cabeza.
—Solo dijo que tenía que acudir en la ayuda de un buen amigo y que debía ir sola
Catelyn se llevó las manos a la cabeza frustrada.
—Siempre fue así de impulsiva — exclamó mirando por la ventana
—Igual a Branden — murmuró Hoster con pesar — testarudo y obstinado, ¿Qué más podría pedir?
Catelyn se acercó a su padre.
—Tal vez debas enviar a tus mejores guardias por ella padre — Lord Hoster negó con la cabeza
—No Cat — susurró — esta vez, deberemos confiar en ella. De todos modos, ya tiene 16.
—Eso no quiere decir que ella pueda hacer lo que se le venga en gana, padre
—Pero confío en ella hija, ¿Tú no?
Cat contempló a su padre y sonrió inevitablemente al recordar a su testaruda hermana; ella le dijo que no se enamoraría y terminó enamorándose de alguien imposible, ella le dijo que jamás iba a querer casarse y ahora daría lo que fuera por poder casarse con un noble caballero como Arthur Dayne, a Leonor se le negaban cosas, pero era incapaz de proceder por la vida dejando atrás a los demás, sus seres queridos siempre estaban por delante de ella.
—Sí, padre — afirmó soltando un suspiro, después de todo su padre tenía razón, Leonor ya era toda una mujer y no era tonta, como para cometer actos como esos y no saber las consecuencias que lo que sea que fue a hacer, iba a dejarle.