Capítulo 17

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Antes de entrar a la habitación de MinKi, JiHoon fue hacia la sala de descanso y miró por varios minutos el bolso negro de SeungCheol.

Dudó sobre lo que estaba a punto de hacer pero terminó cerrando la puerta y acercándose rápidamente a la mesa.

Pelucas de colores, juguetes y varias pelotas le hicieron fruncir el ceño, logró sacar unas orejas de conejo y de gato, cerró todo y cuando se dio la media vuelta chocó contra alguien.

—¿Qué hacías? —Preguntó SeungCheol mirando hacia abajo.

JiHoon se alejó unos centímetros y escondió las cosas detrás de él —Nada.

—¿Nada?

—Sí, nada —Contestó rápidamente pero cualquiera podía adivinar que estaba mintiendo.

—No quiero preguntarte de nuevo.

JiHoon suspiró y bajó la mirada, avergonzado, alzó su mano derecha la cual sostenía las orejas —Se las quería llevar a MinKi.

—¿Las dos?

—Una es para él —Sus mejillas se sonrojaron y apretó sus labios —Y la otra para mí —Dijo casi en un susurro.

—¿Disculpa?

—Para mí —Repitió JiHoon de mala gana —La otra es para mí ¿Es sordo o qué? —Cuando SeungCheol le levantó ambas cejas, él relajó su rostro —Lo siento doctor Choi.

—Ve a visitar a tu paciente ahora —Ordenó SeungCheol y JiHoon salió de la habitación de descanso.

—No sé si hoy sea el fin del mundo pero mi doctor entró con unas orejas de gato en la cabeza y tengo miedo —Habló MinKi con la grabadora cerca de sus labios mirando a JiHoon.

—No es el fin del mundo —JiHoon se acercó colocándole las orejas de conejo al pequeño —He oído que desde hace tiempo estás pidiendo una salida.

—Me la han negado porque puedo coger algún virus —Se quitó las orejas para mirarlas pero se las volvió a poner.

Era mejor que estar sin nada en su cabeza, ni siquiera recordaba la sensación de tocar su cabello.

—Bueno, he hablado con tu doctor —Vio como los ojos de MinKi se agradaban e iluminaban, esperanzados —Y lo está considerando.

MinKi se acostó en la cama dándole la espalda a JiHoon —Dirá que no, siempre hace lo mismo.

—Debes ser optimista, yo mismo me encargaré de pasearte por el hospital cuando digan que sí —De alguna manera lo quería ver feliz, había hablado con sus padres, personas humildes y que tenían un dolor inmenso debido a MinKi, era su único hijo por lo que daban todo por él.

Los veía en las visitas, siempre llevando regalos y tratando de hacerlo reír pero MinKi se rehusaba a mostrar cualquier tipo de emoción frente a ellos.

No les importó hipotecar su casa, ni buscar dos trabajos al día con tal de que su hijo de recuperara.

Pero JiHoon sabía muy bien qué eso no pasaría.

Y en el fondo los papás de MinKi también lo sabían, sólo que se negaban a aceptarlo.

Al igual que JiHoon.

Le fue imposible no encariñarse con ese pequeño que era muy inteligente, astuto y travieso a pesar de su mirada fría, porque en los pocos segundos que sonreía y trataba de ocultarlo.

Podía iluminar cualquier corazón oscuro y repararlo.

SeungCheol se acercó a la habitación de MinKi y por la pequeña ventanilla de la puerta observó cómo JiHoon trataba de hacer una figura con un globo amarillo, era un desastre pero mantenía la atención del pequeño.

Conocía a MinKi hace tres años cuando ingresó al hospital, podía saber cuando alguien le caía mal y cuando no, JiHoon se estaba ganando un lugar especial en su vida.

—Y así dices que no te gusta —Comentó Hansol mirando a su amigo.

—Me gusta —Admitió SeungCheol con una sonrisa desganada —Pero no sé cuándo está fingiendo o cuando dice la verdad, prefiero dejarlo así.

JiCheol ♡ Amorterapia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora