JiCheol ♡ Amorterapia.

Capítulo 72

DoYoon fue el primero en darse cuenta de que algo no andaba bien cuando JiHoon salió del lugar con sus ojos llenos de lágrimas, miró hacia un lado y SeungCheol estaba sin moverse, tardó unos segundos en reaccionar saliendo detrás de pequeño.

¿Le había dicho amargado a SeungCheol?

¿Le había dicho que quería que todos fueran así?

¿Él?

JiHoon caminaba procesando las palabras que habían salido de su boca y no les encontraba sentido pero por alguna extraña razón no podía detenerse y darse la vuelta para regresar.

Una bocina lo alertó y regresaron todos sus sentidos, estuvieron a punto de atropellarlo en el estacionamiento del hospital, un chico de su edad rodó los ojos esperando que se moviera.

SeungCheol tomó la muñeca de JiHoon apartándolo del camino, lo revisó como si buscara alguna herida o algo que le indicara que no estaba completo.

—¿Te acabo de llamar amargado? —Fue lo primero que salió de sus labios.

SeungCheol se reincorporó parándose derecho y bajando la mirada hacia el castaño —Eso recuerdo.

—¿Con que cara te he dicho algo así?

SeungCheol suspiró y llevó sus dos manos hacia las mejillas de JiHoon, le sonrió tiernamente mirándolo a los ojos —Con esta carita linda que tienes, un poco más enojada pero igual de hermosa que siempre.

—Lo siento —Cerró los ojos —Ni siquiera debería haberte dicho así siendo que soy yo quien era así antes de conocerte, lo siento.

SeungCheol sabía que esas palabras habían sido dichas sin pensar, JiHoon no era así y estaba seguro de que no creía eso de él.

Lo entendía, estaba estresado con todo pero eso no significaba que estaba aburrido de su nueva vida que giraba en torno a MinKi, el hospital y a él, sólo necesitaba despejarse.

Lo ayudaría en eso.

—Yo también lo siento —Dijo SeungCheol apretando sus labios —No debí hacer que guardaras tu felicidad y que no la compartieras con MinKi, quizás tienes razón y saberlo le hará bien.

—Todo lo dije sin pensar —Llevó sus manos hacia el pecho de SeungCheol, deslizándolas con cariño.

—Lo sé.

—Cómo te pude haber dicho amargado.

—Extraño, ¿No? —Sonrió robándole una risita al pequeño, cuando notó que se había relajado, tomó sus manos —Hoy quisiera salir contigo.

—¿Salir? —Preguntó confundido.

—Sí, a una cita.

—Pero nosotros...

—Estamos casados, lo sé pero hemos tenido tan poquitas citas que me encantaría volver a salir contigo.

—MinKi —Intentó hablar.

—MinKi estará bien, DoYoon estará pendiente de él y nos llamará si ocurre algo o si nuestro hijo nos necesita.

Lo pensó por unos segundos, no le parecía una mala idea y con lo que le había dicho a SeungCheol sabía que necesitaba cambiar su rutina del día —¿A qué hora debo estar listo?

—Pasaré por ti a las cinco —Contestó tratando de no reír y mantener la seriedad en el asunto —¿Me das tu dirección?

—Vivo a unos pocos centímetros de ti —Rodeó la cintura de SeungCheol inclinándose hacia adelante y levantando su mentón para mirarlo a los ojos.

—¿Aún siguen existiendo centímetros que nos separan? —Apretó el cuerpo del pequeño contra el suyo.

—Ahora ya no.

—MinKi está de cumpleaños en tres días más, ¿Quieres darle la noticia de sus resultados ahí?

—Sí.

—Y otra cosa...

—¿Qué cosa?

—¿Puedes retirar lo de amargado? —Hizo un puchero —Aún me duele.

—Cheol —Elevó la voz besando los labios del pelinegro —No me lo recuerdes que me siento un tonto, no eres un amargado, todo lo contrario.

—¿Entonces no soy un amargado?

—No, alegras todo sólo con existir.

SeungCheol pasó su brazo por los hombros del pequeño cuando comenzaron a caminar más tranquilos y relajados, el celular de JiHoon comenzó a sonar haciendo que se detuviera mientras el pelinegro entraba a su automóvil.

Hace dos días estaba evitando esa llamada.

Cortó y se subió en el auto junto a SeungCheol.

—¿Quién era? —Preguntó el mayor buscando sus llaves.

—Los de la compañía telefónica —Mintió colocándose el cinturón de seguridad.