JiCheol ♡ Amorterapia.

Capítulo 49

—¿Viajáremos a Japón? —Preguntó MinKi sin pestañear.

—Solo ustedes dos irán —Contestó JiHoon mirando al pequeño.

—¿Por qué no los tres?

—Porque JiHoon debe terminar su internado —Respondió SeungCheol de pie a un lado de la camilla.

—¿Luego de eso irá con nosotros?

—Salir de la universidad es un poco complicado, hay muchos trámites —Explicó SeungCheol con tranquilidad —Y debe dar su examen de grado, seguir estudiando un mes más para salir como doctor.

—¿Y luego de eso?

—Luego de eso ni siquiera nosotros sabemos lo que pueda pasar, quizás le ofrezcan un trabajo aquí... —Le dedicó una pequeña sonrisa a JiHoon —Y es una oportunidad grandiosa.

—Pero... dijo que éramos una familia y las familias no se separan.

JiHoon tomó las manos de MinKi e hizo que lo mirara a los ojos —Es una oportunidad única en la cual tú salud puede verse favorecida.

—¿Me recuperaré?

—Eso depende de muchas cosas —Llevó su mano al pecho de MinKi, exactamente a su corazón —De aquí depende mucho, de tus ganas para seguir viviendo.

—Y de ir a la playa —Agregó MinKi.

—Exacto, de tus ganas de conocer la playa.

—Me recuperaré —Dijo emocionado —Para que se sientan orgullosos de mí.

—Me siento orgulloso de ti —Confesó JiHoon —No cualquiera ha tenido tus batallas en la vida.

—Además seguiremos siendo una familia —Comentó SeungCheol ganándose la atención de MinKi —Nosotros vamos a la última batalla y regresaremos en busca de JiHoon.

—¡Será como si estuviese encerrado en un castillo! —Chilló MinKi colocándose de pie en la camilla y separando un poco sus piernas.

JiHoon sonrió alejándose de él y mirando los movimientos que hacía simulando que tenía una espada en su mano.

SeungCheol no se quedó atrás, al igual que MinKi, imagino estar listo para una pelea de espadas.

—¿Cuando salimos a la guerra? —Su intentó de voz grave hizo que JiHoon soltara una risita.

—En dos días más —Contestó SeungCheol seriamente.

La expresión de MinKi cambió y bajó sus brazos, volviendo su voz aguda e infantil —¿Tan pronto?

—No pierda su foco, soldado, tenemos una meta muy cercana —Ordenó el pelinegro.

MinKi volvió a su posición anterior, apretando sus labios y entrecerrando sus ojos, levantando sus manos preparado para luchar.

—General, necesito pedir un favor —Dijo MinKi con voz grave, lo intentaba.

—Adelante soldado.

—¿Puedo abrazar a mi doctor JiHoon?

—Tiene el permiso, soldado MinKi.

El pequeño se lanzó a los brazos de JiHoon logrando que el castaño se acostara en la camilla con él encima.

—Volveremos pronto —Susurró MinKi en el oído de JiHoon, éste último lo abrazó con cuidado formando una sonrisa en sus labios.

Si bien sería difícil separarse de las dos personas que llenaban su vida.

No tenía otra opción más que apoyarlos y estar atento a lo que necesitaran.

—MinKi —Habló JiHoon después de unos minutos casi sin aire —¿Sabes que no pesas un kilo?

—Lo sé —Apretó sus brazos alrededor del cuello de JiHoon.

—Me estás aplastando, bebé —Miró hacia un lado y SeungCheol los observaba con una sonrisa divertida.

—Quiero abrazarlo mucho por todo el tiempo que no lo podré ver —Hundió su rostro en el cuello del castaño, aspirando su aroma para no olvidarlo nunca.

Ya que con sus padres no lo pudo hacer.

Todo este tiempo había estado creyendo que el hospital no sabía lo de sus padres y por eso seguía allí.

No quería que lo descubrieran porque no quería irse, siguió con su humor normal durante el día ya que JiHoon y SeungCheol lo transportaban a otro mundo.

Pero cada noche, cuando no estaban, le hablaba al cielo, donde estaban sus padres, rogándoles perdón.