Capítulo 46

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—Este se parece al doctor Choi —MinKi enseñó la figura de un elefante en sus manos.

JiHoon alzó la mirada y sonrió —Se parecen en las orejas.

—Tiene orejas grandes —Sonrió cómplice achicando sus ojitos.

—Son divertidas.

—Son las orejas que a usted le gustan —Se burló el menor mirando a su doctor.

—Tienes razón.

MinKi abrió sus ojos desmesuradamente, apretó su lengua con los dientes tratando de no sonreír.

—¿Qué ha pasado? —Lo molestó JiHoon haciéndole cosquillas en su pancita.

—Pienso en la suerte que tendrá su hijo al tenerlos como sus papás —Confesó doblando las piernas y llevándolas hacia su pecho.

—¿Piensas que tendría suerte?

—Mucha.

JiHoon hizo a un lado las figuras de animales que le había llevado y se sentó aún más cerca del menor, arregló su camisa de dormir y lo miró directamente a los ojos.

MinKi era pálido, quizás tanto como él, tenía ojos grandes y oscuros, profundos, tanto que daba miedo lo que te podía hacer saber con ellos.

Su mirada fría cambió con el tiempo pero nunca dejó de ser expresiva.

Te podía hacer sentir la persona más vacía de la tierra o ser el centro del universo.

—Sabes que te quiero mucho, ¿Verdad? —Preguntó JiHoon bajándose la mascarilla.

—Yo también a usted —Sonrió apretando sus labios.

Internamente se le removió algo a JiHoon, el pequeño que estaba frente a él era su hijo, quería decírselo pero no era el momento adecuado, necesitaba abrazarlo y decirle que todo estaría bien.

O más bien necesitaba escuchar de MinKi que se sentía bien.

—¿Por qué está llorando? —MinKi separó levemente sus labios y agrandó sus ojos cuando vio las lágrimas del castaño.

JiHoon se limpió el rostro rápidamente —Porque para ser tan pequeñito, hiciste un gran cambio en mí.

—¿De doctor amargado a uno más agradable? —Entrecerró sus ojos con una sonrisa traviesa.

—Mucho más que eso —Bajó la mirada y tomó la pequeña mano de MinKi, acariciándola con delicadeza.

Minki no sólo le hizo cambiar el pensamiento hacia sus pacientes, siendo su hijo le cambió la vida.

A las cinco de la tarde, el móvil de JiHoon comenzó a sonar en su mesita de noche, el castaño se sentó en la cama y lo miró sin moverse.

Sabía quién era y el motivo de su llamada.

No quería escuchar tal noticia.

Derrotado, tomó su móvil y confirmó quién era leyendo el nombre en la pantalla.

Hola JiHoon.

—Buenas tardes profesor Kim —Murmuró sin ánimo.

Iré al grano ya que en diez minutos debo dar una clase a los estudiantes de primer año.

—Lo escucho.

El doctor SeungCheol me ha llamado recién para avisarme que ya no puede ser más tú supervisor.

JiHoon sintió el estómago vacío y un horrible nudo en su garganta. Ni siquiera pudo hablar.

—Me ha dicho que tiene la mejor opinión de ti, a pesar de que sus opiniones eran muy diferentes al comienzo de tu internado, notó un cambio positivo. Le he pedido que te evalúe y que tú calificación final será promediada con la que entregue tu nuevo supervisor.

—¿Cuál es su nombre? —Logró decir.

Chwe Hansol, está con tu compañero SeungKwan pero es un excelente médico que te guiará muy bien.

—Gracias profesor Kim.

De nada JiHoon, espero que puedas acabar muy bien tu internado y espero verte pronto en tu licenciatura.

JiHoon colgó la llamada y se acostó en su cama, sus ojos se humedecieron mientras se repetía mentalmente que estaba soñando, que SeungCheol no se iría del país.

Que lo seguiría viendo hasta acabar su internado.

Y después de él.

Pero lo cierto es que se quedaría solo, lo cierto es que tenia que quedarse para terminar su carrera.

Odiaba a SeungCheol.

Lo odiaba porque tenía razón.

MinKi sólo tenía una oportunidad para vivir.

Lo odiaba porque ya no había tiempo.

Lo odiaba por haberlo regañado en los primeros días.

Por su insistencia en colocarse un corbatín y una nariz de payaso para visitar a los pequeños.

Lo odiaba por tener esa sonrisa perfecta que lo derretía cada mañana.

Por la ternura y calidez de su corazón.

Y JiHoon se odiaba profundamente por haberse enamorado de su supervisor.

JiCheol ♡ Amorterapia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora