Capítulo 36

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—No puedes irte ahora.

Una vez más presionó sus brazos hacia abajo intentando reanimar el corazón de Naeun.

Pudo sentir como una costilla se fracturaba pero hace tiempo había perdido el miedo de causarle un daño que se podía reparar con tal de salvar una vida.

—Regresa por favor —Murmuró SeungCheol sin detenerse en un solo momento.

Ya le habían administrado los medicamentos necesarios y ahora solo dependía de sus brazos, de no perder la fuerza en ellos, y de ella.

De sus ganas de regresar a la vida.

Pero conocía su situación y cualquiera de los niños que estaban allí podían irse de un día para otro.

Eso iba para cualquier persona en el mundo pero ellos tenían las probabilidades más altas.

—Doctor Choi —JiHoon sujetó la mano del pelinegro viendo el sudor que caía por su frente, SeungCheol se detuvo cuando lo miró a los ojos.

Ya no había nada qué hacer.

En silencio, SeungCheol salió de la sala y JiHoon revisó la hora en su celular para luego mirar a los paramédicos —Veintitrés con cuarenta minutos.

—Hay que llamar a la familia —Comentó un chico que había entrado hace dos días a trabajar.

JiHoon asintió recordando las palabras de SeungCheol, a ella nadie la estaba esperando afuera.

No tenía a quién llamar.

Pero si iría junto a la persona que le tenía un gran cariño a la pequeña Naeun.

Entró a la oficina de SeungCheol y lo encontró de pie en la ventana, mirando la calle con la luz apagada.

Caminó hasta él y se colocó a su lado mirando su perfil.

—Por favor no digas que lo sientes o preguntes cómo me encuentro —Susurró SeungCheol sin mirarlo.

—No le diré eso —Dijo JiHoon con voz suave y tomó la mano de SeungCheol —Le diré que estoy aquí y si quiere llorar que lo haga, gritar o irse lejos, lo acompañaré sin decir nada más.

SeungCheol luchaba por retener sus lágrimas pero cada vez se le hacía más difícil —Llevo años trabajando en esto y aún no sé cómo hacer que no me afecte.

—Es porque tiene un corazón gigante y con amor de sobra para entregar.

—No soy un buen modelo a seguir —Sonrió forzado bajando la mirada —Así que cuando egreses no seas como yo.

—¿Es una broma? Es uno de los mejores doctores que he conocido —Habló JiHoon y SeungCheol lo miró a los ojos —Jamás había conocido a alguien tan completo, alguien que piense tan rápido para dar soluciones certeras y además se gane la confianza de los niños, ¿Sabe lo difícil que es conseguir eso?

—Pero todo eso no sirvió de nada ahora para salvar su vida —Dijo con tristeza.

—Fue feliz en sus últimos días y podría asegurar que fue feliz desde que lo conoció a usted, veía su sonrisa cada vez que entraba a su sala, se convirtió en su superhéroe y la pudo salvar de otras maneras.

JiHoon lo recibió en sus brazos cuando SeungCheol se volteó hacia él, lo escuchó llorar bajito y su corazón se estrujó de dolor.

Estaba seguro de que Naeun se fue recordando a SeungCheol, quien le llenó la vida de colores y risas dentro de su complicada enfermedad.

La vida y todo lo que la rodea depende de un sólo hilo y que se rompa o no depende del azar porque nadie está libre de enfermarse.

Por más dinero que tenga en su cuenta bancaria, por más educación que logre, por más amor que reciba día a día.

Si la muerte se lo quiere llevar, lo hará.

JiCheol ♡ Amorterapia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora