JiCheol ♡ Amorterapia.

Capítulo 66

—¿Cómo se siente haber terminado la universidad?

—Bien —Caminó mirando sus pies con una sonrisa en sus labios —Después de tantos años se siente como un peso menos.

—Felicidades mi amor, me siento muy orgulloso de ti.

JiHoon miró a su madre desde allí quien estaba escribiendo en el móvil mientras su papá conversaba con sus colegas —Gracias.

—Te ves muy hermoso hoy, tu mamá me envió varías fotos y no sabes cuánto deseo estar ahí contigo ahora.

—También quisiera que estuvieras aquí —Murmuró en voz baja y recordó el regalo de sus amigos, faltaban unas pocas horas para estar junto a SeungCheol y MinKi.

—MinKi también te envió muchas felicitaciones, tiene lleno de dibujos para ti aquí.

—¿Esta contigo ahora? Quisiera hablar con él también.

—Está en pabellón de nuevo, lleva más de seis horas adentro y nadie sale a decir nada, es lo que detesto de las operaciones, pueden enviar a alguien pero prefieren no hacerlo.

—Tranquilo Cheol —La voz molesta del mayor lo asustó —¿Hablaste con su doctor?

—Dice que las posibilidades que tiene de salir bien son altas pero ese sería sólo un paso más en esto. Falta demasiado para asegurarnos de que este bien.

—Estás nervioso, ¿No es así? —Preguntó con voz dulce —¿Hoy has desayunado?

—No, no tuve tiempo en la mañana.

—Supondré que el hospital tiene una cafetería.

—Así es.

—Entonces ve a comer algo y trata de tranquilizarte.

—No creo que pueda comer algo.

—Sabes que no es bueno que estes con el estómago vacío, ve a comer algo por favor.

—Había llamado para felicitarte, no para que te preocuparas por mí.

—Eres mi esposo, la persona que amo, debo preocuparme por ti.

—Está bien pero sólo pediré algo y regresaré.

En todas las intervenciones quirúrgicas de MinKi le hacía desear estar junto a SeungCheol, tranquilizarlo y tomar su mano para que se sintiera acompañado.

Podían hablar horas mientras el pequeño estaba en la operación pero no era lo mismo que sentir una presencia a tu lado.

Afortunadamente todo había salido bien pero como dijo SeungCheol, era sólo un paso más.

Cuando la noche llegó, entró al departamento y se quitó los zapatos tirándolos a alguna parte.

Tomó la grabadora de su mesita de noche y suspiró antes de colocar la última grabación, había estado esperando que ese día llegara para reproducirla.

"—Seguramente cuando éste escuchando esta parte, ya no estemos juntos, me pregunto si ya será un doctor o si aún le faltará, si ya lo es... ¡Felicidades! Y si no lo es... ¡Mucho ánimo, usted puede!"

JiHoon detuvo la grabación solo para soltar una risita y volver a reproducirla, colocándola muy cerca de su oído, así podía sentir que veía a MinKi frente a él si cerraba los ojos.

"—Siento que esto no se lo podré decir mañana cuando me vaya así que prefiero grabarlo... Me he sentido cansado desde que supe como terminaría todo y traté de ahogarme en una tristeza para no seguir molestando, quitándole el aire a personas que lo necesitaban e intenté hacerle saber a todos que no quería salir de allí, que estaba bien con morirme, con dejar la poca vida que tengo y lo poco que he avanzado pero... usted llegó con esa magia, usted no lo sabe pero sus ojos tienen magia, le faltaba un mago... Y me alegra que haya sido el doctor SeungCheol quien le hizo darse cuenta del poder que tiene, sea cual sea el resultado de este viaje, no se olvide de sonreír, el cáncer ya trata suficientemente mal a todas sus víctimas para que alguien más lo haga."

Hubo un pequeño silencio donde escuchó cómo MinKi se limpiaba la nariz.

"No sé nada sobre la muerte, no sé si me quiera llevar pronto o va a permitirme vivir, ustedes me regresaron las ganas de vivir y quiero vivir pero miro mi cuerpo por dentro y veo al cáncer comiéndome lentamente, robándome todo."

JiHoon se dio cuenta de que sus mejillas estaban empapadas de lágrimas y todo empeoró cuando escuchó el llanto de MinKi.

"¿Puedo llamarlo papi JiHoon? Prometo que si me pasa algo, siempre lo cuidaré. Gracias por permitirme ser su hijo, por darme amor y paciencia, por enseñarme tantos chistes y hacerme reír cuando más lo necesitaba, por sacarme de ese hoyo profundo donde me encontraba y abrazarme fuerte para no volver a caer, ahora siento ganas de vivir y todo es gracias a usted, mi doctor favorito."