JiCheol ♡ Amorterapia.

Capítulo 39

SeungCheol tomó cuidadosamente la mano de JiHoon, sonrió cuando vio una gomita nueva en su dedo anular, alzó la mirada y el castaño se encogió de hombros, la retiró dejándola sobre la mesa y la reemplazó por un anillo delgado de oro.

Con emoción y nerviosismo, JiHoon tomó el otro anillo y mirando los ojos enormes y oscuros de SeungCheol, lo deslizó lentamente.

—Están oficialmente casados —Anunció el juez —Felicidades.

No hubo tiempo para preparar una boda y tampoco era la idea hacerlo público, por lo que SeungCheol llamó a un juez para su departamento y le pidió a Joshua ser su testigo.

JiHoon no tenía a quién pedirle ese favor así que el novio de Joshua, JeongHan, sería su testigo de boda.

Era extraño pero el reloj estaba en contra de MinKi, no debían olvidar que su enfermedad avanzaba.

Joshua les aseguró que después de una semana de casados, saldría la respuesta de la custodia, normalmente tardaba meses pero pudo hablar con sus contactos explicándoles la situación del pequeño y lo que planeaba hacer SeungCheol.

—Jamás imaginé casarme de esta manera —Dijo SeungCheol girándose hacia JiHoon.

—Ya sabe que nos podemos divorc-

SeungCheol acomodó las mejillas de JiHoon en sus manos y lo besó, JiHoon sonrió y sus ojos se iluminaron cuando el mayor rozó tiernamente la nariz con la suya —¿Sigues con eso? No te dejaré ir JiHoon.

—Prométalo —Susurró en medio del beso.

—Te lo prometo.

Estando a escasos centímetros se miraron a los ojos.

Ninguno mentía.

SeungCheol sirvió unos tragos que JeongHan y Joshua habían estado pidiendo desde que el juez se fue, conversaron animadamente hasta que SeungCheol desapareció de la sala.

—Debe estar muy cansado —Comentó Joshua refiriéndose a su amigo.

—Tuvo turno de noche —Dijo JiHoon bebiendo de su jugo.

—Bien, creo que es hora de irnos —JeongHan se levantó del sofá.

—¿Tan pronto?

—Sí —Tomó el brazo de Joshua levantándolo inmediatamente —Ya es tarde y JiHoon también debe descansar —El castaño asintió y Joshua dejó la copa sobre la mesa.

—Adiós y felicidades JiHoon —Dijo la pareja cuando salieron del lugar.

—Gracias —Habló el menor sintiéndose un poco extraño al despedir gente en un departamento que no era suyo.

Ordenó las copas y caminó silenciosamente por el pasillo que llevaba a la habitación, abrió la puerta sin hacer ruido encontrándose a SeungCheol acostado en la cama, con una mano detrás de su cabeza y una rodilla doblada.

Humedeció sus labios antes de cerrar la puerta y caminar hacia la cama, subiéndose en ella y acercándose al mayor, afirmándose en sus rodillas y manos le dio un beso en los labios para despertarlo.

Al notar que no se movía, besó la comisura de sus labios, su mejilla y bajó hacia su mandíbula.

Corrió la camisa de SeungCheol hacia abajo y cerró los ojos cuando dejó un beso húmedo en su cuello.

SeungCheol era un hombre muy atractivo, su mandíbula bien definida, sus pestañas, su color de cabello, la forma de sus labios, sus brazos, todo.

Pero no todo era físico, le gustaba la persona que era, lo dulce y gentil, lo caballero y gruñón a la vez.

Había algo más allá de su cuerpo que le atraía inexplicablemente.

¿El aroma de su perfume?

JiHoon se dejó llevar por ese masculino olor, acostándose levemente sobre el mayor, besando su cuello y cerca de su oído.

—JiHoon —Murmuró SeungCheol con voz ronca sintiendo cómo tomaban sus labios, él subió sus manos hacia la cintura del menor para acariciarla.

Los besos de JiHoon descendieron y se quedaron en ese punto sensible del mayor.

—Quiero besar su cuello hasta que no aguante verme con la ropa puesta —Susurró JiHoon moviendo sus caderas.

SeungCheol lo guió hacia sus labios y estuvieron minutos o quizás horas, sólo besándose.

Los latidos rápidos y los besos lentos eran las señales de que lo estaban haciendo bien.