Capitulo 3

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24 de Junio 2017, tras el incidente de ayer volví a casa más temprano de lo usual pero antes de irme de alguna forma u otra termine prometiéndole a Sebastián que volvería sin ninguna razón aparente y eso me preocupaba.

─Mamá y papá ya tienen más de una hora que se fueron, ¿no piensas ir a ver ese chico?

─Pero, ¿no crees que es extraño?

─ ¿Hablas del chico sonrisas o de toda la situación en sí? ─.Cuando llegue a casa temprano por todo lo ocurrido, Rebeca no dejaba de reír por lo desafortunada que era y de vez en cuando hacia un chiste de Sebastián a quien había nombrado chico sonrisas por el comentario que él me había dicho, pero aunque el extraño y al parecer todo lo que parecía a mi alrededor también Rebeca parecía tomárselo con normalidad.

─Hablaba sobre toda la situación.

─También creo que es algo extraño hasta cierto punto pero para serte sincera, creo que te vendría bien un cambio. No puedes pasar toda tu vida aquí encerrada y salir al parque a escondidas cuando mamá y papá no estén, ya era hora que conocieras a alguien y creo que ese chico es tu oportunidad para aprender más cosas.

─ ¿Y si no es así? ─Rebeca guardo silencio mientras me miraba, mordió por un segundo su labio inferior antes de sonreír.

─Entonces buscaremos otra oportunidad, de eso se trata la vida, de aprovechar todas y cada una de las oportunidades hasta encontrar la ideal.

Si me llegaran a preguntar quién es mi persona favorita y a quien más admiro de inmediato respondería que mi hermana mayor Rebeca, desde aquel incidente se volvió la persona más cercana a mí, sé que al igual que mis padres se preocupa por mí pero aun así no me ha limitado con mi libertad, incluso aprecio el gesto de que ella haya decidido estudiar la universidad en línea para evitar que alguno de mis padres se quedaran en casa para vigilarme las 24 horas del día de los 7 días de la semana. Sé que ella misma se ha limitado a tener una vida normal como cualquier otra chica de su edad pero aun así jamás me ha hecho nada en cara, no hay reclamos, rencor ni miradas por parte de Rebeca, solamente hay sonrisas, chistes y buenos consejos que han evitado que me vuelva loca por completo.

─Mi padre siempre dice que vale la pena esperar a las mujeres, pero creo que no fue mi caso ─comento Sebastián mientras me acercaba a él, estaba consiente de mi hora de retardo y para ser sincera conmigo misma, jamás pensé que el aun siguiera esperándome en la banca─. Tenía helado conmigo pero se estaba derritiendo así que no tuve otra opción más que comerlo ─.No pude evitar sonreír, esperaba algún reclamo pero nada como esto, me senté a su lado para observar aquella sonrisa que siempre lo acompañaba ─.Tenias una enorme cara de angustia cuando venias en mi dirección pero ahora tienes una bella sonrisa, me gusta más así además si arrugas demasiado tu frente dejaras horribles marcas.

─Gracias por el consejo de belleza.

─Solo porque sea hombre no significa que no sepa uno que otro tips, pregúntame cuando quieras primor ─dijo con gracia mientras me guiñaba el ojo.

─ ¿Y ahora qué hacemos?

─Como dije antes tenía helado para compartir pero debido a la calor y el hambre no fue posible compartirlo, pero oí que unas cuantas cuadras hay una heladería con los mejores helados del mundo.

─No puedo ir a un lugar tan lejos del parque ─confesé con cierta vergüenza mientras lo miraba, el tan solo pensar en las muchas preguntas que haría me ponía los nervios de punta.

─De acuerdo. Entonces está el plan de contingencia, tendremos que robarle sus alimentos de los arboles a las ardillas ─.Observe con confusión y cierta gracia a Sebastián por su comentario, aun recordaba los primeros días de limitación que mis padres me dieron debido al incidente y el sin fin de preguntas de todos mis conocidos y amigos por el tema al respecto pero al parecer Sebastián había notado de cierta manera mi incomodidad por mi respuesta que se las ingenió para hacerme sentir cómoda o tal vez estaba equivocada, no lo sabía con exactitud, lo único que si tenía muy en cuenta era la seguridad que él me transmitía.

─Oh podríamos ir con el heladero que está aquí en frente.

─No lo sé, tiene apariencia de contrabandista de drogas.

─ ¿Y tú como sabes que luce un contrabandista de drogas?

─Me doy la idea de que es algo igual a ese hombre.

Gire para observar a ese heladero, parecía ser alguien alto, ya estaba entrado en años y su rostro de enorme cansancio solo reflejaba indiferencia, sin mencionar que no se veía del todo interesado por hacer bien su trabajo.

─Puede que solamente sea una persona que fue tratado mal por la vida.

─No considero eso una excusa. Si la vida te llega a tratar mal entonces tú debes demostrarle que a pesar de eso puedes seguir adelante siendo alguien mejor, si la vida ve que actúas con gran positividad al final te recompensara.

─Veo que también puedes decir opiniones bastante inspiradoras.

─ ¿Crees que me equivoco?

─No, creo que estas totalmente en lo cierto ─respondí con cierta seguridad que se espumo en cuanto a mi mente llego un pensamiento negativo ─pero, ¿qué tal si la vida nunca te recompensa?

─Supongo que tendrá que darnos un pagare.

─Eso no tiene mucho sentido, yo opino que eso ya es injusticia por parte de la vida.

─No lo sé tan solo piénsalo un poco Mónica, cuando una persona sufre también lo hacen las personas que más nos quieren y puede que les duela más a ellos vernos sufrir que a nosotros mismo que somos los que sufrimos. Creo que sería justo darle el pagare a esa persona, pero al menos esa es mi opinión, ¿tú que piensas?

─Que es justo ─respondí con la imagen de Rebeca en mi cabeza.

─En fin vayamos por ese helado con el heladero con apariencia de contrabandista de drogas, ahora vayamos a comprobar que tú tienes razón sobre el hombre heladero.

Promesa de Verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora