Capítulo 4

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28 de Junio 2017, mi madre había tomado sus típicos días de descanso para estar complemente segura sobre mis avances estudiantiles sin mencionar mi seguridad en casa. Días como estos mi mente vagaba en muchos temas, normalmente siempre imaginaba mi vida si fuese normal, pero ahora lo único que tenía en mente era a ese chico alto, de cabello tan oscuro como el carbón, de piel morena con un singular café claro adornando el color de sus ojos, sin darme cuenta la había prestado demasiada atención a aquella persona con la cual solamente había tratado dos veces, me había dado cuenta que necesitaba volver a verlo. Tal vez por el hecho de que no he tenido amigos en años o alguna otra persona además de mi familia con la cual pueda entablar una conversación para sentirme tan cómoda.

─Parece que puedes morir de aburrimiento en cualquier minuto.

─No te imaginas lo aburrida que estoy.

─Tan divertido es pasar tu tiempo con ese chico que ya hasta te aburres de mí. Me siento tan traicionada.

─No es eso Rebeca, es solo que estar con él me hace recordar como solia ser mi vida antes de aquel incidente. Entiendo que mam y pap estén atemorizados de que vuelva a suceder, pero yo puedo vivir asi toda mi vida.

─Lo se, pero debes entender Monica que costara mucho tiempo y esfuerzo para que vuelvas a salir como antes y si se enteran de que ya sales solamente te privaran de lo poco que tienes de libertad.

─ ¿Cuál libertad?

─La de estar cerca de mí.

─Aquello no fue tu culpa.

Rebeca simplemente me sonrio antes de salir de la habitación, sabia lo mucho que le costaba aceptar que algunas cosas realmente salían de la peor manera posibles, los sucesos imprevistos suelen ser como un gran tropezón en la carrera de alguno corredor, normalmente el corredor esta entrenado solamente para correr para llegar a una meta pero ellos no están entrenados para cuando hay una severa caída causando en ti un severo dolor miras alrededor en busca de ayuda y es en ese preciso momento donde recuerdas que todo este tiempo corrias sin un entrenador, corrias solo sin saber ni conocer las principales reglas de la vida y lo que se debe hacer siempre ante una caída, lo natural seria levantarse y seguir la carrera a tu propio ritmo hasta que el dolor pase porque tu mente esta en la meta pero casi siempre te enfocas mas en el dolor que provoco la caída que el seguir adelante. Ese fue el caso de mi familia, incluso ahora siguen observando aquella herida cicatrizada que provoco aquella caída.

─ ¿Sucede algo con tu pollo?, apenas y lo has tocado cariño ─mamá bajo con sus cubiertos mientras me miraba con atención.

─No es nada, tan solo pensaba un poco ─ella me seguía observando intrigada, desde aquel dia ahora me miraba mas adetalle cuando hablaba ─.Yo me preguntaba si podía salir tan siquiera un poco al jardín.

Mas que una pregunta fue una petición, mi madre observo aterrada a mi padre y Rebeca trataba de mantenerse agena a la conversación para evitar de esto una discusión.

─Supongo que esta bien que salga al jardín trasero cuando nosotros estemos en casa ─comento papá a pesar de la desaprovacion en la mirada de mamá ─.Tan solo piénsalo Karen, le hará bien un poco de sol, además el jardín es nuestro y nadie puede pasar por la enorme cerca.

─De acuerdo, pero tú cuidaras de ella cuando salga, espero que sepas lo que hagas Antonio.

─Tranquila Karen, solo será el jardín trasero ─consoló mi padre en vano ya que por el rostro de mamá el disgusto era demasiado ─.Ahora mismo estoy muy ocupado con el trabajo pero supongo que podremos salir dentro de un par de semanas.

─Esta bien ─respondí con una enorme sonrisa, si bien esta no seria la primera vez que saldría al jardín ya que había cruzado mas alla, me sentía un poco mas relajada ya que no haría nada a escondidas o por lo menos ya no saldría al jardín con la preocupación de que mis padres me atrapen en tal acto por asi decirlo criminal.

Promesa de Verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora