5 de julio 2017, desde su primer mensaje aquella noche nuestras conversaciones en secreto habían empezado, a veces tenía que irme a la habitación de Rebeca para fingir que hablaba con ella y mis padres no sospecharan nada.
─ ¿Por qué no te largas al parque a hablar con él?
─Su familia organizo un breve viaje, volverá dentro de un par de días.
─Veo que está bien informada sobre lo que hace.
─Solo un poco, apenas ayer me dijo que pensó que se había perdido en el bosque pero resulto que su campamento estaba bajando una cuesta, suele ser tan torpe a veces ─comente para después reír un poco.
─Mónica.
─ ¿Si Rebeca?
─No crees que algún día, ya sabes, Sebastián llegara a preguntar sobre lo que sucedió.
─ ¿A que te refieres? ─pregunte mientras me levantaba del suelo para prestarle atención.
─Me refiero a que llegara el punto donde Sebastián querrá ya sabes formalizar un poco más contigo pero para eso tendrá que saber todo lo que sucede en casa o por menos la razón del porque estas encerrada.
─Pero que tonterías hablas, solo somos amigos.
─Creo que la única tonta aquí eres tú, ¿enserio no te das cuenta de cómo te mira?
─Rebeca no voy a entenderte nunca si no lo dices.
─Aunque te lo diga estoy segura que no lo entenderías.
A pesar de las carcajadas de Rebeca y sus comentarios sin ningún sentido aparente para mí, algo si me hizo meditar. Algún día tendría que contarle a Sebastián la razón de mi encierro y la verdad no era algo que resultaba de todo mi agrado para hablar, pero si él me había contado por lo que había pasado yo también podía hacerlo o al menos podría intentarlo. El sonido de la puerta siendo tocada me volvió a la realidad, Rebeca me arrebato mi teléfono de entre las manos para esconderlo debajo de su almohada.
─ ¿Puedo pasar chicas? ─pregunto papá mientras abrí un poco la puerta.
─Claro, ¿qué le trae a mi humilde cueva?
─Me gustaría poder acampar con mis hijas en el jardín de afuera.
─No gracias el césped pica ─rechazo la oferta Rebeca por lo que solamente quedaba yo.
─Claro, me encantaría por fin salir a mi propio jardín.
Papa termino de abrir toda la puerta indicándome que lo acompañara, ambos bajamos hasta llegar al jardín, extendió una sábana en el suelo y me indico que tomara asiento.
─Es un lindo cielo nocturno esta noche.
Mire hacia el cielo para contemplar las pocas estrellas que se encontraban en el cielo, finalmente me tumbe por completo en el suelo y solté un largo y pesado suspiro de cansancio.
─Salir al jardín no es suficiente para mi ─me atreví a decirle con los nervios a flor de piel, trague en seco mientras sentía como temblaba en espera de la respuesta de papá.
─Lo se ─soltó después de un largo silencio ─Lo sé muy bien.
─Si lo sabes entonces, ¿porque sigo encerrada en casa?
─Por tu seguridad.
─No creo que estar aquí encerrada sea seguro para mí.
─No te ha vuelto a pasar nada.
─Y tampoco pasara nada si vuelvo a salir.
─Eso dijiste la última vez y tan solo recuerda todo lo que paso Mónica.
La voz de mi padre era tranquila y suave, sabía que no quería discutir conmigo, sabía que le dolía tanto como a mi recordar aquellos malos momentos y ahora sabia lo mucho que también le dolía tenerme aquí en casa. Él no quería tocar el tema de volverme a dejarme salir pero sabía que no me negaría mi derecho de hablar, pero todo era tan complicado cuando sabía que él ni siquiera estaría dispuesto a ceder a algo más allá que el jardín de casa.
─No puedo seguir viviendo así. Debe haber otra opción.
─Mónica no tienes idea de lo mucho que arriesgue con tu madre con tal de sacarte al jardín, no pidas más.
─Si hubiera sabido que toda mi vida terminaría así hubiese preferido morir en aquel día.
Las cosas más ciertas, dolorosas e hirientes se mencionan cuando uno está molesto, hablas con cierta verdad y cierta mentira al mismo tiempo, dices cosas que sabes que nunca hubieras dicho en voz alta, pero una vez mencionado ya no había vuelta atrás.
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Promesa de Verano.
Teen FictionPortada realizada por @JustAlexG Quien cuenta con una tienda de premades titulada: Divine 🔅PRIMER LIBRO DE LA SAGA PROMESA Ella nunca ha ido mas alla de aquel parque, Ella no sabia que él podria cambiar su punto de vista. El amor resulta ser difici...