Half » JaeYong; NCT

VII

¿Actualización dos días después? ¿Quién eres tú y que hiciste con la autora? Esto tiene una explicación, tranquilos.

La razón es que hoy mismo, hace unas horas, ¡Sweet & Sweet LLEGÓ A LAS MIL LECTURAS! Muchísimas gracias por todo su love, créanme que aún sigo sorprendída de que esto les gustara tanto. (😭) No puedo hacer un maratón para agradecerles, pero trataré de actualizar día por medio o cada dos días como mucho, ¿les gusta la idea? Espero que si. Considerando mis actualizaciones normales, es un oferton. (😂)

Pero esto no termina aquí. Hace bastante tiempo que quiero hacer un one shot JaeYong basado en un Omegaverse, así que pensé, ¿por qué no? Es la ocasión perfecta. En las próximas actualizaciones les estaré avisando sobre su publicación. Además, ¿les gusta el lemon, verdad?

¡Disfruten del cap! ♥

Maldito tráfico. Maldito pero a la vez no maldito TaeYong, y malditos sean yo y mis impulsos. Aunque él no se quedaba muy atrás, nunca pensé que sería capaz de hacer algo como eso. Pero en parte, no podía quejarme, algún día ambos teníamos que explotar.

Literalmente estuve una hora atrapado en la carretera, ya que todo esto tuvo que pasar justo en la hora pico. Tenía mucha suerte. YukHei tampoco dejó de gritarme que me detuviera a explicarle lo que estaba pasando hasta que llegué al auto y cerré la puerta en su cara sin darle ninguna explicación para irme de allí a máxima velocidad. Tenía que resolver éste asunto cuánto antes, o nunca podría perdonarmelo.

Las únicas palabras que solté de camino a la casa de Taeil hyung fueron maldiciones, algunas más inteligentes que otras. También palabras sin sentido en dónde culpaba a TaeYong por todo lo sucedido, y al instante me arrepentia de haber dicho eso. Lo único que podía afirmar es que estaba preocupado, estresado, y con el corazón apunto de salirme del pecho.

Supongo que no quería experimentar la culpa de haber perdido a TaeYong.

Para cuándo estacioné el auto en la entrada de la casa, mi apariencia debía ser la de un hombre cansado y demente. Si no fuera por el BMW último modelo en el que había llegado a la residencia, y que ya había venido allí varias veces, estaba seguro de que los vecinos ya habrían llamado a la policia.

Crucé el pórtico y subí los escalones con extrema dificultad. La ansiedad cada vez se hacía mayor a medida que mis piernas se acercaban a la puerta y parecían fallar con cada paso que daba, la congoja acumulandose sin piedad en mi garganta y dandome náuseas al momento de tocar la puerta.

No hicieron falta más de dos minutos para que un Taeil con expresión fatigada abriera y me dedicara una mirada de desaprobación. Temí lo peor cuándo se apartó para dejarme pasar.

─ Está aquí. ─ murmuró detrás de mí, cerrando con calma.

─ ¿Qué? ─ me sorprendí de que mi voz sonara casi completamente estrangulada y algo aguda al momento de responder, pero nunca me habría esperado eso.

─ De alguna forma Tae logró sentir el olor de Mark y lo condujó hasta aquí. ─ de reojo vi como una sonrisa ladina se asomaba por sus labios, para después desaparecer y ser cambiada por una expresión de pena. Sentí como mis pies tocaban abruptamente el suelo y al fin era capaz de pensar con claridad. ─ Tienes suerte de que hacía poco que pasábamos por ahí y el olfato de los híbridos es muy desarrollado. No sé que hubieramos hecho si no.