XIX

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JaeHyun dejó a TaeYong cuidadosamente sobre el colchón, procurando vigilar su sueño con fervor e impedir que volviese a despertar. No estaba seguro de que podría ocurrir si abría los ojos nuevamente y, talvez ahora totalmente consiente de si mismo, se viera en esa situación junto al humano.

Cierto es que algo dentro de si mismo no estaba bien, pues sentía una opresión en el pecho que le impedía pensar con claridad, o siendo totalmente sincero consigo mismo y sus capacidades físicas, mantenerse de pie. El híbrido había caído agotado por efectos de esa enorme satisfacción que él también conocía muy bien cuando recorría cada centímetro de tu cuerpo llenándolo de una inagotable adrenalina, para después, y como si de una mala jugada por parte de quien quiera que les había dado el regalo de poder llegar hasta el éxtasis, cayeras preso de un profundo sueño.

Entonces él solo deseó dormir, tal y como su acompañante lo hacía.

Ahí fue cuando llegó el segundo problema, y no, no lo notó gracias a que alguien se lo había dicho, no. Él lo vio, no debido a otros ojos, si no a los suyos; su erección asomándose por entre medio de sus piernas y ejerciendo presión en sus pantalones.

Agradeció que no hubiera nadie más allí junto a él que pudiera presenciar lo que le estaba ocurriendo a su cuerpo, omitiendo claro al dormido cuerpo que yacía envuelto en sabanas sobre su cama. No quería pensar en demasía, más por temor a terminar desmayado sobre el suelo a seguir dándose cuenta que había sufrido una erección al ver a TaeYong retorcerse debajo de su cuerpo. Y no solo eso, si no que había querido jugar con los límites de este al golpear su punto con los dedos.

Seguir dándole vueltas al hecho estaba provocandole dolores de cabeza. No se sentía enfermo ni nada parecido, puesto que comprendía que ni siquiera él era capaz de controlar sus deseos carnales como buen y débil humano que era en ese sentido, pero maldijo. Maldijo una y otra vez por haber roto esa distancia que los dos, tanto inconscientemente como por sus propios intereses, habían puesto sobre el otro.

Está vez no fue el maldito celular lo que lo hizo reaccionar, si no su necesidad por distraer su mente de todos esos pensamientos tortuosos que no hacían más que atormentarlo y dejarlo cada vez más y más hundido en la mierda y en la miseria de persona que se sentía después de haber hecho una cosa como aquella.

Pero había algo que aún no entendía. ¿No se supone que debía sentirse bien luego de haber terminado con el tormento que aquejaba al híbrido? ¿no lo había hecho con el proposito de ayudarlo a que esa tortura terminara al ser incapaz de verlo así? entonces, y si ponía el pretexto de una buena acción por delante de cualquier cosa que pudiera pensar, ¿por qué se sentía de esa forma?

— Está hecho.


¿Cómo está?


— Duerme profundamente. Creo que no despertará pronto.


Eso es bueno.


— Lo es. — luego pensó. — No es bueno que lo deje aquí, ni en ninguna otra habitación. ¿No es así?


En definitiva no. Si puedes sacarlo de allí para liberar el ambiente de todas las feromonas que pudo haber soltado tanto en tu habitación como en la suya, el ambiente se aligerará más rápido. — explicó JungWoo. — ¿Entendido?

Half » JaeYong; NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora