TaeIl solía tener un temperamento tranquilo desde que tenía memoria. De pequeño había sido un niño muy bien portado, enorgulleciendo a sus padres gracias a los halagos que les daban todos sus amigos debido a la excelente educación que le fue proporcionada en su hogar.
Y es que era muy difícil que se enfadara, o siquiera que le levantara la voz a alguien sin razón; él no veía un por qué para eso. Ese rasgo de su personalidad le había favorecido en innumerables situaciones, porque siendo abogado, a la calma es lo primero que debes recurrir para ganar un caso.
Pero esa noche en particular, se dijo a si mismo que la calma no era lo único que necesitaba en su vida. En ese momento, en el que las marcas violaceas fueron vistas en el cuerpo del híbrido, su tolerancia fue enterrada varios metros bajo tierra.
- ¿Estás bien? - todo fue silencio. - Maldita sea, DoYoung, ¡contéstame!
Se había dado el momento perfecto para que ambos estuvieran solos luego de saldar algunos asuntos de muy mala gana, y fue en ese instante, en el que vio con asombro como el híbrido intentaba cubrir una enorme cantidad de hematomas en sus brazos y piernas con la ropa, que sus deseos de recurrir a la violencia se encendieron.
El temblor absoluto en el cuerpo de DoYoung lo alertó, maldiciendose internamente por haber sido tan estúpido y no haber prestado más atención a su pareja cuando debía. Y es que el híbrido hacía parecer como si nada le afectara, pero cuando se daba la situación indicada, demostraba que tenía un lado débil y necesitado de protección como todos los demás.
En el fondo, muy en el fondo.
El susodicho tardó aproximadamente un minuto en responder, reticente a mantener cualquier contacto visual con su amo por vergüenza. TaeIl lo observó, no con pena, sino impotencia.
- E-estoy bien. - tartamudeo. - No te preocupes. Solo son marcas, desaparecerán.
El intento de sonrisa conciliadora que el híbrido intentó darle le partió el corazón, porque sí, amaba a la persona que tenía en frente. Y verla así, de esa forma tan vulnerable y sumisa por culpa de una persona a la que aborrecía tanto, causaba estragos en su interior.
Exhaló, poniéndose de rodillas para poder observar el rostro ajeno, que hasta ese momento, yacía escondido entre una maraña despeinada de cabellos castaños. Posó su dedo pulgar e índice sobre el tembloroso labio inferior de DoYoung, proporcionándole una imperceptible caricia, siendo que lo que él quería, era besarlo hasta el cansancio.
- Moon TaeIl. - sonrió con timidez, haciendo una pausa para posar su mano en la cálida mejilla de su amante. - Haces que mi corazón no pueda más.
- Nos vamos a casa. - murmuró, desistiendo de usar palabras y entregandose a los labios ajenos para dejar un leve beso. - Debemos pararlo antes de que intente llegar a JaeHyun o a TaeYong.
- Confío en que lo harás. - llevó una mano hacía sus cabellos, dejando suaves caricias en unos cuantos mechones. - Hemos soportado esto durante muchos años, ya es hora de que termine.
El mayor asintió, poniéndose de pie para ayudar al híbrido y comenzar a marcharse de ahí. Pero, y como si de una mala jugada por parte del destino se tratara, la puerta color rojo que se encontraba al pie de las escaleras de aquel cuarto se abrió, dejando salir al causante de la ira contenida del castaño.
ESTÁS LEYENDO
Half » JaeYong; NCT
FanficTaeYong y JaeHyun no imaginaron llegar a conocerse. Creen que el destino es cruel, pues con su mutua presencia evocan cosas no muy agradables de recordar. Pero puede que al fin, un resquebrajado corazón haya encontrado su...