A JaeHyun nunca le habían disgustado las visitas, mucho menos aquellas personas que incluso se tomaban la libertad de instalarse en una de las cuantas habitaciones en su hogar y pasar la noche allí. Pero la situación había llegado hasta tal punto que incluso él se preguntó si encontraría un final.
Mark yacía dormido sobre el sofá, cubierto por un par de mantas que se asegurarían de mantenerlo en calor. Su rostro denotaba serenidad, pero el constante fruncir de sus labios entre sueños daban a entender que algo seguía sin estar bien. Por suerte, y para la tranquilidad de todos los presentes en la casa, TaeYong había conseguido arrullarlo hasta conseguir que cerrara sus ojos.
— DongHyuck no contesta su celular. — bramó con frustración el mayor. — Espero que no se haya metido en problemas.
— Él necesita estar solo. — murmuró TaeYong, aprensivo, mientras acomodaba un mechón rubio por detras de la oreja de Mark. — Regresará.
— Necesitas conocerlo un poco más. — suspiró, cayendo rendido sobre otro de los asientos. — Es impulsivo cuanto menos debe serlo, nunca sé que esperar de él. Lo único que tengo en claro es que tendrá que hablar conmigo muy seriamente si es que tiene el valor de regresar.
— No quisiera estar en su lugar para cuando eso suceda. — intervino JungWoo, esbozando su mejor intento de sonrisa. — YukHei vendrá por mi en unos minutos, no quiero seguir causandote molestias. — miró por el rabillo del ojo a JaeHyun, apoyado silenciosamente en un pilar de concreto.
— Ninguno lo hace. — en ese punto, fue necesario mentir. — Si tanto lo extrañas, YukHei puede quedarse si quiere. — alzó una ceja, sonriendo burlón.
JungWoo se sonrojó.
— ¿Qué estás diciendo? — musitó, resoplando. — No extraño a ese gigante idiota. — soltó una risa nerviosa.
— Puedes contarnos como fue que consiguió ponerte así cada vez que alguien menciona su nombre, si quieres. — TaeIl agitó los hombros para contener la risa. — Porque si mal no recuerdo, hace unas semanas, seguías rechazandolo e ignorandolo como lo hacías en la Universidad.
— Aún recuerdo cuando dejó flores en tu casillero. — añadió JaeHyun, con gesto pensativo. — Sigo preguntándome como fue que logró meterlas ahí.
— Me confesó haber usado un clip para el cabello. — respondió TaeIl. — Llegó al campus dos horas antes.
— Entiendo. — asintió el castaño, con la boca entreabierta.
— ¿Es necesario que hablen de ello delante de mí? — se apresuró a decir, amanerado en cuanto oyó una risita de TaeYong que, aunque permanecía observando a Mark, continuaba escuchando su conversación. — ¿Cómo fue que consiguió entrar a esa hora siquiera?
— ¿Recuerdas a la hija del director, Song Yuqi? — el mayor espero a que JungWoo asintiera, desconcertado al volver a oír el nombre de la fémina. — Eran muy buenos amigos. Ella lo ayudó a conseguir las llaves.
— ¿Eh? — aspaventó, con los ojos bien abiertos al imaginar a YukHei junto con aquélla chica. Inmediatamente, negó con la cabeza.
— Eso no es lo importante. — interrumpió JaeHyun el alegato del mayor y, consigo, los pensamientos desbocados del médico. — Quisiera saber que fue lo que finalmente te hizo cambiar de opinión, si no te molesta. — cruzó los brazos, con cierta sátira en el gesto.
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Half » JaeYong; NCT
FanfictionTaeYong y JaeHyun no imaginaron llegar a conocerse. Creen que el destino es cruel, pues con su mutua presencia evocan cosas no muy agradables de recordar. Pero puede que al fin, un resquebrajado corazón haya encontrado su...