Un Solo Corazón Para Dos Voces

Capitulo 6: La Declaración de Nacho

Nacho mira a Noelia. Ella ve los ojos brillantes del chico. Llego el momento. La espera acabó. Las noches en vela terminaron y ahora, ella presente, deberá de confesarle todo lo que siente. 

- Noelia -pronuncia el nombre limpio, sin mentiras, claro y conciso. 

Está nervioso. Le sudan las manos. ¿Qué decir? No lo sabe bien, pero debe de decirlo antes de que el tiempo de esa sensación se acabe. Debe de ser rápido.

- Yo, quisiera confesarte algo. No duermo desde hace tres días. ¿Por qué? No puedo saberlo, pero sé que es por una persona. Noelia, yo, estoy enamorado de ti. Estoy empezando a sentir algo por ti. Sé que yo no soy tu <<chico perfecto>> pero estoy enamorado de ti, no puedo dejar de pensar en ti. Noelia, yo...te amo.

- Nacho, yo....

- Sé que no soy el adecuado, que no soy el más atractivo, pero te amo

- Ya, pero...es que 

<<¿Cómo decírtelo sin que te haga daño?>> 

- A mi me gustaría que creciéramos en amistad. Yo, bueno....yo ya tengo novio, Nacho. 

<<¿Qué?>> No puede creérselo. Se hunde. Sus ojos se humedecen. Noelia baja la mirada.

- Yo.Lo siento, Nacho, tengo que volver a casa

Nacho no puede hablar. Ve cómo Noelia entra en el edificio. Está congelado. ¿Porque amar a una persona es tan difícil?  ¿Qué tiene de malo? Ya está harto de que todos le humillen, le rechacen, le hagan sentir mal. Se acabó. Definitivamente borrará a Noelia de todos sus contactos. Nadie le rechazará, nadie le humillará. Está harto de que le traten siempre así. Así que intenta olvidarse de todos. Pero de pronto ¡Paula! Va demasiado rápido, si a penas se conocen. ¿Y si quedan para conocerse? No lo creo. Le rechazará como todas las demás, decide no intentarlo, para no hundirse más de la cuenta. Camina con las manos en los bolsillos. Cabizbajo. ¿Quién será el novio de Noelia? Nunca le dijo que tenía un novio. Nunca le dijo <<amigo>> Se hunde más de la cuenta. Abre el ordenador. Espera a que su cuenta de Google se abriera. Una vez ingresado el correo y la contraseña, saca el móvil, y va a las notas para ver el correo de su nueva amiga. ¿Amiga? Bueno, de momento eran amigos. 

"Paula, soy yo, Nacho. Este mensaje es para que guardes el correo. Ya contactamos. Recuerda que el próximo café que tomemos te invito yo. Hazme esa promesa. Así podré invitarte." 

Reele el mensaje una y otra vez. No sabe que decirle. Demasiado corto. Pero ¿Qué le cuenta? Al final decide enviárselo. Sí, será mejor, así, dejar pasar el tiempo. Apaga el ordenador. Se tumba en su cama. Está agotado de aquel día. Sobre todo cansado de los sentimientos producidos aquella mañana tan extraña que cotidiana. Decide poner su reproductor MP3 del PC en marcha. Melendi irrumpe en la sala con "Tú Jardín con Enanitos". Se tumba en su cama y deja que la letra le invade el corazón o lo que tenga en ese momento. 

"Hoy le pido a mis sueños, que te quiten la ropa 

que conviertan en besos 

todos mis intentos de morderte la boca 

y aunque entiendo que tu 

tu siempre tienes la ultima palabra en esto del amor 

Nacho intenta profundizar más allá de la letra. Quiere coger su guitarra y ponerse a cantar esa misma canción, esa misma letra. 

Y hoy le pido a tu ángel de la guarda, que comparta 

que me de valor y arrojo en la batalla pa ganarla 

y es que yo no quiero pasar por tu vida como las modas 

no se asuste señorita nadie le a hablado de boda 

yo tan solo quiero ser las cuatro patas de tu cama 

tu perro todas las noches, tu tregua cada mañana 

quiero ser tu medicina, tus silencios y tus gritos 

tu ladrón, tu policía, tu jardín con enanitos 

quiero ser la escoba que en tu vida barra la tristeza 

quiero ser tu incertidumbre y sobretodo tu certeza 

Siente el impulso de coger su guitarra para cantar esa canción que a Noelia le gustaba tanto. Así que, levantándose de la cama, se dirigie al rincón del armario y saca la funda de su guitarra acustica. Intenta poner en tono las cuerdas. Le da el Pause al PC y respira hondo. Inspira y después lo suelta todo para empezar a tocar la canción de Melendi, dejando que la pasión se vayan a sus manos, tocando las cuerdas de su guitarra. Deja que sean sus manos las que hablen por el. Siempre dejaba que las manos hablasen de él.