Estaba de compras en el supermercado cuando lo vi.
Se veía tan guapo, varonil y sexy. Había volteado hacía donde yo estaba, había sonreído. Podría ser un patán pero perderme en los brazos de un hombre así valdría la pena, sonreí coquetamente y mi intento de seducción desapareció en el momento en el que del bolsillo de su chamarra sacó un bastón para ciegos y lo extendió.
No podía moverme, él empezó a caminar en mi dirección, su bastón pasó entre mis piernas que tenía abiertas y a pesar de lo inminente no pude quitarme y él chocó contra mi.
--Lo siento -- dijo apenado, su voz era como una caricia.
--Perdóname tu, estaba muy distraida-- Le dije.
--Tienes una voz hermosa-- Dijo en un susurro.
--Gracias-- contesté. Él estaba sonrojado -- Hay muchos niños jugando en el pasillo ¿quiere que caminemos juntos?-- Le dije mientras acercaba mi mano a su mano, una descarga de electricidad pasó por mi en cuanto lo había tocado.
Él tomó mi mano y me dijo tímidamente:
--Gracias--
--¿Vas a comprar algo más?--
-- No, me dirigía a pagar--
--Perfecto, yo también-- Mentí, no llevaba más que un jugo y debía de hacer la compra de la semana.
Cuando llegamos a la caja me dijo:
--Tu primero--
Coloqué el jugo y luego la barra que divide para que él pusiera lo que llevaba en su canasta. Eran los ingredientes para preparar pasta, un pequeño pay y una botella de vino blanco.
Cuando terminó de poner las cosas quitó la línea que dividia las compras
--¿Por qué la quitas? -- Le pregunté.
--Solo llevas un jugo déjame invitartelo como disculpa--
-- No tienes porque yo fui la que se puso en medio--
No puede decir nada más, la cajera había empezado a cobrar los artículos uniendo mi jugo a los de él.
Empecé a poner las cosas en bolsas. Él pagó. Extendió su mano buscando las bolsas yo se la tomé y se las puse encima.
--Gracias--
-- De nada y que disfrutes tu cita-- Le dije.
--¿Mi cita?-- Preguntó mientras salíamos, me detuve afuera de la tienda.
--Por lo que llevas pensé que sería para preparar una cita romántica, solo te faltan las velas--
--Esas ya las tengo en casa, pero no tengo ninguna cita. Voy a cenar yo solo-- lo último lo dijo cabizbajo.
--Pues por la cantidad que llevas debes ser un tragon -- Me reí.
-- No como tanto-- Se rió-- ¿Si quieres te podría compartir?-- Había dicho en son de broma o eso creía yo.
La cordura me gritaba que me despidiera pero algo en ese chico me hacia sentir atraída.
-- ¿Me estás invitando a cenar?-- Le pregunté.
Él se puso rojo hasta las orejas y dijo:
--Si fuera así, ¿cuál sería tu respuesta?--
Lo pensé el tiempo de una respiración profunda y dije:
--Si--
Él sonrió de forma tan sexy que casi me derretí en ese momento.
--¿Te paso mi dirección?-- Dijo con duda.
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Tu Oscuridad Es Mi Felicidad
RomanceLa luz no solo se pierde cuando se es invidente, hay cosas dolorosas en la vida de una persona que pueden robar más luz que la ceguera . Serán capaz de ayudarse mutuamente, ella lo ama por ser ciego, él la ama por poderla ayudar, pero eso sera sufic...