Capitulo 29

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Me gustaba la actitud de Mateo, que verdaderamente pensara cosas buenas de la vida artística, mis amigos siempre se habían burlado de mis compañeros y de mí, cuando salía con ellos me hacían bromas sobre las películas que veíamos o los lugares a donde íbamos. Era simpático, en realidad nunca me molestaron solo nos divertíamos, pero el comentario que había hecho Mateo había sonado diferente, a pesar de admitir que era diferente le había gustado y quería conocer más.

Saliendo de ahí fuimos a caminar a central park, era agradable sentir el sol y escuchar los diferentes sonidos, iba describiéndole a Mateo lo que veía.

--Me encanta que me describas lo que nos rodea, me hace saber la manera en la que percibes las cosas, se que te gustan los niños, cuando hablas de ellos lo haces con admiración--

--Claro, su mundo en general es maravilloso, no tienen prejuicios, su felicidad es fácil y el mundo que crean en su imaginación es maravilloso--

--Anna-- Oía la voz nerviosa de Mateo --¿Qué hubieras hecho hoy si yo no fuera ciego?--

No entendía su pregunta y se lo dije:

--¿Te hubiera gustado ir en helicóptero?, vamos de compras o solo a ver tiendas--

--Mateo, me confundes--

--¿Por que te confundo?--

--Voy a ser sincera contigo por que no me hace sentir cómoda lo que acabas de decir-- Le dije molesta --Se que para ti es difícil ser ciego, pero cariño tu eres el ciego no yo, el día de hoy no he hecho nada especial porque tu seas ciego, el plan de hoy era lo que tenía ganas de hacer desde la última vez que estuve aquí en NY, te pregunté si tu querías hacer algo diferente, perdón si lo que hemos hecho te este causando molestia o no sea de tu agrado, aún nos da tiempo de hacer lo que tu quieres, pero aunque vieras te hubiera sugerido el mismo plan--

--Me haces sentir un egocéntrico--

--Egocéntrico no, pero si desconfiado, estoy harta de tener que estarte recordando que no te miento, que si hago o digo algo soy sincera y que no te trato de forma especial por que seas ciego--

Noté como se mordía el labio analizando mis palabras, a pesar de lo molesta que estaba no podía negar que se veía muy sexy haciendo eso.

-- Perdóname --

--No-- Su cara fue de sorpresa -- Hasta que no cambies de corazón no te perdono y ahora vamos a comer porque seguramente mi mal humor esta influenciado por eso. Y te advierto que el restaurante al que vamos no tiene ningún servicio especial para personas ciegas y no lo escogí pensando en ti, la reservación la tengo hecha desde hace meses que vine y en ese momento tu y yo estábamos separados--

Me jaló hacía él y tomó mi cara entre sus manos.

--No cabe duda que eres la novia perfecta, gracias Anna por ser así conmigo, gracias por amarme de esa manera. Te adoro con todo mi ser-- Me besó, no esperaba una actitud así de su parte pero era feliz con el beso por lo que se lo respondí con mucha alegría.

--Te amo Mateo--

Seguimos caminando y luego tomamos un taxi al hotel, teníamos que cambiarnos para ir a comer, era un restaurante muy exclusivo y había que ir vestidos de etiqueta.

--Me estoy replanteando ir a comer, te vez tan sexy vestido así--

--Yo mejor ni te tocó o sino no salimos en toda la noche-- Me dijo dándome una pequeña nalgada.

El restaurante al que íbamos se caracterizaba por preparar un menú especializado para cada comensal, me había gustado que los platillos de Mateo y míos se parecieran, eso significaba que él y yo nos parecíamos en nuestros gustos.

Tu Oscuridad Es Mi FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora