Llegué a mi departamento y me acosté en mi cama, no entendía que era lo que me molestaba. Por supuesto que había sido muy humillante que su mamá me hubiera visto desnuda, pero no sentía que eso fuera todo.
Me vestí intentando encontrar que era lo que en verdad me molestaba, hasta que recordé cuando me había mudado a Boston, había conseguido un departamento muy bonito, en ese entonces tenía un novio que era de Boston y seguido visitabamos a su familia, le había platicado a mis papas acerca de él y los había invitado a que nos visitaran, pero ellos siempre habían encontrado una excusa, el día que le había dicho a mi novio que los visitaramos ellos lo olvidaron y habían salido de viaje, mis papas nunca se interesaron en mi vida.
Mateo y yo teníamos un par de meses de estar saliendo y su mamá ya quería conocerme, me sentía un poco celosa de eso y además tenía miedo de que no le gustara, de que pensara que no era buena para su hijo, si su mamá quería separarnos yo... yo no lo iba a poder soportar Mateo era mi vida.
Después de pensarlo un rato llegué a la conclusión de que no podía no enfrentarme a eso, si para Mateo era importante debía apoyarlo, aunque el inicio no hubiera sido nada cómodo.
Tomé una charola de galletas y me dirigí al departamento de Mateo, a pesar de saberme la clave, toqué a la puerta.
Mateo abrió la puerta.
--No hagas nada que no quieras hacer-- Me dijo tocando mi cara, despues de que me había sentido sonreír me dijo --Pasa--
--Mucho gusto Anna y de verdad perdóname por lo ocurrido, le decíamos a Mateo lo apenados que estamos, estaba a punto de ir a tu departamento a pedirte una disculpa--
--No se preocupe, pero mejor imaginémonos que nos acabamos de conocer ahorita--
--Me parece una excelente idea, bonita-- Me tomó un poco por sorpresa que se acercará a abrazarme, el abrazó había sido muy cariñoso. Hice todo mi esfuerzo por que las lágrimas que picaban mis ojos no salieran.
El papá de Mateo también se acercó a mi y me dijo:
--Bienvenida a la familia Anna--
--Gracias-- dije sin evitar sonrojarme y discretamente me limpié una pequeña lágrima que no había podido evitar derramar.
--¿Desayunamos?-- Dijo Mateo, tomándome de la mano.
Sus papas habían comprado huevos, waffles y tocino, en platos individuales, cada quien había tomado uno, le dije a Mateo J.
--Mateo el huevo esta a las 3--
--Los waffles a las siete y el tocino a las nueve, gracias mamá--
--¿Cómo lo sabías?--
--Me lo dijo Anna, tenemos un sistema diferente-- Su mamá sonrió hacía mi y yo hice lo mismo de respuesta, sentí la caricia de Mateo buscando mi expresión.
Durante el desayuno estuvimos platicando de cosas triviales como el clima y la comida, terminando el papá de Mateo me dijo:
--Me platicó Mateo que esta trabajando para ti--
Sentí como Mateo se tensaba a mi lado.
--Así no es, Mateo y yo somos dueños a la par de la compañía que pertenecía a mis papas y aunque por no generar más cambios sigo teniendo el título de directora, es Mateo realmente el que esta dirigiendo grupo AIMA, ha sido maravilloso, antes de que empezara a trabajar la empresa estaba muy mal económicamente, pero ahora nuestros ingresos están calculados en 100 millones anuales--
--¡100 Millones anuales!, ¿Gracias al trabajo de Mateo?-- Sentí como inconscientemente Mateo apretaba mi mano, vi su quijada dura, sabía que estaba molesto. El tono de su papá era una mezcla de incredulidad y burla.
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Tu Oscuridad Es Mi Felicidad
RomanceLa luz no solo se pierde cuando se es invidente, hay cosas dolorosas en la vida de una persona que pueden robar más luz que la ceguera . Serán capaz de ayudarse mutuamente, ella lo ama por ser ciego, él la ama por poderla ayudar, pero eso sera sufic...