Capitulo 27

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Me sentía fatal, había sido el peor día de mi vida, bueno el segundo peor de mi vida, el primero era el que me había quedado ciego.

Horas antes estaba preocupado por como iba a volver a la empresa, como iba a soportar que todos supieran mi humillación, como iba a seguir con el trato si ese idiota trabajaba allí, pero en ese momento eso no me importaba, me importaba tratar de arreglar las cosas con Anna, aunque no creía que hubiera posibilidad de que me perdonara.

Había desquitado mis frustraciones con ella y le había dicho cosas que no debía de haber dicho.

Después de gritarle que por haber aparentando ser ciega no podía comprenderme, también le había dicho que prefería no haberla  conocido y que ella era la culpable de que hubiera salido a trabajar y de que me hubiera pasado eso, era una tontería, por supuesto que yo no pensaba así, mi rabía era la que había hablado no mi corazón.

Después de un par de horas fui a buscarla a su departamento, necesitaba disculparme, toqué y no respondió, cuando intenté poner la clave sentí un papel cubriéndola, lo tomé y noté que estaba en Braille.

"Querido Mateo, entiendo que tu frustración y tristeza fueron las que hablaron y esperó que no haya sido tu corazón, efectivamente no sé lo que es estar ciega pero si se lo que es que mi novio sea ciego y te repito de corazón para mí solo es otra de tus virtudes, aún así las palabras lastiman y no quiero sentirme así, voy a salir a dar una vuelta para sentirme más positiva y poderte ayudar a sentirte mejor, márcame si me necesitas. Te amo con todo mi corazón"

No pude evitar que las lágrimas corrieran por mis mejillas, no entendía ¿por qué ella estaba a mi lado?, ¿por qué merecía que me amara de esa forma?, era un estúpido ciego y aún así ella estaba para mi era increíble.

Le marqué por teléfono, quería saber donde estaba, quería abrazarla y disculparme por ser un idiota.

--¿Mateo?-- Me dijo la voz de otra mujer

--Si, ¿Quién habla?--

--Soy Rita, ahorita te la comunico--

--¿Esta en casa de sus abuelos?--

--Si, esta trabajando en su última obra, pero me dijo que si le marcabas, la interrumpiera para contestarte--

--No la interrumpa, voy para allá, podría pasarme la dirección por favor--

Pedí un taxi y acudí, no había ido antes a casa de sus abuelos porque no quería "ver" las obras que ella hacía, estaba nervioso  ¿que podrías decirle acerca de sus pinturas?, pero estaba terminando la última y sabía que tenía que haberla apoyado más, ¿Cómo era posible que ella hubiera experimentado ser ciega por mi y yo no hubiera intentado hacer algo para comprender lo que ella hacía?. Me sentía un novio terrible, ella sabía de mi mundo, ella había aprendido administración mientras yo no tenía ni idea de que estaba haciendo ella.

--Hasta que por fin te conozco-- Me dijo una sorpendida voz de mujer cuando abrí la puerta --Soy Rita la amiga de Isabella, me quiero acercar a abrazarte, ¿Me lo permitirías?-- Asentí y sentí su abrazo.

--Pasa, te describo la casa para que te puedas ubicar mejor--

Sabía que ella era la que ayudaba a Anna cuando se ponía los lentes, su manera de comunicarse conmigo era muy buena, cuando Anna había ido a la escuela para ciegos Rita había tomado el curso de guía por eso su explicación espacial y los detalles para orientarme eran muy buenos. Me indicó como llegar a donde estaba Anna, me dijo que tocara fuerte la puerta para que me escuchara ya que traía los audífonos puestos.

Escuché abrirse la puerta.

--¿Como estas cariño?-- Me dijo con cautela, midiendo mi reacción.

Tu Oscuridad Es Mi FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora