Tenía el estómago revuelto, quería correr a sus brazos pero a la vez tenía tanto miedo de llegar a casa, no había ido en todo el día a la oficina, después de ver al cliente, me había ido al cementerio, era una tontería hablar con los muertos pero necesitaba alguien que me escuchara.
Deambule por la ciudad todo el día sin rumbo fijo, cuando era casi la hora de cenar sabía que no podía retrasar más lo inevitable y tomé valor para ir a casa de Mateo.
Cuando entré al departamento, lo vi sentado leyendo un libro en braille, en cuanto me escuchó se puso de pie.
--¿Puedo abrazarte?-- Me preguntó, me acerqué a él y lo abracé, se sentía tan bien, era felicidad instantánea estar en sus brazos, se me escapó un suspiro, él me acarició la cara, sabía que iba a detectar preocupación --¿Vas a retomar tu relación con Nathan?--
Me separé de él sorprendida, ¿Cómo sabía acerca de Nathan?
--Los escuché hablar en la mañana-- Me dijo con tono triste.
--Lo siento-- Le dije sin saber bien porque, solo sentía que debía disculparme por su tono de tristeza.
--¿Eso es una confirmación a mi pregunta?--
--No...--
--Pero no estas segura de querer continuar con lo nuestro--
No sabía que responderle, estaba hecha un lío, no quería terminar mi relación con Mateo pero tenía demasiadas dudas para continuar como si nada.
--Por favor no estes tan callada, a pesar de que intento leer tus expresiones no se bien como interpretarlas-- Me dijo con un tono de frutración y tristeza que me partió el corazón.
--Perdón Mateo, si tardo en hablar es porque ni yo misma se que decir, pero supongo que es peor no decir nada--
Respiré para poder deshacer el nudo en la garganta que tenía y le dije:
--Te amo Mateo-- Sentí como se relajaba un poco, pero después en su rostro se formo una expresión de dolor y me dijo:
--Pero también lo amas a él--
--No-- Vi la sorpresa y un intento de sonrisa en Mateo --Pero si lo quiero mucho y lo que me dijo me dejo pensando...--
--¿Vas a regresar con él?-- Me partía el corazón ver a Mateo triste, pero tampoco podía quitarme de la cabeza la cara de Nathan.
--Mi cabeza me dice que si, mi corazón que no, a pesar de lo mucho que te amo, no puedo dejar de pensar en todo lo que he pasado con él y que la forma en la que terminamos no fue la más adecuada, al menos le debo una disculpa por haberlo apartado de mi lado de esa forma y no haber estado para él apoyándolo por la muerte de nuestros amigos-- Mateo limpió las lágrimas que caían de mis mejillas --Y eso me hace pensar que aún no estoy bien, me da miedo no poder estar para ti, me da miedo echar a perder lo nuestro como hice con lo que tenía con Nathan--
--Déjame estar para ti, déjame ayudarte, no me apartes de tu vida, soy un egoísta por quererte apartar de una relación de años por una de meses-- Había ocupado las mismas palabras que Nathan-- Pero te amo Anna y soy doblemente egoísta porque aún teniendo mejores oportunidades quiero que te quedes a lado de un ciego, pero...-- Tomé su cara entre mis manos y le dije:
--No vuelvas a decir eso Mateo, nada hay de malo con que seas ciego, es parte de ti y es parte de tu encanto, te amo tal cual eres, por favor jamás pienses que el hecho de ser ciego tiene algo que ver con lo que voy a hacer--
Él me abrazó.
--Te vas ir ¿verdad?-- Asentí sin deshacer el abrazó --Gracias por él tiempo que estuviste conmigo, ha sido la época más feliz de mi vida--
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Tu Oscuridad Es Mi Felicidad
Lãng mạnLa luz no solo se pierde cuando se es invidente, hay cosas dolorosas en la vida de una persona que pueden robar más luz que la ceguera . Serán capaz de ayudarse mutuamente, ella lo ama por ser ciego, él la ama por poderla ayudar, pero eso sera sufic...