Demonios de Día © - [Serie pesadillas] [Libro #2]

Capítulo IX: Lamento

Asaf

Está hermosa.

Lamento haberla dejado sola en la habitación. Lamento ser un idiota. Pero ella... ella descontrola mi mundo y trae del pasado la imagen de la chica que quiero dejar descansar en paz.

La miro en su imponente figura tras ese vestido etéreo que la hace ver como un ángel, pero su rostro es el vivo retrato de las ninfas a quienes los griegos consideraban espíritus divinos. Ella es uno.

Ella.

Ella.

Mi corazón late desesperado al verla, observando inquietante su próximo movimiento. Debe odiarme. Lo sé. Debe odiar al idiota que la espera aquí al final de las escaleras.

—Hijo, estás guapo. —Mi madre llama mi atención con ese aire de altivez y elegancia.

Antes de que pueda decir algo, ella se posa a mi lado. No puedo evitar su posesividad. Rodea mi brazo. Se ubica justo en la posición en que quiero llevar a Amber. Nadie más que ella merece estar esta noche de mi brazo.

—¿Y mi feliz cumpleaños? —escucho la voz de Amber en un tono vacilante. Volteo enseguida a mirarla.

Todos los hacen.

Mi madre ya no es el centro de mi atención.

Ahora lo es Amber.

Y mi atención se ve alterada por lo que sucede después. Suelto desesperado el agarre de mi madre. Subo las escaleras tan rápido como puedo. Si el tiempo fuera parte de mí contralaría cada mísero segundo con tal de sostener a Amber entre mis brazos y no dejarla rodar las escaleras en su repentino desmayo.

Otra vez no.

La sujeto.

Tan a tiempo antes de que su mórbido cuerpo sufra alguna herida.

—Te tengo.

Entonces, lo sé.

Claramente sé que esta noche es su elección.

Sé qué debo hacer por ella.

No creí que fuera antes. Yo solo quería conocerla más. Tal vez ella no se merece el odio que tengo hacia su padre, pero me pone nervioso. No sé que decir cuando estoy a su lado.

Nadie dice nada, mientras me retiro con Amber en mis brazos hacia mi habitación. Ellos lo saben. Saben qué pasará. Cuando despierte yo estaré ahí para ella.

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Confuso, ¿no? Veré si adivinan qué pasó y qué pasará, aunque sea tan predecible esto. Al menos, eso es lo que creen.

Gracias por estar aquí, por su inmenso apoyo, por esos votos, por ser fantasmas, pero sobre todo por demostrarme que tengo increíbles lectores.