-¿De qué te ríes payaso? – escupí mis palabras molesta por no enterarme de lo que sucedía. Rodó los ojos, esta vez sonrió ampliamente.
-¿Minnie Mouse? ¿Qué clase de cámara oculta es esta?
Entonces lo comprendí.
Giré mi cabeza de modo que con dificultad pude verme el trasero. Mi faldilla estaba subida a mis nalgas por lo que se veían mis braguitas de Minnie Mouse de color rosado. Le fulminé con la mirada y me bajé fuertemente la faldilla rasgándola y dejando un pedazo de tela entre mis dedos e hilos colgando. Cerré los ojos con fuerza maldiciendo mi suerte y Zac estalló en una carcajada acercándose a mí y depositando encima de mis hombros su chaqueta, me quedaba holgada, las mangas me sobresalían de los brazos pero no me quejaba de alargada ya que me quedaba justo por encima de la rodilla. Zac siguió caminando moviendo la cabeza y sonriendo, agarré en mi puño el cuello de la chaqueta colocándomela bien y su perfume me embriago totalmente.
Con la chaqueta cogida por mis puños aceleré el paso taconeando hasta colocarme a su altura.
-No volveremos hablar de este tema. Nunca. Esto será algo confidencial. Ni mucho menos sacaremos el tema estando con gente ¿Entendido? – hablé firme aunque avergonzada con mi cabeza gacha y evitando no ruborizarme.
-Como quieras Minnie – dijo esbozando una amplia sonrisa. Le golpeé el hombro y no hizo más que dejar de contenerse y soltar una larga carcajada – Bien, lo siento, no pensaba... Bueno ya sabes, dejémoslo.
No quise preguntar.
Zac giró hacia la derecha, tenía los ojos cerrados presionando con fuerza sus labios, alzó la mano señalando recto. Después de unos minutos caminando y que mis tacones me recordaran que seguramente no habían acertado con mi número de pie acabé preguntándole.
-¿Realmente sabes por dónde vamos? – pareció no escuchar mi pregunta y siguió caminando, giró una vez más hacia el camino de la derecha hasta llegar a una puerta de madera con un gran candado oxidado.
-Aparta – dijo empujándome, dio unos pasos hacia atrás y estrelló una patada en la puerta - ¡Mierda!
Zac se cogía del pie dolorido mientras daba pequeños saltos a la pata coja, reprimí una sonrisa y saqué una de las horquillas que había utilizado para hacerme un moño, la abrí y metí dentro del candado y tras unos pequeños giros la cerradura pareció flojear hasta caer finalmente tendida al suelo.
-¿Cómo has hecho eso? – preguntó intrigado mientras se masajeaba el pie y ponía mueca de dolor.
-¿Y tengo que entender que el espía especializado eres tú? – le sonreí aunque él difuminó al momento todo signo de alegría.
Le di una pequeña patada a la puerta abriéndola, Gabriel no mentía, Da Vinci, Van Gogh, Picasso, Dalí, Velázquez... Todos ellos se reunían en una misma sala, algunos cubiertos de mantas y otros de gruesas capas de polvo, todos en respectivos marcos de bronce, plata u oro con finos detalles esculpidos. Zac palpaba los viejos lienzos como si fueran a romperse al mínimo roce.
-Son estos, son los reales – entrecerró los ojos sin poder explicarse como no había llegado a las noticias que los verdaderos cuadros habían sido robados, como nadie se había dado cuenta, se encaminó hacía una de las esquinas de la habitación donde se hallaban recostados unos entre otros más de diez cuadros de todos los tamaños. La noche estrellada, la Gioconda... incluso el Nacimiento de Venus. Recordaba los nombres de cada uno de los cuadros presentes, a mi madre siempre le había gustado el arte y me inculcó el mismo amor y pasión que sentía al crear y observar verdaderas obras majestuosas.
-Crepúsculo en Venecia... - murmuré agarrando entre mis manos el cuadro de Monet. Zac giró bruscamente sorprendido hacía mí, sonreí con melancolía – De todos los cuadros, este era el favorito de mi madre, siempre soñaba con poder ir algún día a Venecia junto mi padre, mi hermano y yo.
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EL NIÑO DE MAMÁ
ActionZaira tiene una vida monótona, que consiste en un mismo horario todos los días de la semana. Despertarse en una cama ajena al lado de un desconocido, huir con sus tacones en la mano, hacerle el desayuno a su hermano mientras él le explica inocenteme...