Candy salió deprisa del despacho y Albert fue tras ella, la alcanzó en la amplia escalera de mármol. Otra vez Candy lo tenía muy cerca de su rostro, pudo ver sus ojos que la miraban fijamente y supo que Albert no mentía, recordó las palabras de la señorita Pony:
"Cuando alguien miente, siempre rehuye la mirada, no puede mirarte a los ojos porque sus ojos delatan la mentira".
-Candy te amo, no hice nada malo te lo juro, por favor cree en mi.
-Quiero estar sola Albert, en verdad lo necesito, después hablamos.
Albert se dio la vuelta y regresó a encerrarse en el despacho, Candy se fue a su habitación, se encerró en su cuarto y se sintió como una verdadera tonta.
-Tanto ha hecho por mi, ha sido mi amigo, mi protector, mi consejero, mi todo...
Recordó su viaje a Londres con él, la preocupación de él por dejarla en el Colegio para que no estuviera sola, el viaje a Escocia, el guardapelo, sus cuidados en el viaje a Londres mientras ella no podía caminar, los momentos compartidos, los consejos, la confianza, sus momentos a solas. No podía dejar eso atrás sólo por Eliza y su afán de enredarse con Albert.
Llamaron a la puerta.
-¿Si?
-Candy, ¿podemos hablar?
-Ahora no Albert... lo digo en serio, quiero estar sola.
-Soy Anthony.
Candy abrió la puerta.
-Disculpa Anthony, pero tu voz y su voz se están volviendo muy similares.
-Ya lo creo, Candy tienes visita, es Annie, Patty y el señor Britter.
Candy se puso pálida.
-¿Estás bien?
-Sí, en un momento bajo, gracias.
"Ahora la visita de Annie y el señor Britter... Dios mío, dame fuerza para verlo y que no me tiemblen las piernas, ni la voz, ni el corazón. Que no me delaten los nervios por favor, aquí está mi papá" -pensó Candy.
Se arregló el cabello y se dio unos ligeros pellizcos en las mejillas para darse un poquito de color por su palidez, bajó las escaleras y llegó con paso decidido a la sala.
El señor Britter se puso de pié en cuanto la vio atravesar por el ancho umbral. Annie corrió a abrazarla.
-¡Cannndyyy!
-¡Annie qué gusto! ¡Señor Britter!
-¡Candy, el gusto de verte de nuevo es para nosotros!
Dijo el señor Britter mientras envolvía ambas manos de Candy con sus manos en un cariñoso saludo.
-Candy venimos por ti, bueno en realidad por ustedes, haremos un asado como aquella ocasión en que conocimos a mi padre, ¿recuerdas?
-¡Cómo olvidarlo Annie!
-¿Entonces si vienes con nosotros?
-¡Claro que sí! ¿Y los demás?
-Ya fueron avisados Candy, según Dorothy Stear está en su laboratorio y Patty ha ido a buscarlo, Archie ha salido al pueblo y Anthony ya nos ha visto, se está preparando para salir.
-Annie al parecer te olvidas de alguien muy importante para Candy...
-Oh si, es verdad Candy, disculpa que le haya contado a mi padre, nos encantaría que Albert pudiera venir también, supongo que tú misma podrías llamarle.