EL HIJO OCULTO.

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Candy aprovechó un momento que se quedó a solas con sus madres del hogar de Pony.

-Señorita Pony, hermana María, quiero pedirles un favor...

-Sí Candy, ¿qué necesitas hija?

-Que no den en adopción a Anthony, quisiera averiguar unas cuántas cosas antes de que se vaya con alguna familia...

-No te preocupes, ha estado con nosotras todo este tiempo porque nunca se ha querido ir con nadie... en ese aspecto se parecen mucho tú y él, Candy nos recuerda mucho a ti.

-¿Qué es lo que pasa con él? ¡Por qué te interesa tanto!

-Tengo ciertas sospechas, pero Albert me ayudará a resolverlas... tengo que irme, las veo pronto.

Candy se despidió de ellas con un fuerte abrazo, la emoción y la duda enormes que llevaba ahora consigo, la habían distraído de la motivación inicial de adoptar un hijo.

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-No entiendo lo que quieres hacer Candy, ¿qué tiene que ver ese pequeño niño con nosotros?

-Alguna vez investigaste mi procedencia cuando te conté quienes eran mis padres. Por favor, ayúdame a hacer esto, quiero saber de dónde exáctamente viene ese pequeño.

-Candy, te estás dejando llevar por el nombre... aunque te soy sincero, también me resulta familiar...

-¿De verdad lo crees así? Entonces ayúdame Albert, ese pequeño no puede quedarse sin el apoyo de la familia.

-Voy a investigar, tienes razón, mejor será salir de dudas.

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Semanas después, un sobre grande con importantes documentos llegó a la casa de Albert y Candy en Boston, pues dejaron su domicilio para recibir notificaciones allá, Candy y Albert ya habían vuelto a su vida en esa ciudad, ella lo recibió pero estaba dirigido a su esposo y no se atrevió a abrirlo. Cuando él llegó más tarde del trabajo en las oficinas, Candy lo llamó impaciente.

-¡Albert! ¡Albert!

-¿Qué pasa amor?

-Ya llegaron los resultados, mira, es de tus investigadores desde Chicago...

Dijo Candy con una enorme emoción en la voz.

Albert leyó rápidamente las tres hojas con el reporte escrito en perfecta caligrafía, sus ojos se abrieron con sorpresa y volteó a ver a Candy un breve instante con la boca entreabierta.

-¿Lo es verdad? ¿es hijo de Anthony?

Albert no pudo articular palabra después de leer el reporte.

-No lo sé Candy, todo parece apuntar que el niño viene del extranjero, aquí viene la fecha de llegada de la persona que desembarcó con el pequeño, el hostal donde se hospedó, las características físicas y coincide la fecha de llegada al hogar de Pony con su regreso a Chicago y registros de tren y de ahí en adelante se pierde la pista. Son registros muy viejos, poco confiables, hay unos que se perdieron... hace ya siete años de esto Candy, el niño tiene ocho...

-Lo que no entiendo es... ¿por qué tomarse la molestia de venir a abandonarlo hasta acá?, ¿Por qué es así la gente Albert? ¿por qué una madre puede dejar a su hijo así, tan fácil? En el caso de mi madre... pudo dejarme con mi tío Alexander y no lo hizo... menos entiendo el afán de abandonar a una criatura indefensa.

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