Candy tenía que ser fuerte. "Vamos Candy, no puedes llorar por esto... ¡entonces cómo serás medico!" -pensaba mientras Archie la abrazaba.
-¿Es tan malo lo que dice en la carta Candy?
-Toma Stear, leéla tu mismo.
-No Candy, yo no puedo hacer eso, es tu carta...
-No llorare más, no es tan malo lo que dice, por lo menos sé que me extraña, que me ama, que tiene muchos planes para cuando estemos juntos, que estará un mes allá en Nueva York y que cuando regrese traerá un regalo para mi.
-Gatita, entonces en esa carta no hay nada de malo, yo no vi motivo para que llores.
Decía Archie sin soltar de su abrazo a Candy.
-Archie, lloro porque lo amo, me hace mucha falta, sé que debo tener paciencia porque mi vida junto a él así será, tal vez hasta tenga que viajar mientras yo esté dando a luz a sus hijos... así que, debo aprender a ser fuerte.
-Candy...
-¿Qué pasa Archie?
-Entonces, ¿es un hecho? ¿Tienes planeado casarte con él?
-Sí Archie, aún soy muy joven, pero quisiera ser su esposa y vivir toda mi vida junto a él.
Archie y Stear se miraron y Stear se encogió de hombros.
-¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?
-Sólo para mi Candy... sospecho que me haré viejito esperando porque algún día te divorcies o enviudes.
Stear comenzó a caminar para dar privacidad a su hermano.
-¡Archie!
-Te amo Gatita, siempre voy a amarte y lo que dije de la viudéz es broma, pero no lo del divorcio. Aún eres muy joven Candy, nada está escrito y por lo mismo mi esperanza no morirá, perdón por decirte la verdad, que te amo, pero era importante para mi que lo supieras. Cuando me fui a Londres creí que encontraría a alguien allá, pensé que conocería chicas hermosas y valiosas, sí las hay, pero para mí ninguna como tú. Vaya que es afortunado en todos los sentidos el tío Albert, sobre todo por tenerte a ti.
-Archie, no sigas...
Archie besó sus manos y la abrazó fuerte para dar un beso más en su frente y la tomó de la mano para caminar hasta donde estaban los demás esperando.
Cuando llegaron encontraron a la tía Elroy molesta, sin contar que la imprudencia de ambos de llegar apresurados tomados de la mano, no pasó desapercibida para Eliza que sólo sonrió con malicia y se acomodó en el interior del coche.
-Candice, Archibald... no sé qué es lo que estaban pensando, pero habemos gente que si quiere llegar a casa ¡Suban pronto!
-"Hacía mucho que la tía Elroy no me llamaba Candice y que no estaba molesta conmigo... Vaya que hoy no fue mi día, mi amor no llegó, Archie me declaró su amor, Eliza nos vio de la mano y la tía Elroy me ha mirado como cuando llegué a la familia por primera vez"... -pensó Candy.
Anthony no los perdía de vista, también vio cómo llegaron caminando aprisa tomados de la mano. No sólo eso, vio cómo Archie abrazaba a Candy y recordó la escena junto a la fuente en el jardín, la noche en que él mismo se había hecho novio de Candy. Se sintió muy mal, ¡Candy había sido su novia! Y simplemente la dejó ir... ahora no tenía ni la más mínima oportunidad de volver con ella. Ojalá que el tío la haga feliz, ojalá que Archie lo entienda también...