En el colegio, Anthony, los Cornwell, Eliza y Neal seguían a la espectativa para que llegaran por ellos y trasladarlos a Chicago a los funerales. Los demás compañeros ya habían comenzado a retirarse con sus familias y nadie llegaba por los Andley.
Nadie decía nada, tampoco entre ellos hablaban, aunque hubiera tantas preguntas que hacerse, tanto qué decir y tanto qué abrazarse para darse apoyo mutuo, todos preferían aislarse.
Anthony ni siquiera salía de su dormitorio, no asistía a clases, Terry llamaba a su puerta sin tener éxito.
-Te digo que no contesta.
-Pero debemos asegurarnos que esté bien.
-Veo que lo aprecias mucho.
-Si, también a tu hermano.
-Gracias...
-Ay por favor, no me vengas con sentimentalismos elegante.
-Ya veo por que no te soporto, contigo no se puede hablar.
-A mí me preocupa Anthony, si me soportas o no es cosa que no me interesa...
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-Ahora reúnalos aquí en mi oficina por favor, es muy importante que lo sepan lo más pronto posible.
-Si hermana Gray... ¡Ésto es un milagro!
-Lo es, dese prisa, hay que avisar inmediatamente.
Asistieron todos menos Anthony, estaban cabizbajos, imaginando que ya habían llegado por ellos.
-¿Dónde está el joven Brown?
Una de las hermanas se acercó a la madre superiora y discretamente al oído le comentó que Anthony no bajaba y estaba sumido en total depresión.
-¿Y por qué me entero hasta ahora? Está bien, déjelo así hermana, yo misma hablaré con él más tarde. Los he llamado esta vez para rogarles una disculpa, la noticia que les dimos hace dos días fue en base a la lista nos fue entregada de manos del oficial del puerto de Southampton. Hemos recibido un telegrama de parte del señor George Johnson, informando que hubo una confusión. Sus familiares a último momento cancelaron el viaje y están con vida.
De nuevo hubo llanto y expresiones de incredulidad, pero ésta vez mezcladas con una inmensa felicidad.
Archie corrió a abrazar a la hermana Gray, Stear abrazaba y besaba en la mejilla a Neal, Eliza recuperaba el aliento y la alegría, de nuevo se veía como la esposa de William Andley...
-Ahora iré yo misma a hablar con Anthony Brown.
-Hermana Gray si nos permite, nos gustaría decírselo nosotros mismos.
-Hermana Margaret, acompáñelos y abra la puerta del joven Brown, seguramente tiene seguro por dentro, llévese las llaves.
-Sí hermana Gray.
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Candy, Albert y George regresaron a América, fue un viaje largo pero tranquilo y sin contratiempos en altamar. Llegaron a Nueva York a la hora del almuerzo.
-Te prometí que daríamos un tour Candy, aunque no sé, ya has pasado mucho tiempo sin entrar a la escuela. Me refiero a la escuela de preparación para medicina. ¿Quieres que nos quedemos en Nueva York?
-No Albert tienes razón, preferiría irme cuanto antes a Chicago, ya no quiero más paseos, además ya me llevaste a Londres y a Escocia, lo que quiero es entrar ya a la escuela y ocupar mi tiempo.

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ENSÉÑAME.
Roman d'amourLa vida de Candy y Albert, después de superar difíciles pruebas...