Pasé de estar perdidamente enamorada por él a poder superar todo lo que él me dijo ese día en unas cuantas horas. No puedo decir que no me afectó en nada todo lo que declaró Kang Daniel. Si llegó a romper un poco más mi corazón, pero no tanto como antes.
Ong vinó a verme el día siguiente en la tarde, me trajo unas galletas y me acompañó toda la tarde para alegrarme la vida. Se encontraba sentado a mi lado, guardando cierta distancia, mientras yo me concentraba en tratar de dormir.
-Deja de mirarme.
Abrí los ojos y encontré a Seongwoo sonriéndome desde la orilla de la cama.
-Perdón. -agachó su cabeza y trató de mirar para la puerta del cuarto.
Cerré los ojos para conciliar el sueño, pero era inevitable. Sentía de nuevo aquella mirada y solo sonreí, pude escuchar su risa.
-Lo siento, es inevitable. -dijo con una sonrisa de lado.
-Dime, ¿por qué te gusto?
-Se supone que eso aún no lo sabes. -decía Ong con los ojos muy abiertos mostrando su sorpresa y también desviando su mirada para ocultar su vergüenza. Esperé su respuesta con una sonrisa. - Bueno. -tosió tratando de aclarar su voz- ¿Qué parte de ti no le gustaría a alguien?
Te puedo hacer una lista de todos mis defectos, Ong. Pero parece que tú aún no podías hallar ninguna en mí. No sonreí al escuchar tu respuesta, simplemente te miré a los ojos. Mientras que sentí que tú peleabas contigo mismo para mantener aquella mirada.
-No entiendo por qué te fijaste en Daniel.
Miré las sábanas rosadas y me aferré a ellas con fuerza con mis dos manos. ¿Por qué me gustó tanto Daniel?
-No lo sé, simplemente me gustó.
Busqué la mirada de Ong que siempre se encontraba viéndome.
-Eso es lo que me pasó contigo.
Salí de aquella posición, quitándome la manta y gateé hasta la orilla de la cama en la que Ong se encontraba sentado, seguí en aquella posición al llegar a estar lo más cerca de su rostro como nunca antes lo estuve. Él me siguió con su mirada hasta que llegué a encontrarme cara a cara con él que ahora me veía a los ojos y quizás también mis labios.
-Lo siento.
Lo miré a los ojos al decirlo, y sentí que él se sentía tan nervioso y tímido que no sabía qué hacer. Yo, al contrario, nunca antes me mostraba tan segura de algo. Me acerqué a él lentamente, sin dejar de mirar aquellos labios tan rosados. Hasta tocar sus labios con los míos suavemente. Pude sentir a Ong tratando de no caer, pues se movió para sostenerse de la cama con sus dos brazos. Mis manos aún seguían en la cama, por Dios, nunca en mi vida había sido la persona qué inició un beso y por primera vez, lo inicié con un chico que no se atrevía a moverse ni un poco y que parecía más una estatua que un humano. Con una mano toqué su mejilla, mientras intenté mover mis labios sin asustar más a Ong. Cerré mis ojos desde el comienzo para evitar sentirme con más vergüenza de la que estaba, pero la corriente que sentía alrededor de todo mi cuerpo era más que aquella vergüenza. No había sentido esto hace mucho tiempo.
Sentí la mano de Ong en mi mejilla. Eso me sorprendió, pero no impidió que coloqué mi mano que se encontraba antes en su mejilla para posarla sobre su mano en mi rostro. Me separé de él, sin quitar mi mano, ni el la suya; abriendo por fin los ojos pude ver a Ong con sus mejillas ruborizadas.
- Nunca más te disculpes si vas a hacer algo igual de nuevo. Por favor.
Aquella noche no dormí mucho. Yo fui la que la besó y aún no entiendo porqué no puedo dormir tranquila. Quizás en verdad sentía más que un solo gusto por Ong.
Eran las 12 de la noche y cogí mi celular marcando aquel número sin dudar.
-¿Qué pasa, Doyeon? - escuchaba la voz ronca de Ong que demostraba que recién despertaba.
-Perdón por despertarte. -empecé a jugar con mi manta con una mano.
-Nunca te disculpes por algo así. -se aclaraba la voz que cada vez volvía a su tono normal.
-No puedo dormir.
-Yo me demoré un siglo en poder dormir. -escuché su risa ronca que hizo que mi piel se ericé.
-No pude dormir, porque pensaba en ti.
No dejaba de mirar el techo de mi cuarto tratando de buscar algo que me distraiga que se encuentre pegado ahí, pero nada podía sacarme de la cabeza a Ong desde el momento que se fue.
-Yo siempre pienso en ti, ya me acostumbré.
Escuché de nuevo su risa ya con un tono menos grave.
- Por favor, sé mi enamorado.
Solté rápidamente mientras agarraba mi manta con fuerza. No escuché ninguna palabra por parte de la otra línea por unos segundos.
-Seongwoo...
-Estoy enamorado de ti. -soltó después de casi un minuto y escuché su risa como por tercera vez que solo me hizo sonreír más. -Eso lo debes saber, soy el chico más obvio.
-Sí, eso creo. -dije tratando de esconder el tono de alegría a mi voz que se hacía cada vez más notable.
-Mañana iré por ti.
Hoy definitivamente nunca dejaría de sonreír.
-Adiós, Doyeon.
-Adiós, Seongwoo.
Iba a colgar cuando escuché a Ong gritando por la otra línea: Bien, maldición. Y también escuchaba su risa que se me hacía cada vez más dulce y se convertía en el sonido que podría escuchar toda la vida sin cansarme. Pude oír como dijo maldición al ver que la llamada aún seguía en línea.
Díganme qué hice. No puedo entrar a una relación tan rápido, solo han pasado 5 meses. No llego a comprender cómo Daniel entró.... Ah, bueno él simplemente inició una relación desde antes que termináramos.
Traté de ver el lado positivo a esto, pero todo se veía bien. Con Ong todo se podría ver bien.
![](https://img.wattpad.com/cover/132189710-288-k738252.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Más que ayer. »KangDaniel
FanfictionYo lo encontré engañándome, se encontraba en nuestra cama con otra mujer. Cuando entré al cuarto, él sólo dijo. -Vete al otro cuarto. Yo hice caso. Lloré toda la noche. ibluna © 0018