— ¡Doyeon!
Volteé y vi a Yoojung corriendo hacia mí con una sonrisa. La diferencia de tamaño que había entre nosotras era muy grande, eso hace que se me haga más fácil abrazarla. La recibí con los abrazos abiertos para abrazarla como siempre y empezar a caminar con un brazo alrededor suyo.
— Acabo de ver a Seongwoo. Cuando lo veas dale una patada, por favor, no deja de decirme enana.
—Pero si lo eres. —contesté, Yoojung indignada me empujó tirándome al piso. Bueno no fue tan fuerte, pero sobreactúe. —¡CHOI YOOJUNG!
— ¡Cállate jirafa! — grito mientras salía corriendo
Cuando la busqué con la mirada ella ya había desaparecido, pero nunca desaparecieron las miradas hacia mí. Sí, hice una escándalo.... como siempre. Me paré y retome mi camino. Acá no ha pasado nada.
Escuché una risa conocida y volteé, sí, era él. — ¿Qué te ríes?
— Nada, nada. —se estaba acercando y por inercia me alejé. —No te haré nada, Doyeon. Ya no estoy loco.
Alcé mis cejas, aceptaba su etapa de locura. —Quiero hablar contigo, Daniel.
—Aquí me tienes.
—Vamos a otro lugar. —miré alrededor y sí, había gente mirándonos.
Fuimos hacia los bancos cerca de las áreas verdes de la universidad. Solté un suspiro a lo que Daniel imitó de manera en que un niño de 7 años lo haría. Lo miré y sonreí inconscientemente. Él me demostró aquella sonrisa que sólo hacía notar más sus dientes de conejo y que lo hacía quedarse casi sin aquellos ojitos. Tierno. ¿Ojitos? No, son ojos. Recapacité y miré hacia otro lado.
— Gracias por todo lo que hiciste, Daniel. —solté repentinamente, no podía ver alguna reacción de él. No quería. — Pero eso no quita todo lo que ha pasado y he sentido. Mis sentimientos cambiaron, ya no siento lo que alguna vez sentí por ti. Yo ahora quiero a Seongwoo.
Lo dije con mis ojos cerrados tratando de decirlo todo más rápido. — Dímelo mirándome a los ojos, miraba la cara, no te escondas detrás de tus ojos cerrados.
Abrí mis párpados al instante y volteé a verlo. Lo mire a los ojos como él lo pedía. Abrí mi boca para decirlo, pero no lo hice. Qué pasa Kim Doyeon.
— Cuando me lo digas, me rendiré. Me prohibiré verte, buscarte o hablarte. Simplemente se acabará todo de Doyeon y Daniel. —se paró dejándome callada, me dio una última mirada para irse dándome la espalda.
— Yo quiero a Ong. —murmuran mis labios convenciéndome a mí misma de mis palabras.
—Mírame a los ojos, Doyeon.
— Te amo. —dije sonriendo entre sus brazos que me rodeaban dentro de esa cama. — Ahora dímelo tú. — lo miré mientras me apoyaba en su pecho.
— No.
Le tiré un puñete en su estómago all que él solo se quejó sobreactuando en letras mayúsculas. —Idiota.
—Tienes problemas de agresividad.
—Lo dice el chico que casi golpea a un chico de solo 15 años por pedirme mi número.
— Ese idiota te lo estaba pidiendo con ojos de depravado, quería más que solo conocerte.
— Lo que sea, es tu turno de decirme.
—Nunca te voy a decir que te amo, porque no te debe de hacer falta. Yo simplemente lo hago. — traté de golpearlo de nuevo, pero me detuvo con una mano. — No entiendo a esa gente que necesita que le digan que la aman. Yo, en cambio, necesito que nunca me lo digas. Uno no necesita que le digan que hace calor cuando hace calor. Los poros de tu piel, tus nervios, tus glándulas sudoríparas te lo tienen que decir. — traté de no reírme, pero a la vez traté de no besarlo e interrumpir todo. —Si te vas a poner que te lo cuenten estás jodido. Si necesitas preguntarlo es porque no lo sientes, lo dudas. Y el calor no se dice. Se siente o no se siente. Se suda o no se suda. El amor también. No hay que decirlo nunca, el amor tiene que ser la cosa más obvia del mundo. Si no, no sirve. Es obvio que te amo, Doyeon.
Te extraño.
Quizás te estoy extrañando, Kang Daniel. Quizás lo hago y no lo quiero aceptar. Quizás lo hago hasta obvio en todo lo que pienso, pero me prohibo expresarlo.
Nunca se lo diré, yo lo demostraré.
![](https://img.wattpad.com/cover/132189710-288-k738252.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Más que ayer. »KangDaniel
FanficYo lo encontré engañándome, se encontraba en nuestra cama con otra mujer. Cuando entré al cuarto, él sólo dijo. -Vete al otro cuarto. Yo hice caso. Lloré toda la noche. ibluna © 0018