Capítulo 23.

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Transitar la última etapa del embarazo es fatal.

Parezco una ballena.

Apenas puedo moverme.

Mis pies son unas empanadas de lo hinchados que están.

No paro de llorar.

Mis hormonas son un desastre.

Quiero matar a Jayden por embarazarme.

Me mintieron cuando dijeron que el embarazado es hermoso, el mío fue todo lo contrario, mis cambios de humor fueron fatales, no podía comer nada porque mi bebé o mi pequeño alienígena como le digo no dejaba que nada pueda retener en mi estómago por mucho tiempo.

Es mentira que las náuseas y vómitos se van después del primer trimestre yo los tuve hasta dos meses atrás no podía vivir sin antes vomitar como si fuera la niña del exorcista.

Lo único que me alegraba era sentir sus pequeños movimientos, esas pataditas que daba dentro mío llenaban de felicidad mis días.

Con Jayden pasamos por todos los estados, bueno yo los pasé y tengo que reconocer a mi lado tengo al mejor esposo de este jodido mundo.

Si ya era insoportable sin estar embarazada no se imaginan lo que soy ahora, insufrible es la palabra que usaron mis malditos hermanos para describirme.

- Jay! - grito para que venga a nuestra habitación.

Mi esposo no tarda mucho en llegar corriendo cargando el bolso del bebé y mío.

- ¿Es hora? - pregunta asustado.

- No todavía - digo acariciando mi gran vientre de nueve meses.

Estábamos a nada que nuestro hijo nazca, podría seré en cualquier momento y por eso nos tiene un poco paranoicos a ambos.

¿Qué le vamos hacer?

Somos padres primerizos y tenemos miedo de todo.

Lo veo suspirar aliviado y dejar los bolsos en la puerta de nuestra habitación.

- ¿Cómo te sentís? - me pregunta al sentarse a mi lado y pasar su mano por mi gran vientre.

- Me duele mucho mi espalda y el alienígena no para de moverse - me quejo haciendo un mohin.

Él niega divertido. - No le digas así Fran! -

- Lo siento Owen - digo acariciando mi vientre - Mamá te ama sólo que eres muy malo con ella -

- Seremos los peores padres de este mundo! - bromea divertido.

- Pero por lo menos sabrá que lo amamos mucho - murmuro sintiendo sus pataditas.

- Nuestro amor nunca le faltará cariño -

Se acercó para depositar un largo beso en mis labios que encendió mis locas hormonas alborotadas.

- Te necesito Jay! - susurre necesitada.

Como tengo al mejor esposo del mundo no tardó nada en hacerme suya con mucho cuidado y amor.

Luego de nuestra intensa mañana era momento de empezar a prepararnos para la fiesta de año nuevo.

Con cuidado Jay me ayudó a levantarme de la cama y después de un baño me ayudó a vestirme pero al verme en el espejo me entraron las ganas de llorar intensamente.

- Parezco una ballena blanca! - digo entre sollozos.

- Fran estas hermosa deja de ver cosa que no son reales - exclama Jay con ternura.

Hasta que te Conocí  (3°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora