CAPITULO 62: Mazmorra comprimida

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Nehitan: Pero eso no importa ahora, hay que seguir el problema es a donde.

Dilian: Cuando veníamos hacia acá había algo extraño.

Viago: Creo haberlo visto también, antes de la toxina nos afectara más.

Yereli: Pues bien, habrá que ir en esa dirección -apunto con su dedo índice derecho hacia donde ella había venido.

Nehitan: Un poco más a la izquierda -tomé la muñeca de Yereli y la moví hacia la derecha indicando por donde Dilian y Viago habían venido.

Yereli: Eso había dicho -dijo con total seguridad.

Comenzamos a caminar en la dirección por donde Dilian y Viago habían venido siendo perseguidos por esa gran bestia peluda, algunos de los árboles solo quedaban su tronco mientras que otros estaban un poco rotos o tirados en el suelo seguimos caminando en esa dirección por otro par de minutos hasta que Dilian nos avisó de haberlo visto algo y corrió hacia ese lugar en donde el pasto se había vuelto más azul, un agujero de unos dos metros de ancho.

Viendo hacia abajo el agujero atravesaba cada uno de los pisos, también hacia arriba era igual solo que hacia arriba, como a unos cuatro pisos más arriba, el agujero se veía negro, el techo de tierra café estaba como a unos cuarenta metros del suelo, lo mismo pasaba en cada uno de los demás pisos por lo que no sería muy fácil llegar a la cima, un salto no sería suficiente como para llegar a ese lugar.

Ulara: La mazmorra puede que desde afuera este comprimida debido al tamaño del interior así que si salimos y nadamos unos metros hacia arriba el posible que aparezcamos allá.

Nehitan: Esa es una buena idea.

Dilian: No perdemos nada intentándolo.

Yereli: Entonces iremos de regreso, aunque creo que por acá será más cerca -teniendo de frente por donde llegaron ella apunto hacia la derecha.

Nehitan: Bueno habrá que caminar un poco más antes...

Un ligero temblor interrumpió mis palabras, debajo de nosotros era de donde provenía por lo que todos saltamos hacia los lados rápido y del suelo salió la misma bestia la cual había sido derrotado por mi hace no mucho, parecía que ya se había recuperado del todo y estaba listo para más lo que no sabía era el terrible destino que le esperaba por el cual se arrepentiría de haber aparecido.

Nehitan: Déjenmelo a mí, no debemos matarlo -hable con una mirada un poco sádica.

Desenfunde la espada al momento que la bestia me gruño y soltó un fuerte rugido, avanzo dos pasos hacia el con la espada en la mano derecha lo cual causo que la bestia dirigiera su atención hacía mí, estaba más preparado que la vez anterior ya que sabía cómo atacaba la bestia mientras que él no podía adaptarse a mi modo de pelea por ser nada más que un monstruo creado por una mazmorra con la intención de proteger su tesoro.

Patee fuerte el pasto antes de salir corriendo, esquive el primer ataque de la vestía y trate de provocarle un corte profundo en la pata delantera izquierda sin embargo no fue tan profundo como esperaba, me dio la vuelta mientras clavaba la espada en el pasto para frenarme, esta vez salí corriendo mientras active el poder de clase 5 evitando con mayor facilidad los ataques y acertando más cortes en cada una de sus seis patas y abdomen debilitándolo lo suficiente como para que cayera en el suelo.

Nehitan: ¡Yereli, trata de atarlo con tu látigo! -ella reacciono un poco lento ante la falta de información del porque hacia eso y con qué objetivo, pero aun así saco su látigo y lo lanzo hacia el cuello de la bestia enrollándolo un par de veces.

Ella hizo mucho esfuerzo tratando de no soltarlo debido a que la bestia poseía un gran peso capaz de mandar a volar a Yereli si no lo sujeta bien pero al final la bestia comenzó a ceder, puede que ellos solo sean creaciones de las mazmorras con un único objetivo pero incluso ellos tienen cerebro y son capaces de darse cuenta cuando ya no podrán ante un enemigo o hasta pueden llegar a tener miedo, después de todo ellos están vivos por esa misma razón a mí me parecía un poco cruel hacer eso, hubiera preferido que mi enemigo tenga una muerte rápida y sin dolor a una lenta pero esta era la única opción que tenía.

Nehitan: La vez que pelee con él y huyo vi como salto hasta el piso de abajo y ahora está en este por lo que debe tener alguna forma de subir.

Viago: No lo sé viéndolo bien su tamaño el grande y su peso mayor, aunque posea esas seis patas se le dificultaría dar un salto así.

Ulara: Puede que no necesite saltar es posible que el posea alguna otra forma de subir de un piso a otro como control del suelo o hasta cabe la posibilidad de que él pueda acercar un piso.

Nehitan: ...Ah, si claro eso mismo...

Yereli: Pero ¿No puede ser peligroso subirse en él?

Nehitan: Quizás eso solo suceda si lo llegas a ingerir Como lamer -voltee a ver a Dilian y Viago quienes disimularon al voltear a ver a los lados- solo sujétalo bien y no tendremos problemas.

Yereli: ¡Como ordenes! -con su mano izquierda Yereli hizo una señal estirando sus dedos índice y medio mientras que los otros tres los mantuvo cerrado, llevo su mano a la ceja derecha y mostró una sonrisa, esa señal era normalmente usada por los miembros los escuadrones militares para dirigirse a un superior.

Yereli trato de atar bien a la bestia y se subió sobre él, el cual por instinto se sacudió de un lado a otro tratando de quitársela de encima, puede que sea cruel, pero ella es la única que sabe usar látigo, creo que hasta la bestia quiere morir antes de estar tan cerca de ella, la bestia parecía ya haberse resignado y entonces todos subimos en él y nos sujetamos del largo pelaje que recorría todo su cuerpo.

Yereli la cual era la que conduciría a la bestia le dio una señal de que nos llevara al siguiente piso, la bestia parecía quejarse pero no tuvo de otra, flexiono sus rodillas y luego dio un salto que lo elevaría unos tres metros, como Viago dijo, no era lo sufriente como para llegar al techo pero en el aire la bestia se dio una vuelta hacia atrás quedando de cabeza todos nos alteramos al pensar que caería de espaldas con nosotros debajo de él, pero antes de que eso sucediera céntimos un cambio de gravedad y comenzamos a caer.

Cuando nos dimos cuenta estábamos parados en el techo parece que esta es la forma que el usa para subir cambia su propio centro de gravedad, la bestia comenzó a escarbar grandes cantidades de tierra atravesando el suelo rápidamente el cual tenía un grosor de medio metro.

Esencia: Mas que un poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora