CAPITULO 34: Cómo es el control

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Viago corrió hacia la izquierda en dirección de esa bestia, mientras que yo fui por la derecha, Viago se encargaría de distraer a la bestia con sus explosiones y protegiéndose con su armadura la cual creo solo en la mitad de su cuerpo descubriéndose la cara, yo intentaba cortarlo pero mi espada no le hacía ni el más mínimo corte, las armas de Dilian rebotaban en la dura piel sin ocasionarle nada de daño aun cubiertas por la flama, era un monstruo con las destrezas de esas bestias y la dura piel de esos insectos, ya de por si la bestia sería difícil de vencer ahora más con esa piel.

Continúe atacando pero la bestia tomo con su pata la espada sin parecer afectarle y me lanzo hacia Viago, me levante rápidamente y corrió hacia la bestia seguido por Viago, levante la espada para distraer a la bestia y la baje enterrándola en el suelo para luego saltar sobre él, la bestia estiro sus brazos para alcanzarme pero antes de llegar a mí, Viago lo golpeo en el lado izquierdo de la cara con su mazo, la bestia salió empujada varios metros cayendo casi de rodillas, antes de que se levantara llegue con mi velocidad de clase 5 y lo comencé a golpear con mi espada muy rápido, tan rápido que apenas se podía ver donde estaba la espada, la bestia me golpeo pero pude bloquearlo con la espada siendo empujado antes de llagara Viago y corriendo de regreso a atacar a la bestia a velocidades sorprendentes, la bestia era mucho más rápido que una clase 5 en su máxima velocidad por lo que no le parecía difícil bloquear mis ataques.

Viago: ¡Hey! Nehitan relájate, deja que te ayudemos.

Nehitan: Muy bien entretenlo un rato tengo una idea -corrí hacia donde estaba Dilian- necesito que cubras mi espada con la flama puede que solo así le pueda hacer un poco de daño.

Dilian: -miro por un momento su mano pensándolo- Esta bien, pero ya no le poder compartir la flama a nadie más.

Nehitan: Bien, solo este último, me encargaré de la bestia y luego saldremos de esta mazmorra.

Dilian toco mi espada con su mano derecha transfiriéndole un poco de la flama, terminando corrí de vuelta a la pelea.

Dilian miro su mano que estaba temblando y su respiración se le había dificultado, la flama se movió como si hubiera mucho aire que la haga descontrolarse y cubrió todo su brazo hasta el hombro, Dilian cayo arrodillado en el suelo, casi parecía estar a punto de desmayarse pero logro mantenerse estable, Dilian empezó a sentir un dolor proveniente de su hombro y al verlo una flama normal color naranja y rojo salía ahí, rápidamente la flama naranja cubrió el resto de su brazo antes de llegar a la mano y el dolor se extendió por todo esa área, las llamas comenzaron como a querer invadir el espacio de la otra terminando combinándose, la flama naranja desapareció siendo llevada por el aire mientras la flama negra fue absorbida por su cuerpo, en ese momento Dilian cayo desmayado al suelo.

Después de que Dilian cubriera mi espada por la flama, corrí hacia la bestia

Nehitan: Déjamelo a mí, tu busca a Yereli debe de estar en alguna parte del templo, eso dijo la bestia.

Viago: Pero como vas a pelear tu solo con el... A nosotros dos nos está causando... Problemas, entonces será muy... Difícil hacerlo solo -dijo mientras peleaba.

Nehitan: Lo sé, pero tengo un plan recuerdas, cuando han fallado mis planes, además ayudara a Yereli -Viago retrocedió dejándome pelear- además sé que tú la protegerás.

Viago: ¿¡Que!? ¿A-a que te refieres? -pregunto nervioso.

Nehitan: Así es, sé que te recuerda a tu hermana mayor, tarde en recordarlo, pero se parece... ¿O creo o talvez fue otra?

Viago: Ah... Si eso. No se parece en nada a mi hermana además él nunca la ha visto, tal vez por lo que le he dicho de ella -pensó.

Eso pensó Viago antes de romper el suelo con su mazo y pasar por el hoyo antes de que se cerrara.

Yo me encontraba atacando a la bestia la cual si parecía tener pequeñas cortadas por parte de mi espada que estaba envuelta en una flama negra, no me daba un respiro y atacaba desenfrenadamente pero no de una forma en la que pierde la razón y golpea solo por golpear, eso era parte de mi plan, forzar mi cuerpo al límite, llegar a la velocidad máxima que puedo alcanzar, romper ese límite y continuar adelante, llegar a la fuerza máxima que puedo tener, romper ese límite y continuar, poner sus sentidos al máximo, romper ese límite y continuar, quiero romper mis propios límites para poder seguir avanzando, los límites no son más que muros y casualmente yo tengo un martillo para romper esos muros.

Comencé a ir cada vez más rápido y la bestia lo sabía, levantando su brazo derecho con lo que consiguió golpearme, la bestia dio un salto atrás, se paró en sus cuatro patas, parecía estar preparándose, todo el templo comenzó a temblar, creo que, si no se regenerará el templo completo, este estaría destruido, la bestia se cubrió por un aura gris y de sus pelos se podía ver flotando el sello.

los monstruos de mazmorras son capaces de usar el poder de los artefactos, pero este no es un artefacto común, es un sello, mucho más poderoso que un artefacto.

Corrió hacia la bestia, la bestia igual corrió impulsándose usando sus cuatro patas y sin que lo pudiera detener me dio un golpe en la cara provocando que cayera al suelo, me levante rápido corriendo hacia la bestia de nuevo destruyendo el suelo sobre el que estaba parado el cual se regeneró, tenía mi espada cerca del suelo la eleve dando un corte vertical, la bestia lo bloqueo con su brazo izquierdo, al darse cuenta la bestia vio que su brazo tenía más que una pequeña herida de la cual escurrió una gota de sangre esta era verde oscuro, vi que mi espada tenía grietas color azul claro que se extendían hasta mi muñeca donde se volvían azul plateado, al darme cuenta me impresiono por no saber lo que era y las marcas desaparecieron, en realidad si tenía una idea de lo que podía ser o por lo menos eso creía, si era cierto su teoría entonces tenía que seguir y no detenerse.

Esencia: Mas que un poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora