CAPITULO 115: Libertad

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Yereli solo tardaría varios segundos en llegar a las cercanías de Irios, sabiendo un poco de la situación ella vendrá en una nave, de otra forma tardaría demasiado, hasta que llegue será tiempo suficiente para decirle lo que le había prometido a Ulara, mi corazón se aceleraba de emoción, sentía como todo mi cuerpo temblaba aunque no estaba seguro si ella podía notarlo, estoy casi seguro de que ella sabe lo que diré pues también se nota cierto nerviosismo en ella, sin pensarlo más tiempo comenzó a hablar.

Nehitan: ...Yo quiero decir -debido a mis nervios no pude pensar en algo mejor, pero me detuvo de repente.

Al ver la cara de Ulara, deje de hablar y me llene de preocupación, pues en su rostro se podía notar que estaba asustada, mire rápidamente a Mirlo y a Cater quienes estaban en el suelo, ellos igual parecían tener un rostro de cuando algo malo pasa.

Ulara se volteó ligeramente mientras miraba su espalda, en ese momento también pude ver la razón de su expresión, en su espalda estaba una flecha principalmente de color blanco, tenían varias manchas de color amarillo, azul y rojo que parecían estarse moviendo e intercambiándose por toda la flecha, de un instante a otro una espiral se expandió proveniente de la flecha arrastrando a Ulara dentro de ella.

Alcance a tomar su mano izquierda y luego sujete su otra mano, como si fuera ya un reflejo las alas se expandieron, estás parecían conservar la forma que tenían cuando estaba en mi estado demoníaco, trate de retroceder con fuerza, pero era inútil, no importa qué tanta fuerza aplicaba, ella no parecía salir del portal, pareciera que solo pudiera entrar más.

Nehitan: ¡Vamos resiste, solo necesito empujar un poco más para sacarte de ahí! -grite desesperado.

Ulara: No ¡Ya no hay nada que se pueda hacer! Seré absorbida, pero con ayuda de Yereth podrás encontrar la entrada a esta dimensión -dijo queriendo convencerme.

Nehitan: S-si tienes razón, yo... -no parecía muy convencido, pero fui interrumpido por una extraña voz para mí.

Mirianel: Jajaja, claro que no, ella jamás saldrá de esa dimensión, a la cual la estoy mandando solo tiene entrada -ella estaba acostada sobre el suelo, parecía faltarle una pierna y su cuerpo estaba demasiado dañado, siendo que al entrar a esa dimensión de tortura ella no podía moverse, efecto del arco de Mirlo- por desgracia solo la ama de las dimensiones puede entrar ahí, para mí desgracia cuando ese portal se cierre yo moriré y el título pasará a ella, ¡Aun así deberá comprender las dimensiones a la perfección para poder salir de ahí! ¡Jajaja! ¡Este será tu castigo por haberme enviado a ese horrible lugar!

Nehitan: ¡Eso no puede ser, si eso sucede jamás te podré volverte a ver! ¡No pienso soltarte! Puede que no controle es estado demoníaco aún, pero puedo traer los sellos ¡Si! Eso haré ¡Los usaré y evitaré que entres ahí! -la determinación y desesperación me estaba comenzando a invadir, no soportaría otra pérdida frente a mis ojos, ya había matado a tantos que la culpa me estaba consumiendo, mi alma era fuerte pero aun así parecía estar por quebrarse.

Ulara: No, por favor suéltame, este portal no se cerrará hasta que yo esté dentro de él, en esa dimensión como en cualquier mazmorra no necesitaré de nada, estaré bien ¡Solo suéltame! -sentía mi sufrimiento por lo que ella quería que yo estuviera bien, aun así, esa no era la menor forma, para nada sería la mejor.

Nehitan: No me pidas eso, pídeme que salve el mundo o toda Aboxia ¡Lo conseguiré! Pídeme que complete todas las mazmorras incompletas ¡Lo haré! Pídeme cualquier otra cosa menos eso ¡¡Aunque parezca imposible yo lo hare!! ¡te juro que lo hare! ¡No podré soportar perderte a ti también!

Ulara: Se qué harías cualquiera de esas cosas por mí, pero no, solo puedo pedirte eso -su voz se volvió más calmada, usando toda su fuerza me jalo hacia ella- yo también te amo.

Esencia: Mas que un poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora