CAPITULO 111: El fin de un amor

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Los habitantes de Aboxia jamás habían tenido una guerra así, todas las guerras anteriores duraron poco más de dos meses, a pesar de eso ningún ejército se retiraba con menos de un cuarto de sus soldados iniciales, en esta ocasión han posado solo minutos y ya han caído la cantidad equivalente a tres ejércitos, solo la mitad del ejército de Aboxia aún sigue en pie.

Teniendo tan malas cifras, Rasha ordenó el ataque, tras todo ese tiempo que pasaron entrenando cada uno podía llegar a igualar el poder de un príncipe de mediano rango, Viago y Dilian quienes ya se habían acostumbrado al uso del sello lo usaron en esta batalla, Belissa, Niru y Jelia también usaron los sellos de su respectiva clase aumentando considerablemente su poder, los reyes quienes estaban combatiendo en la primera línea eran los que mantenían un mayor equilibrio, evitando su derrota, hasta ahora ninguno de ellos había perecido en batalla, y por primera vez se podían observar a los seis reyes de Ix usando su control total y combatiendo juntos, un hecho sin precedentes.

Desde su combate con Nehitan, Andell no había peleado usado todo su poder y es que hasta con Nehitan no hubo necesidad de usarlo, la proclamada Reyna de la mente estaba dando una magnífica demostración de su poder, en sí las mujeres de la familia real de Viaton acostumbran a usar látigos pero uno ordinario no será digno de la reina, de su espalda sobre salían cuatro cadenas que tenían una corta daga extremadamente afilada al final de estas, al haber entrenado por varios años ella fortaleció su vínculo de sangre, con el cual puede mover cada una de las cuatro cadenas sin tocarlas, estás partían al enemigo en dos, su resistencia era abrumadora al igual que su fuerza, añadiendo la longitud de estas cadenas ella no ha tenido que hacer contacto físico con ningún enemigo, actualmente las cadenas solo han llegado a recorrer los diez metros pero es un misterio su verdadero tamaño.

Sharía después de tantos tiempo logro controlar el poder de la rosa que había encontrado en esa mazmorra, ahora ella podía controlar a otros sin perder la conciencia, ya que es su amado el que controla a los otros mientras que ella combatía cerca de él, después de tanto tiempo ella vuelve a pelear enserio, usando sus grandes dotes como clase 1, por otro lado su amado puede usar los poderes de clase 6 de los enemigos al momento de controlarlos ya que estás más familiarizado con esos, sin embargo él puede usar los seis poderes de clase que tienen ellos, en estos momentos el control total se le complica pues el jamás había usado eso, para empezar él no tenía modo Mitric, aun así ponía su mayor esfuerzo para mantener a Sharía a salvo.

Las gemelas, Diane y Daniela, estaban por enfrentarse con unas dignas oponentes estas eran las hermanas Clementine y Ortega, ellas se habían estado abriendo paso entre los enemigos, estas dos chicas derrotaron una considerable cantidad de enemigos, y ahora habían puesto su interés en las dos más poderosos de ese lugar, para estas gemelas el ser tocadas por cualquiera de las dos significaba la muerte, por lo que debían ir enserio, activaron todas las transformaciones llegando hasta la única que no está disponible para cualquiera que sea de Aboxia, estás hermanas también activaron todos los poderes de clase que tenían llegando hasta el control total, este lo habían adquirido hace un par de años, en ese tiempo se estaba planeado la coronación del nuevo rey de Ix ya que el actual planeaba retirarse cuando todo esto terminara, ellas había nombrado reinas solo para que obtuvieran este poder sin embargo solo una de ellas se quedaría con el puesto.

Las fuerzas enemigas solo habían sido reducidas a poco menos de la mitad pero solo habían estado acabando con los más débiles por lo que los más fuertes aún siguen en pie, está masacre está tomando una gran cantidad de vidas, vidas que solo querían una vida pacifica, ellos no esperaban que las personas que los crearon fueran los mismos que posteriormente los destruiría, pero si morirán por lo menos que lo hagan en busca de su individualidad, ellos merecían ser libres y obtendría la libertad de una o de otra forma.

Los incontables cuerpos mutilados vagan por la atmósfera de Nowat, los habitantes de los demás planetas se han negado a salir por el terror de que ellos también pueden morir, está noticia está siendo transmitida por toda Aboxia, y solo las personas de Nowat se atreven a salir, son ellos los que trasmiten la información, si es que su fin se acerca deberán aceptarlos, si la armada de Aboxia cae ellos serán los primeros en ser exterminados, ellos no encuentran el punto de huir o esconderse, si estas personas son tan fuertes como para derrotar a los reyes que les asegura que no son capaces de destruir su planeta.

Varias de las familias lloran en el suelo, todos estos dejaron de sentir la esencia de algún familiar que estaba en combate, pero ellos no son los únicos, los soldados también se entristecen al ver a sus compañeros en pedazos, ellos sienten de primera mano el terror de estar ahí y sin embargo no retroceden, hay quieres están combatiendo con los miembros de la familia a un lado y ahora ya no están, la ira les puede servir de motivación para combatir con todo pero para su desgracia la fuerza de alguien ordinario no es suficiente para derrotar a estos monstruos que se hacían llamar sus dioses.

La madre de Nehitan y Mirlo, Grisel, por primera vez estaba demostrando de lo que era capaz, ella estaba combatiendo en su estado demoníaco, dos grandes cuernos sobresalían de su cabeza, estos giraban hacia arriba, luego hacia atrás y descendían, sus ojos eran por completo rojos, su cabello no cambio de color pero se veía opaco, su piel era más oscura, una larga cola de reptil salía de atrás de ella y sus dientes y uñas eran más afiladas, ella estaba combatiendo en la primera línea junto a los reyes, pero ella no están sola, los nueve herederos restantes estaba junto a ella, cada uno de los diez demonios había logrado heredar su poder a otro, siendo cada uno más poderoso que un rey esto resultaba más favorable, aun así...

El primer rey había caído, el rey de Anur siempre fue considerado el más débil de todos sin embargo había hecho una magnífica demostración de su poder, no se podía ir en paz ya que dejaba a sus soldados sin alguien que los pudiera guiar, muchas muertes lamentablemente habían llegado, a lo lejos había uno de esos dioses sostenido el cuerpo de alguien de Aboxia, pero no para matarlo.

El pecho cubierto por una resistente armadura había sido atravesado, su respiración se volvía muy intensa mientras que la sangre salía de su boca y de su gran herida, no le quedaba mucho tiempo de vida, un vez que la vida de Sharía de agotará también la haría la de su amado, él la abrazo una última vez, Sharía quedó inconsciente pero en cada segundo su vida se hacía más corta, él no sabía que ella solo había quedado inconsciente, él pensó que ella ya había muerto, un profundo dolor llegó a su pecho recordado esa vez en la que ellos entraron en esa mazmorra, si no fuera por ella él hubiera muerto, está vez el no pudo hacer nada, lo único que podía hacer era vengar su muerte.

Soltó un desgarrador grito, una gran presión de esencia se sentía provenir de su cuerpo, el cuerpo que él había poseído era de alguien de rango alto, en un instante el quien solo había sido capaz de mantener el control total logro entrar esa transformación que lo hacía mucho más poderoso, la esencia absoluta, un poder que estos llamados dioses habían descubierto hace miles de años, su cuerpo parecía estar envuelto en una corriente eléctrica de color naranja puro, el color de la esencia de Sharía, ya que el ya no tenía esencia propia, sin perder más tiempo se dirigió al centro de la batalla, destrozando cada cuerpo enemigo que se le pusiera en su camino, los enemigos rápidamente se fijaron en el pues su poder era una amenaza, rápidamente lo rodearon, él no se detuvo para nada y comenzó a golpearlos, cada golpe que daba era mortal pues él conocía lugares clave para matar a alguien al instante, mientras más mataba más aparecían, finalmente no puedo contra tantos, cada golpe que recibía lo debilitaba, pero sus emociones que estaban al tope eran lo que lo mantenían de pie, cerca de cuarenta enemigos lo rodearon pero su arranque de emociones no conocía limite y termino con la vida de cada uno de ellos, pero más seguían llegado hasta que lo sujetaron otro más le atravesó el pecho, todos sus sentidos se perdía, no se iría así sin más, un último sobre cargo de emociones lo hizo derrochar cada gota de esencia que quedo en su cuerpo, los rayos que lo cubrían salían disparados y cuando atravesaban a alguien este era carbonizado consiguiente acabar con otras decenas de estos dioses, y solo las lágrimas salían de sus ojos, en vida ya no pudo ver por última vez a la Sharía que la alegro tanto la existencia, pero aún tenía la esperanza de poder verla en el otro lado, y finalmente, estar los dos juntos.

Esencia: Mas que un poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora