CAPITULO 106: Declaración de guerra

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Instalación de Irios, torre central.

Sebastián: Creí que el estaría aquí para dar la orden, pero creo que sigue ocupado, que remedio -dijo fastidiado- SISTEMA notifica que el tiempo de espera termino, la guerra por otro lado acaba de comenzar.

SISTEMA: -después de que la inteligencia artificial de la computadora apareciera y desapareciera después de haber recibido la orden, apareció de nuevo notificando a Sebastián- El proceso ha sido completado con éxito.

Sebastián mostró una leve sonrisa mientras caminaba hacia la ventana que estaba enfrente de él, su mano izquierda fue recorrida por una corriente de color café intenso, recargo su mano sobre el vidrio de la ventana y la corriente que recorría su mano decenio por el cristal, al llegar al suelo un tubo de metal comenzó a salir de él, al llegar a la altura del pecho de Sebastián este tubo se dividió en dos, doblándose de manera horizontal, recargo su brazo izquierdo, sobre él puso su codo y su mano derecha la coloco en su barbilla para estar cómodo.

Sebastián: Observemos como han avanzado ellos a comparación de nosotros -una ligera corriente eléctrica del mismo color que la anterior recorrió sus ojos iluminándolos levemente.

Pareciera que él desde ese lugar no podría ver mucho más allá de la densa atmósfera de fuego que cubre el cielo pero la verdad era que podía ver claramente a cada una de las personas que salía volando con las alas que el mismo había creado, a lo lejos él podía observar un ejército inmenso a comparación del suyo que tenía a escasos veinte mil soldados contando a Leviatán y el, parecía no ser nada, por lo menos el ejército de un solo planeta es más grande que eso... Pero ninguno de ellos tiene el poder.

La categoría más débil de sus soldados contaba con unos diez mil soldados, la mitad de su ejército total, cada uno de ellos tenía el poder de un príncipe promedio, ninguno más débil que eso, los de clase media eran alrededor de ocho mil quinientos soldados los cuales tenían el poder de un príncipe del más alto nivel, casi a lo último los cuales tratarán de casi no combatir son los de clase alta quienes conforman el resto de sus ejército con una muy menor cantidad de mil quinientos soldados pero cada uno de ellos cuenta con el poder de un rey, comparándolo con los de Aboxia, serían igual de fuertes que Andell.

La última categoría y los que están en la cima son únicamente cinco, cada uno de ellos muy por encima de Viterio quien era el rey más poderoso de todos, esos cinco no son nadie más que las gemelas Diane y Daniela, la profesora Mirianel, Sebastián y el más fuerte de ellos, Leviatán.

Sebastián: No importa que tan grande sea su ejército, no se compara a nuestro poder -dijo cuando observó a ambos ejércitos entrar en combate.

Nowat.

Segundos antes de la invasión.

Yereli: Esto es increíble, todos los ejércitos están en este lugar, solo falta el de Ix, pero dices que ya vienen en camino ¿No?

Rasha: Si, eso me dijo el soldado con el que hable ese un rato, aun así, no debemos subestimarlos, cada uno de ellos tendrá las seis habilidades de clase, en sí ha sido difícil combatir con Mirlo a pesar de que solo posee tres.

Leídan: Jamás he estado en guerra antes, pero, asumo que debemos matarlos antes de que ellos nos maten a nosotros.

Jelia: Sería una molestia si logra recuperarse, no veo otra opción más que esa.

Niru: Ahora que mencionas a Mirlo ¿Has sabido algo de él? -le pregunto a Rasha.

Rasha: Nada en absoluto, y eso ya empieza a preocuparme, su señal también es débil algo debe estar interfiriendo.

Yereli: Crees que los hayan, atra... -ella parecía un poco preocupada, pero fue interrumpida por el fuere grito del rey de Nowat.

R. Nowat: ¡¡Están a la vista, su ataque comenzará en breve todos preparados!!

Aboxia estaba a punto de presenciar una guerra como nunca antes, en este momento donde estarán los héroes cuando son necesarios ¿No hay nadie acaso capaz de detener ese poderoso ejército? Posiblemente sí, pero no están en condiciones de hacerlo, no por el momento.

Instalación de Irios, torre central.

Nehitan: ¡Tu! ¿¡Como es que estamos aquí?!

Leviatán: Oooh, eso es simple -dio emocionado- ustedes trataron de llegar con nuestro científico invitado, pero fueron detenidos en el acto, un poco tarde y no los hubiera capturado.

Mirlo: ¿Eso quiere decir que esa persona no es uno de ustedes?

Leviatán: De cierta manera no, más bien es uno de los suyos, unos de ustedes para que me entiendan mejor -señalo específicamente a Mirlo y a mí- y ustedes dos supongo que solo lo conocen -hablo refiriéndose a Ulara y Cater.

Nehitan: Con que todos nosotros lo conocemos, pero solo es ¿Familiar de nosotros? -me expresé lo mejor que pude entender.

Leviatán: ¡jajaja ja! Sabía que eras un chico listo -todos nos sorprendimos por su aclaración.

Mirlo: Alguien que pueda conocer a cada uno de nosotros, ese debió ser un científico, pero para ser familiar nuestro quiere decir que es nuestro -su voz se comenzó a quebrar al momento que sus ojos se pusieron nostálgicos.

Leviatán: Si, de la forma más exacta de decirlo, él es su padre.

¡El! ¡Después de tanto tiempo al fin estoy tan cerca de él! Eso quiere decir que no murió, simplemente ellos se lo llevaron, estoy tan cerca de él, no puedo darme por vencido en este momento.

Comencé a jalar de las cadenas de mis brazos, pero estas eran muy resistentes por lo que active el modo Mitric de la clase 2, continúe jalando, pero eso no hizo diferencia, estás cadenas eran más resistentes que el Lopiteno.

Leviatán: Si que sus poderes tardarán un poco más en despertar entonces aún tengo tiempo, verán, mientras dormían les dimos el dominio de la esencia dentro de poco su cuerpo se acostumbra a eso, pero por el momento son un poco más débiles de lo normal, varias de sus capacidades también mejorarán, pero por ahora solo les daremos nuestro conocimiento ¡Todo el conocimiento humano! ¿¡A caso no es eso maravilloso!? -la idea me fascinaba, aunque no era el momento adecuado para alegrarse.

Cater: Supongo que hay una razón para eso, no creo que sean tan bondadosos.

Leviatán: Bueno si, tienes razón, la única razón por la que estoy haciendo eso es para luego lavar sus cerebros y unirlos a nuestro ejército pero sin antes dotar su cuerpo y mente podrían morir por lo que no serían bueno, y para empezar qué tal esta jovencita, tú serás la primera en tener este gran conocimiento de toda la historia humana, o por lo menos lo que conocíamos de la tierra antes de que desapareciera, y ahora que te veo bien me recuerdas a una sobrina, ella es igual de linda que tú -Ulara se estaba comenzando a asustar.

Nehitan: Ya quisieras que tu sobrina se pareciera a ella.

Leviatán: Parece que algo te molesta ¿Acaso ella te gusta? ... No respondas, de todos modos, no tengo mucho tiempo.

Leviatán se levantó y la tocó con su mano izquierda la silla, la corriente que recorría su mano rápidamente avanzo hasta detrás de la cabeza de Ulara donde una compuerta se abrió en la pared de ahí una especie de garra la tomo de la cabeza y ella quedó inconsciente.

Nehitan: ¿¡Que le está haciendo!? Será mejor que no la lastimes.

Leviatán: Lo acabo de mencionar, le daré el conociendo humano por desgracia solo puedo hacerlo uno por uno o la base de datos se sobre cargaría. Ahora tengo otros asuntos por resolver.

Leviatán se alejó unos pasos y después una cápsula lo elevo dejando a nosotros cuatro solos.

Esencia: Mas que un poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora