Capítulo 12 (Mem)

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Qué mejor forma de empezar un jueves que recordando que hace dos días olvidaste a tu hermana, ¿eh? Tuve suerte de que Kalet llegara a mi casa unos minutos después de que lo hiciera yo, aún pudimos avisar a la policía de que Emma ya había aparecido antes de que viniera una patrulla a mi casa a interrogarme. Eso sí, de la bronca no me libra nadie, aún siento los gritos de mis padres rebotando en mi cabeza.

Me gusta despertarme con tranquilidad, hacer mis cosas con toda la calma posible, elegir cuál de todos mis pantalones y zapatos negros casi exactos encajan mejor con cómo me siento por las mañanas. Hoy me siento con humor, creo que es felicidad lo que siento en mi pecho, eso o un indicio de un posible infarto.
Bajo las escaleras con mis fabulosas botas negras y mi camiseta de Rammstein, llego a la cocina y desayuno mientras mantengo la vista en un punto fijo sin pensar en absolutamente nada.

El clima de hoy es agradable, está nublado y oscuro, perfecto para pensar en mis asuntos mientras Chopin suena en mis auriculares. Noto la presencia de Kal a mi lado y subo el sonido del Preludio n°8, aunque acabo enrollando los auriculares para guardarlos perfectamente y en orden en mi abrigo.

-Estoy contento con el club de periodismo del instituto, creo que ese club está hecho para mí.- Comenta alegre mientras agarra con fuerza las cuerdas de su mochila.

-Pero si solo repartes cafés y periódicos.- Respondo mirando al cielo, puede que empiece a llover.

- ¿Sabes? A veces hay que tener un poco de positividad, es mucho mejor que tu estilo de vida negativo.

-¿Mejor? Cuando las cosas salen mal no me sorprendo, cuando salen bien me alegro. Creo que mi estilo es más sano que empeñarse en pensar que todo va a salir bien y luego llorar por fracasar cada dos por tres, abre los ojos.

- Olvídalo, no quiero que te lleves mi felicidad, pareces un maldito dementor.

- Admítelo, solo estás en ese club para que esa chica se fije en ti, a mí no me engañas.- Sonrío de lado para darle más intensidad a la situación y espero una negación por su parte como respuesta afirmativa.

-¿Una chica? Pffff... ¿En serio crees que estoy en el club por una chica?- Empieza a ponerse nervioso y a mirar a su alrededor mientras juega con la cremallera de su chaqueta, decido aprovechar la situación y ponerlo de los nervios.

-¿Lo haces entonces por un chico? He escuchado que eres muy cercano a Marcus.- Digo mientras le doy golpes en el brazo y levanto exageradamente las cejas, cómo me gusta picarlo.

- ¿Qué?

-Nada... Solo digo que Marcus parece agraciado.- Me encojo de hombros y lo miro fijamente, intentando intimidarlo.

-¿Agraciado? ¿Has utilizado esa palabra para describir a un chico?- Me mira con burla.- Un momento... ¿Te has estado fijando en él?- Pregunta preocupado.

-No, se lo he escuchado a las zorras de la clase de dibujo, incluso creo que una le ha hecho un retrato... No estoy segura, supongo que lo pondrá en un altar en una esquina de su habitación para luego besar el papel o algo.- Informo mientras me toco el mentón con una expresión pensativa.

- No vuelvas a hacer eso, me asustaste. Estaba a punto de llamar a Yanet y decirle que te perdimos.

-¿Perderme?

- Olvídalo, tenías razón, solo quiero llamar la atención de la chica.- Dice mientras empieza a correr, y es que el manicomio rodante aparece ante nuestros ojos sin mostrar intenciones de querer esperar por nosotros.- Me esforzaré y llegaré a escribir mis propios artículos en el periódico del instituto, sí.- Dice para sí mismo Kal ilusionado, con lo alegre que está ¿quién soy yo para quitarle la ilusión?

ExitiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora