Capítulo 4 (Mem)

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-Despierta, mamá dice que eres una vaga.- Escucho decir a mi hermana mientras me picotea la cara con su fino dedo índice, y es que es más molesta que un grano en el culo.

-Mamá es una mentirosa.- Le digo mientras me limpio un poco las babas que hay alrededor de mi boca con la manga del pijama y me vuelvo a esconder bajo las sábanas. Dejo que mis ojos se vayan cerrando lentamente de nuevo mientras escucho la voz de mi hermana a lo lejos y seguido, un fuerte golpe en la puerta de mi habitación.

-He dicho que te levantes, Memphis. No haces nada durante todo el día, sólo te dedicas a dormir. Deberías ayudar un poco más en casa, obedecer y disfrutar del tiempo que pasamos en familia.- Dice mi madre enfadada.- Y levántate de una vez si no quieres que me enfade.

Miro el teléfono y puedo comprender el enfado de mi madre, son las doce de la mañana y aún no me he despertado, pero es que no creo que la gente se despierte temprano un sábado. Aparto la mata de rizos despeinados de mi cara, me levanto perezosamente de la cama y me visto de forma torpe para dirigirme a la cocina.

-Deberías ir a por leña, tu padre quiere asar carne fuera y necesita encender ya el fuego.- Ordena mientras hace un postre casero como cada fin de semana que subimos al pueblo, no me extraña que después diga que mi padre se está poniendo rechoncho, con la cantidad de bizcochos que comemos a la semana seríamos capaces de alimentar a todo el pueblo durante una semana.

Me pongo una sudadera vieja mientras salgo con unas galletas en la mano y otra a medio comer en la boca, debo coger las llaves de la caseta donde guardamos la leña, que para mi desgracia se encuentra a casi diez minutos desde mi casa, poco le falta para asentarse en el bosque.

-¡Buenos días, Mem!- Saluda Desmond, el nieto de unos vecinos, como si tuviera un poder oculto que le permitiera encontrarme cada vez que salgo de casa.- ¿Qué tal has dormido? ¿Te paso a buscar después de la comida para pasar el rato juntos? Hey, no tienes muy buena cara...

- Oye, me estás asfixiando con tanta pregunta... ¿Qué cara esperas que tenga cuando mi madre me acaba de despertar a gritos?- Le digo entre bostezos mientras empieza a caminar a mi lado.- Además, me han mandado a por leña.

-¿Quieres que te ayude?- Pregunta con interés. ¿Sabéis el dicho de "Las apariencias engañan? Pues es aplicable en este chaval que a pesar de ir de "malote" es un cacho de pan y un debilucho. Aunque quizás puedo conseguir que me lleve la leña a casa.

-Muchas gracias por tu ayuda, pensé que iba a tener que cargar con esa carretilla yo sola y con mi brazo lesionado.- Pongo cara de pena mientras me agarro el brazo, seguro que cuela.

- No hay problema, no deberías hacer esfuerzo si aún tienes el brazo mal.- Dice mientras me dedica una enorme sonrisa que no me da buena espina.

Y... ha colado señores, quiero agradecer este logro a... mí misma por mi gran actuación. La verdad es que podría haberle dicho cualquier tontería (como que un mosquito me picó en el culo) y él habría hecho lo que le mandara. ¿Simbiosis? No lo creo, nunca le ayudé a hacer nada... Mientras que seguimos el camino hacia la caseta, él se dedica a contarme un montón de cosas sobre su ciudad y amistades que sencillamente ignoro. Una vez delante de la puerta meto la llave y empiezo a darle patadas para que abra, sí, ese es nuestro sistema de seguridad, más seguro que una caja fuerte. No me preocupo de cargar el carretillo debido a que tengo un esbirro que lo hace por mí.

-Te ha estado sonando el móvil desde que te fuiste y no ha parado hasta hace unos segundos.- Dice mi madre mientras dejo los cestos de leña en la cocina.- He visto que me estás robando datos.

Cojo mi teléfono y puedo ver que tengo un montón de mensajes de Kal, me dedico a caminar fuera de casa para encontrar cobertura en algún sitio de este pueblo de mala fe, con suerte también me libraré de la reprimenda por robar datos... Afortunadamente, a veinte minutos andando desde mi casa puedo encontrar algo de cobertura para ver y responder a los mensajes de Kal. Todos ellos eran sobre las nuevas noticias sobre un baile de otoño o alguna mierda parecida, y algún que otro preguntaba sobre si iría y con quién. Aprovechando la cobertura entro en mi Gmail olvidado y puedo corroborar toda esa mierda del estúpido baile de otoño, el instituto se dedicó a mandarnos una especie de recordatorio sobre este primer año en el que el baile de otoño será posible, siendo una especie de fiesta de bienvenida o algo así donde los deportistas y las pijas del instituto se reúnen para ridiculizar a personas como Kalet y yo.

ExitiumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora