El aroma a jabón impregnaba el lugar donde esos dos muchacho permanecían uno frente al otro, Jimin le miraba sin expresión alguna; en cambio los ojos de Jin se cristalizaron en lágrimas y sus labios se apretaban con fuerza demostrando la impotencia que sentía en esos momentos.
— Es tan doloroso... — Habló por fin el chico de cabellos negros y gruesos labios carmín. —
— Por qué no entiendes que Namjoon te ama? La marca no significa nada! — La furia recorrió su cuerpo, para el la marca no significaba nada más que una estupidez.
— Ves? No lo entiendes... — Los almendrados ojos de Seokjin se perdieron en un punto de la habitación mientras hacía una expresión dolorosa.— Puedo sentirlo dentro de mis entrañas y tallado en mi alma... Mis pareja destinada es él. — Una de sus manos acarició su propio cuello.
— Entonces por qué hiciste esto!? — A pesar de la diferencia de altura jimin cogía al mayor del cuello, estrujando esa tela blanca y suave entre sus fuertes manos.
— Estaba asustado! — Ese gritó desgarrador hizo eco en esa espaciosa habitación de cielo alto y anchas ventanas de cristal. — De que él te prefiera a ti! — Su interior se estremeció al escuchar aquel arrebato y no pudo más que permanecer quieto en su lugar.
— De qué... — Su voz escapó en un tono muy bajo casi inaudible.— Namjoon lo ha dicho tantas veces... Que él debió marcarte... — Su garganta se cerro cuando terminó de decir esas palabras, podía ver la expresión absorta del menor. — Que te marcará si el lazo entre tu y Taehyung se rompe... — Jin se estremeció y tapó su boca con una de sus manos como si aguantara el llanto.
— Maldito idiota! — Vociferó con furia soltando la ropa del más alto, no entendía como Namjoon podía pensar así, acaso era un niño?
— Jimin... — El nombrado desvío la vista para mirar al pelinegro que se veía arrepentido por las cosas que había dicho.
— No le diré nada de lo que paso... — Ni siquiera se molestó en mirarle en esos momentos no podía más que pensar en lo estúpido que era el rubio, hablando algo como eso con su pareja provocando que se sintiera inquieto y desplazado, Jin no tenía la culpa era Namjoon el idiota que le había empujado a cometer esos actos.
— No piense mal de mi... — La bata cayó al suelo dejando esa blanca piel al descubierto, las marcas moradas recorrían su espalda como un caminó de piedras sobre un estanque.
— Hoseok me lo dijo todo... — agregó luego de desviar la vista de la ancha espalda de su hyung.— Supongo que Nam es demasiado posesivo. —
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Jimin volvió a su departamento después de un tiempo, subió las escalera y abrió la puerta con su llave se encontró con las cosas tal cual las había dejado, su cama estaba desecha, sus zapatos estaban desperdigados en la entrada y un par de chaquetas tiradas en el pequeño sillón, dejó todo así y fue directo a la ducha, el baño era pequeño pero era suficiente para él siempre había pensado que estaba bien así, ocupando ese reducido espacio un lugar solo para uno.
Se desnudo con lentitud dejando caer esas cómodas ropas en ese frío suelo, el sonido del agua de la ducha inundo el lugar al igual que la melodía de su celular. Se arrodillo para sacar el aparato de su bolsillo y contestó.
— Diga? — El otro lado de la línea no fue más que silencio, confundido miró la pantalla de su celular y simplemente cortó para entrar en la ducha. Su cuerpo era delicadamente acariciado por el agua traslucida y cálida, su blanca piel brillaba bajo la luz de ese pequeño cuarto. Los minutos habían pasado y una vez aseado salió de la ducha quitando la cortina de baño permitiendo que el vapor se esparciera por ese pequeño espacio empañando el espejo él que limpió con su mano, se observó con detenimiento y pronto bajo su mirada para ver esa marca en su cuello, sus dedos la delinearon con suavidad como si aún después de tanto tiempo el dolor permaneciera gravado en su carne, no pudo evitar pensar que ese no era más que un recordatorio de su naturaleza, de su debilidad y de su destino.
— Perdóname Taehyung... Sigo siendo egoísta. — Escapó de sus labios a la vez que apoyaba su frente en ese espejo, aferrándose a esa lisa superficie fría y húmeda. Cuánto tiempo más podría mantener atado a Kim Tae Hyung? Cuánto más podría engañarse a si mismo? ... Cuánto tiempo más podría pretender que la soledad no le asustaba?
"Somos iguales"
Aquellas palabras llegaron a su mente como dardos al centro del objetivo, qué es lo que nos hace iguales? Se cuestionó. Jeon jungkook era un chico débil de naturaleza blanda; en cambio el era todo lo contrario como si sus personalidades no encajaran en sus cuerpo.
— Iguales... — Escapó de sus labios para desviar su mirar a su cuerpo desnudo, su mano acarició su pecho y luego su abdomen ligeramente marcado sus dedos se deslizaron a su miembro que sin lugar a dudas era el de un Omega. Golpeó el cristal con fuerza lastimando sus nudillos el dolor punzante recorrió sus músculos pero no le importo, se sentía tan miserable.
***
Park no se había presentado a la practica esa tarde, decepcionado se sumió en la coreografía, sus pies dolían al igual que su espalda y pudo sentir como la música se había detenido desviando la mirada al responsable de cabellos rojizos.
— Es suficiente práctica por hoy! — El pelirrojo abandono su lugar junto a él y caminó hasta la botella de agua. — No quieres ir a cenar conmigo? — Una reluciente sonrisa adorno ese divertido rostro pero JK negó con la cabeza.
— Creo que me quedaré un poco más... — Jungkook se arrodillo a abrochar una de sus zapatillas y luego de un "nos vemos" volvió a incorporarse, el salón era completamente suyo y simplemente permaneció estático en su lugar. Tomó un bocanada de aire llenando sus pulmones y reteniéndolo en su abdomen, abrió sus labios dejando que aire escapara a través de sus cuerdas vocales siendo transformado en una melodiosa voz.
El crujido de la puerta le hizo callar de golpe y con rapidez debió la mirada al intruso que no era nada menos que Park Jimin, su cuerpo tembló como gelatina hasta sus piernas perdieron su fuerza y termino arrodillado en el suelo con la cabeza entre sus rodillas. Se sentía tan avergonzado no solía ser tan descuidado pero estaba allí atrapado en medio de esa canción.
— ah! — La cara de Jeon se puso totalmente roja, sus mejillas, sus orejas y hasta parte de su cuello parecían estar al rojo vivo, Park simplemente avanzó hasta él pateando su trasero.
— Vas a quedarte ahí sentado toda la noche? — Los oscuros ojos de JK le miraron entre ese flequillo de lisos cabellos castaños humedecidos. — Me estás escuchando? — Park se arrodillo para halar esos mechones en la parte trasera de su cabeza y rápidamente se encontró con ese chico estremeciéndose.
— Ah... — Un gemido escapó de su garganta a la vez que alzaba la cabeza hacía atrás exponiendo su rostro sonrojado con sus ojos cerrados de largas pestañas. Jimin retrocedió un paso al verse envuelto en esa situación, tragó saliva recordando repetidamente ese sonido erótico que había escapando de esa pequeña boca apenas hace unos segundos.
— Qué pasa contigo? — Ambos se miraron absortos con rubor sobre sus mejillas.
— Fue tu culpa! — El silencio reinó dentro de esas cuatro paredes lo único que se podía escuchar era el sonido de sus respiraciones.
— No te acerques a mi! — Gritó el pelinaranja quién se alejó del castaño dando unos sonoros pasos hasta llegar al extremo de la habitación.
— Tú te acercaste a mi! — Jungkook se puso de pie volteando en su dirección y mirándole de forma acusatoria.
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No me llames Omega | Kookmin × Taejin |
Fiksi PenggemarUn Omegaverse donde los personajes no encajan en sus roles, la "marca" no es más que una acción egoísta, la "pareja destinada" es solo una ilusión auto- impuesta. Park Jimin odia su naturaleza y la oculta en lo que es posible, dispuesto a no perd...