La imponente figura de Namjoon estaba sobre él, el aroma de ese alfa invadió todo el lugar, las feromonas eran tan fuertes que sintió que se ahogaba. Ensimismado en su propio miedo las palabras del menor resonaron en su mente.
— Aun me amas? — Fue pronunciado con furia y lastima.
— Si... — Contestó con el corazón en la garganta, siendo intimidado y sintiéndose sumamente vulnerable.
El menor cogió sus muñecas, las que terminaron sobre su cabeza. Su cuerpo se estremeció al sentir como ese miembro se restregaba contra la piel suave de sus muslos, Namjoon parecía estar fuera de si, completamente consumido por la parte irracional y posesiva de su naturaleza.
— Entonces aceptame! — De un momento a otro su cuerpo se encontró nuevamente de boca contra el futón, la caliente respiración del alfa menor chocaba contra su nuca y no pudo evitar chillar por instinto, como si estuviese llamando a su alfa para que le protegiera pero eso no pasaría, Taehyung no estaba allí y no sería salvado por él.
— Detente! — Suplicó Jin al sentir nuevamente la intromisión de ese miembro en su interior.
— Nunca te dejaré ir! — Nam comenzó a penetrarle sin importar lo mucho que le estaba lastimando, no solo físicamente ya que su corazón se llenó de remordimiento ante aquella acción egoísta por parte de su amado Namjoon, no entendía donde había quedado ese chico que le prometió hasta las estrellas, ese hombre que le besaba con dulzura y le acariciaba con tanta amabilidad.
— Basta... — La voz de Jin escapó en una suplica, tan lamentable y débil. Le dolía ver a Nam comportarse de ese modo, él no era así, ese no era el Alfa que tanto había amado.
Su respiración se escapaba de forma errática entre lamentos y jadeos, su interior se retorcía sintiendo el miembro contrario entre sus entrañas, el dolor se disipó al sentir esa fuerte mano recorrer su espalda y tan rápido como esa sensación de malestar le abandonó una fuerte mordida en su cuello le hizo perder el aire, sintió el dolor de la carne abriéndose y pronto el húmedo calor de la sangre brotando por su piel.
Esa acción que tanto había deseado por fin ocurrió pero ya era demasiado tarde, a diferencia de la mordida de Taehyung está le había provocado solo dolor y nauseas, su cuerpo rechazo por completo a ese Alfa de cabellera rubia. Pudo sentir como esos dientes se alejaban de su carne, un sentimiento amargo se apoderó de él y antes de darse cuenta se alejó para golpear con fuerza al menor.
— Es la segunda vez que me golpeas... — Nam habló después de recibir una fuerte cachetada sobre su mejilla.
— Por qué tienes que hacer las cosas más difíciles? — El mayor lloró alejándose del rubio, cubriendo la reciente herida en su cuello, mirándole con los ojos rebosantes de lágrimas.
Namjoon se removió ante aquella imagen, había lastimado a Jin como nunca antes, esos hermosos ojos brillantes le miraban con miedo, no entendía como podía llegar a ser tan estúpido y dejar que ese lado posesivo característico de un alfa se apoderara de él con tanta facilidad.
— Perdóname... Es solo que te amo demasiado! — Dijo arrepentido acercándose al mayor dispuesto a abrazarle pero fue rechazado.
— No vuelvas a decirlo... — Seok Jin abrazó sus piernas ocultando sus rostro entre ella, llorando completamente destrozado, herido por las acciones contrarias pero sobre todo por sus palabras afectuosas eran un insulto, como podía ser capaz de decir algo así después de cometer tales acciones?
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Taehyung apretaba la piel de su cuello, el dolor se había apoderado de esa zona hace un rato y en lo único que podía pensar era en que Jin estuviese bien, incluso si le había abandonado por Namjoon le deseaba lo mejor. De un momento a otro el sonido de la puerta invadió la pequeña cabaña y apenas se puso de pie sintiéndose esperanzado, creyendo que SeokJin le había elegido a él; en cambio todo se derrumbó al ver a Namjoon cargando al pelinegro sobre su espalda.
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No me llames Omega | Kookmin × Taejin |
FanfictionUn Omegaverse donde los personajes no encajan en sus roles, la "marca" no es más que una acción egoísta, la "pareja destinada" es solo una ilusión auto- impuesta. Park Jimin odia su naturaleza y la oculta en lo que es posible, dispuesto a no perd...