I
-Imaginé que estabas despierto. ¿Cómo se encuentra?
-Aun está en peligro, es lo único que puedo asumir. No me quieren decir más, pero mi madre no se ha separado de ella en todo este tiempo.
-Es una Lican, Raziel, es naturalmente resistente.
-Lo sé. ¿Para qué me llamabas?
-¡Estaba preocupado por ti! Interrumpí una inolvidable fiesta Wicca para llamarte, así te quiero.
-Qué amable.
-No me extraña tu rudeza. -Logan resopló. -Encontré la solución para Jaziel.
Raziel no pudo evitar sobresaltarse al escucharlo; se levantó de la cama inmediatamente, comenzando a caminar a través de la estrecha habitación donde estaba virtualmente atrapado, una elegante forma de contenerlo sin tener que sentirse demasiado culpable por ello.
-¿Qué? ¿Cómo?
-Cálmate primero. No quiero que Jaziel vuelva a pedirme que viaje cuatro horas porque te pusiste frenético.
-Estoy calmado, te lo prometo.
-La Wicca... es decir, Lina, me explicó acerca de la manera en que la sangre de Sabio funciona. En resumidas cuentas, es algo parecido al sello que aquella sacerdotisa me puso en la espalda.
-Marina te colocó un sello muy poderoso, Logan. No me da...
-Independiente de eso, hay una posibilidad para quitarlo. Este sello de sangre no es tan poderoso como el mío, pero sí requiere una gran cantidad de energía. -Tensó los labios. -En la casa de Antiguo hay una Mainframe que es capaz de hacerlo.
-¿Y crees que accederá por tu bonita cara?
-Posiblemente no, pero tengo moneda de cambio.
-Estás loco, Logan. ¿Pretendes utilizarla de esa manera? ¿Quieres que te mate o algo peor?
-Podría. Ya sabe mi nombre.
-¡Logan! Te prohíbo que sigas poniendo en peligro a Rafael de esa manera tan irresponsable.
-Raziel, tú y yo sabemos cómo es Rafael realmente. Hace poco decidió aparecérsele por su cuenta, casi la mata de impresión. Por fortuna ella fue la única que pudo entender lo que sucedió. Lo contengo más de lo que él quiere.
-¿Por qué lo ha hecho?
-Después hablaremos al respecto, ahora lo relevante. Lina ha accedido a ayudar, sabe que hay un Militante involucrado en esa casa, el que encontró tu Lican, y el hecho de que sería de un enorme apoyo para nosotros a pesar de no tener un conocimiento tan avanzado como Wicca oscura.
-Sabes que no me fío de...
-Dile a Alondra si es que tienes dudas. Escucha, esto es por Jaziel, y sabes que soy capaz de todo por ustedes dos. Llegaremos mañana por la tarde, así que te necesito compuesto.
-Lo... lo intentaré.
-Cuídate, Raziel. Ella estará bien.
II
El dolor fue presente nuevamente, más específicamente en el costado de su abdomen; estresada con ello, rodeada de escalofríos y una sudoración que no podía controlar, se quiso incorporar de donde se encontraba, solo para notar unas manos suaves que evitaron que se movieran de donde estaba. Abrió los ojos, jadeando un poco por la agitación, notando que estaba acostada sobre una cama con sábanas claras, dentro de una habitación más bien estrecha como la de un motel, pero muy limpia y simétrica; tenía un amplio ventanal con cortinas blancas que delataban el atardecer.
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Cuentos de la luna
Ficción General[Completa.] Una serie de cuentos entrelazados acerca de los personajes que habitan entre la oscuridad y la luz, que caminan entre nosotros como una persona más e influyen mucho más en nuestras vidas más de lo que creemos.