Capítulo 13: Vuelvo a ti (III)

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Laura

L: No era necesario que vinieses, sé conectar el móvil a un cargador sola.

D: Me aburro ahí. Además, tenemos algo a medias. Ya has visto que Narcís, Carlos, Rosanna y los niños se estaban preparando para regresar al público, así que hay media hora de margen para estar a solas. Tranquila, Ito se encarga de Ella.

L: Suerte que te había dicho que quería espacio...

D: La despedida es algo indispensable en nosotros. Nadie lo sabrá. Igual que si después vienes a casa – se acercó a mí demasiado directo.

L: No voy a acostarme contigo querido rulos – respondí con garra retándolo.

D: No te lo crees ni tú Laurita – siseó clavando sus ojos en los míos, mucho más cerca de lo que hubiese pensado. Básicamente tenía su cara a escasos milímetros de la mía – Sabes que aunque quieras espacio y vayamos a estar un mes sin vernos voy a llamarte, voy a conocer tus movimientos y vas a pensar en mí día y noche, especialmente por la noche – me sonrojé. Posó una mano en mi cintura – Venga Laura, estamos a esto de ser felices y ahora va en serio. ¿Qué cuesta avanzarlo un mesecito?

L: No voy a caer en tus redes David, no ahora.

D: ¿Segura? – rozó sus labios con los míos – Veo que no te apartas.

L: Aquí comienza a hacer calor – musité atropelladamente tirándome hacia atrás hasta topar con la pared.

D: Me rompes el puzle Laurita... estás guapísima y controlarme me está costando demasiado.

L: Aguántate o te lo haces solito – me burlé.

Yo también tenía ganas, no iba a mentir, pero no iba a hacerlo en un lugar como ese y sabiendo que había gente al otro lado del tabique. Sin embargo no pude evitar besarlo con rapidez y dando una vuelta sobre mi eje hacia un lado, me deshice de esa 'prisión' que había formado.

D: Que mala eres – se rio.

L: No soy mala, soy precavida.

Dos toques en la puerta le obligaron a esconderse en el baño. La persona del otro lado anunció que era Ro.

E: ¡Y Ella! – la voz infantil me sacó una carcajada.

Abrí y Ella corrió a abrazarme. Buscó a su padre que la agarró como un saco de patatas haciéndole cosquillas y sacándole unas risas.

Ro: Bueno familia, me voy a las gradas con Ito. Que vaya bien, no calentéis mucho el escenario y sed vosotros – le lancé una mirada furtiva y se marchó.

Salimos los tres y nos juntamos con la banda. Unos saludos, ánimos y a bordarlo. Antes de subir al escenario y mientras tocaban la introducción cogí a David del brazo y lo volteé hacia mí.

L: Suerte, que no la necesitas, pero bueno – lo besé con suavidad, dejándolo atónito saliendo a cantar.

Me senté en la silla desde donde había disfrutado la prueba de sonido. Mi estrella se sentó en mi regazo, recostándose en mí, con una pierna a cada lado de las mías. Grabé a David en más de una canción. He de reconocer que me emocioné con las baladas y con esos éxitos que tantas veces me había dedicado: Y si fuera ella, 24 horas, Adoro, Dígale, Como la primera vez o el reciente Lo tenga o no. La pequeña no se movió en todo el rato. Le fui dedicando mimos y creo que hasta hubo momentos en los que se durmió.

"Laura se va acercando tu momento. Llegó la hora de demostrar a Madrid y al mundo que este libro no te ha distanciado de David y que estás perfectamente capacitada para cantar con él. Joder... que me tiembla todo. Estoy más nerviosa de lo que imaginaba"

Dejemos el pensar atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora